jueves, 5 de diciembre de 2024

Ejemplos concretos de burbuja informativa, manipulación y condicionamiento mental.

Si uno busca en google, por ej., el discurso de Trump en davos 2020, se encuentra con 100 primeros links todos y cada uno de los cuales, por derecha o por izquierda, nada dicen de lo que Trump efectivamente dijo y tienden todos a “ridiculizar” lo que supuestamente dijo, como una forma de descalificarlo a priori.

Para ver y escuchar lo que el líder norteamericano efectivamente dijo hace 4 años en Davos, ver acá desde 20:20 hasta 51:15.

 


Gran parte de ese discurso está dedicado a reivindicar la concepción y la práctica de la economía de inclusión social, de bienestar de los trabajadores, del trabajo de la mujer, beneficios para estudiantes, etc., etc. Todas cosas que cualquier progre en Argentina reivindicaría. Si esas mismas palabras las dijera Cristina o Axel, a los progres les resultaría fascinante.

Para los que tienen muchos pruritos y, una vez que se deciden a ir a las fuentes reales, no a las informaciones masticadas previamente, y notan que Trump habla de “desregulación” y “baja de impuestos”, se trata, en realidad, de re-regulación a fin de alentar todas las actividades económicas que maximizan el trabajo nacional y que, en los últimos 50 años, perdieron terreno con el auge del globalismo, la deslocalización productiva, la especulación financiera y el “libre comercio”.

El método que usan los controladores (oligárquicos) de los medios de comunicación de masas a nivel mundial para cancelar o neutralizar a un líder de conjunto que es un mal ejemplo para todos, es saturar, por derecha o por izquierda, toda la innumerable cantidad de opciones informativas con el mismo mensaje de fondo. Hay una “libertad” notable para autoengañarse pero casi nula para saber la verdad.

Otro ejemplo es acerca de lo que dijo Trump sobre los Brics. Si uno busca en google se encuentra con una innumerable cantidad de links donde “Trump amenaza a los Brics”, “Trump va a destruir a los Brics”, etc., etc., etc.

Pero la verdad es lo que dijo el líder ruso aquí:

El Ojo| Putin habla sobre las advertencias de Trump contra los BRICS #news #noticias#politics #politica #putin #trump #brics #vladimirputin... | Instagram

Es extraordinariamente difícil para la mayoría de los analistas y gente “informada” sustraerse a esta inundación de mensajes permanentes que desenfocan a los ciudadanos de los asuntos reales e importantes y los mantienen encerrados dentro de una burbuja informativa llena de opciones para elegir, pero sin ninguna posibilidad alternativa real.

La mayoría de los individuos cualesquiera sean las doctrinas, ideologías, modos y modas de análisis axiomático que profesen, sean de derecha o izquierda, progresistas o conservadores, etc., no pueden resistir y quebrar esa burbuja informativa y se adaptan, muchas veces inconcientemente a ella.

Así como un país que no tiene identidad no puede tener soberanía, un individuo que no tiene identidad (aunque sí identificación continua con ideas ajenas o personas) no puede tener procesos de pensamiento que lleven a hipótesis o ideas propias que lleven a comprender la realidad.

Cuanta más identidad propia tengan los individuos, más efectiva va a ser la práctica y la concepción política y más cerca de las transformaciones y cambios que nuestro país necesita.

Cada persona lleva una llave (aunque no lo sepa) que abre una puerta detrás de la cual se encuentra una clave de uno de los infinitos aspectos que la realidad presenta.

Si no conocemos qué pasó, qué pasa y qué pasará, no sabemos dónde estamos parados, ni hacia dónde vamos ni qué harán con nosotros.

Sin individuos con identidad y peso propio, lo colectivo carece de eficacia. Las organizaciones valen por la calidad de los dirigentes que tienen a la cabeza.

En gran medida el presente no se determina desde el pasado sino desde el futuro. El militar y practicar una idea sobre cómo debe ser el futuro es lo que abre paso en el presente y resignifica el pasado. Se necesitan individuos que generen ideas sobre cómo debe ser el futuro, así se abren nuevas posibilidades y amplía el campo de lo posible.

 

 

miércoles, 20 de noviembre de 2024

viernes, 8 de noviembre de 2024

“NADIE SABE bien cómo entender a Donald Trump.” (Artemio dixit).

Voy a tomar esto como un desafío lanzado por el querido Artemio aquí:

https://rambletamble.com.ar/trump-make-a-pizza-great-again/

Y voy a tratar de dar una respuesta.

A mediados del 2015, con el anuncio por parte de Trump de su candidatura a Presidente, se produce automáticamente una ruptura en el funcionamiento del sistema político estadounidense.

La razón de esto fue que Trump, aunque era un empresario más o menos conocido aunque relativamente menor (por la cuantía de su capital) en relación a la élite dominante (con muchísimo más capital y poder), no quiso domesticarse y ponerse al servicio del establishment como lo habían hecho todos los presidentes desde el alevoso asesinato de JFK hasta ese momento.

Es decir que, luego de más de 50 años, aparece alguien que quiere conducir los destinos de EE.UU. sin someterse al establishment.

El mismo día que anunció su candidatura (creo que en junio/2015), a partir de allí comenzó una campaña sistemática de estigmatización, ridiculización, y toda clase de barbaridades sobre su persona. Fue demasiado evidente y grotesco. Pero como dicha campaña se hacía a través de la derecha neoconservadora como de la izquierda progresista, el poder mediático en su contra era abrumador. Ni siquiera Fox News lo apoyaba en aquel entonces.

Y, esa campaña de difamación, no se limitó a EE.UU., ya que desde los más diversos medios en Europa contribuían sistemáticamente a socavarlo desde todos los ángulos.

Sin embargo, en 2016 ganó contra todos los poderes, porque las mayorías populares de los territorios interiores de EE.UU. lo apoyaron a pesar de no ser políticamente correcto ni para los demócratas ni para los mismos republicanos que lo combatieron internamente por medio de las influencias de la flia. Bush relacionada a lo peor del establishment.

Una de las características principales de la emergencia de liderazgos disruptivos es que generan quiebres y realineamientos en todos los partidos tradicionales. Esto es excatamente lo que sucedió con Trump al generar quiebres dentro de los partidos demócrata y republicano.

Lo que me parece curioso de la elección que acaba de ganar ahora es que el mapa electoral resultante es casi el mismo que el de 2016. Y otra curiosidad es que ganó por mucha ventaja con menos votos totales que los que obtuvo en la elección del 2020 que, sin embargo, perdió. Lo que es un importante indicio de que hubo fraude en dos o tres Estados que en aquel momento perdió.

Sin embargo, la representatividad de Trump en términos electorales pegó un salto fuerte en 2020, pasando de 62,5 millones de votos en 2016 a 74,2 millones en 2020 y manteniéndose, hoy, en 73,5 millones de votos. Es decir que la influencia de su liderazgo es sostenida y persistente con la “anomalía” (por fraude?) de haber perdido en 2020.

Semejante liderazgo se explica sencillamente porque los métodos globalistas, tanto internos como externos, neoconservadores o demócratas, no funcionaron a favor de amplias capas de la población de clase media y humilde de EE.UU. Las condiciones de vida de la población se fueron deteriorando a la salida de la crisis de Lehman de 2007/8 y nadie revirtió eso, más allá de los números macro del PBI que pudieron haber mejorado, pero eso no significa casi nada desde el punto de vista del bienestar popular.

Al mismo tiempo, durante los 8 años de Obama, la situación geopolítica se deterioró a pasos notables. Esto fue deliberado porque se apuntaba contra China y Rusia y sus aliados reales o potenciales, en base a los juegos en la caja de arena de los geopolíticos angloamericanos que siguen los viejos esquemas de la geopolítica británica.

Trump se propuso ganar el apoyo popular para romper con esos esquemas internos y externos que están íntimamente ligados. Las guerras geopolíticas dependen del complejo militar-industrial-financiero-mediático, sin el cual no podrían ser libradas. Aquí Trump, al proponer la paz y los acuerdos, se ganó a varios enemigos: Vanguard Group, Black Rock, Bae System, etc., los grandes diarios, Google, antes Tuiteer, los Generales del Pentágono, etc., etc. Su primer gobierno fue un constante lidiar con todo eso.

Pero, evidentemente, no hay muchas personas interesadas en indagar en todo ello, en mirar abajo del iceberg. La mayoría se conforma con información que viene demasiado masticada. Si calza con sus prejuicios, entonces bárbaro. Y si no calza, nos callamos.

¿Algún día se darán cuenta los que piensan mal de Trump, por la razón que fuera, que eso favorece mucho a la causa del partido de la guerra, Wall Street y la City de Londres y toda su red global?

Trump se puede equivocar como cualquier persona. A mi me produce rechazo (hasta estético), pero mi discernimiento me dice que es un líder importante y que no se equivoca en los principios que sigue y sus instintos en general: querer reindustrializar a su país, que las clases populares vivan mejor.

Ojalá llegue vivo al cargo para el que fue electo. Hay un pueblo que tiene la esperanza de que se concrete, aunque sea un pequeño porcentaje de la visión de su líder.

Cada vez que se cuestiona a un liderazgo de conjunto o de conducción, sea el que fuera (Xi en China, Putin en Rusia, Cristina en Argentina o Trump en EE.UU.), se le están dificultando las cosas a los pueblos y facilitándoselas a las oligarquías y los imperios.

Dejemos de ser tontos satisfaciendo una y otra vez nuestras necesidades emocionales y nuestros prejuicios. Eso nos perjudica a nosotros mismos, aunque sintamos que no.

miércoles, 6 de noviembre de 2024

Ejemplo concreto de lo que dije en el post precedente.

Mirar acá:

https://www.pagina12.com.ar/780762-estados-unidos-donald-trump-vuelve-a-ser-presidente

Tomo esto solo como ejemplo de aquello que quiero que se comprenda. No quiero individualizar en el periodista porque éste se hace vocero (uno más y van ....) del sistema axiomático y postulados del progresismo dominante.

Donde hay que enfocar es aquí, no en la persona que es vocera. Más bien la persona es una víctima del discurso dominante y aceptado por sus seguidores, los que también son víctimas, aunque estén lejos de darse cuenta.

En el copete dice: 

"Es la primera ocasión en que un condenado por la justicia llega a la presidencia del país."

Supongamos que, en nuestro país, Cristina vuelve a ser candidata y gana las elecciones de 2027 y el diario La Nación o Clarín dijeran:

"Es la primera vez que una condenada por la justicia llega a la presidencia del país."

Los progres inmediatamente contestaríamos que: "la causa de vialidad u obra pública contra Cristina estaba amañada, que el Fiscal Luciani hizo un alegato político, que la causa es un mamarracho producido por el partido judicial que responde a los intereses económicos dominantes", etc., etc.

Pero, cuando hacen exactamente lo mismo contra Trump, desde dentro del Depto. de Justicia de EE.UU., por el establishment de abogados y jueces y fiscales relacionados al Partido Demócrata, manejado por Obama, y a sectores del Republicano, manejados por Bushistas o Cheney y la runfla neoconservadora, todos ligados a lo peor del establishment angloamericano, los progres dicen que: "Trump es un presidente condenado".

¿Se entiende lo que pasa? En una parte de la realidad se dan argumentos muy verosímiles (por ej., caso Cristina) y, en otra parte, se cancelan los argumentos, no se indaga nada, se hace como si el lawfare contra Trump no existiera, que lo juzga un tribunal impoluto y neutral. Y se repiten frases como si fueran mantras, en cada una de las ocasiones.

¿No les llama la atención por qué La Nación y Página 12 coinciden en esto?

Entonces, cuando se esgrimen argumentos verosímiles en un caso y se cancelan en otro, eso me hace pensar que los que hacen eso, en realidad no evalúan bien o por las razones correctas, en ninguno de los dos casos, sea por influencia de intereses o por deficiencias de análisis o por ambas cosas.

Luego, en el mismo copete de la nota del link, se lee: "La mano dura contra la inmigración y el negacionismo climático son algunas de las claves de lo que se viene en su segundo mandato."

Fijarse el recorte terrible que se hace de la realidad para poder decir que la inmigración y el negacionismo climático son "algunas (menos mal) de las claves ...".

Esto en momentos en que el presidente electo acaba de dar un discurso en el que dice que va a parar todas las guerras estalladas actualmente en el mundo debido al peligro nuclear a que podrían conducir (lo que aniquilaría a la humanidad), lo que lo va a llevar, seguramente, a contradicciones terribles con la facción de la guerra (The Vanguard Group, Black Rock, Bae System, etc., etc. y su combinación con el sistema militar estadounidense y británico y los medios de comunicación de masas que controlan).

El Presidente electo en EE.UU. está jugándose la vida (una vez más, la tercera vez) en esto. Pero se ve que los axiomas, postulados y teoremas del progresismo son irreductibles en esto, no permitiendo ingresar partes enormes de la realidad, porque, si ingresan, se verían obligados a cambiar los axiomas y postulados de base.

Las contradicciones en EE.UU. son a vida o muerte, igual que acá, salvando las distancias y proporciones. Y eso porque tanto allá (Trump) como acá (Cristina) existen "liderazgos de conjunto" que no se basan en sistemas ideológicos preconcebidos, sino en el coraje, la tenacidad, voluntad y convicción de seguir una causa y de empujar al pueblo a que la siga.

Esos liderazgos, independientemente de sus características ideológicas, incluso estéticas, tienen en común que representan símbolos en los cuales los respectivos establishments ven un peligro mortal para la continuidad de sus intereses y planes de dominación.

Es por ello, como dije en un comentario en el Blog de Artemio, espero de todo corazón que a Trump no lo maten (se cae un avión, cayó de una escalera, un loco le pegó un tiro, un atentado terrorista, etc., etc.) y a Cristina tampoco, porque sin ambos liderazgos, el mundo va a ser todavía peor de lo que ya es.

Los analistas e intelectuales progresistas deben reflexionar bastante (acerca de sus propias emociones) porque representan un sector importante de la sociedad. El método de las anomalías y paradojas.

Con motivo de las cosas que escuché de algunos analistas, periodistas e intelectuales progres sobre las elecciones en EE.UU., me di cuenta de que el problema es el mismo que embarga al gorilismo antiperonista histórico y actual.

Los recortes de la realidad, los sesgos y prejuicios que tienen son exactamente iguales, aunque no en el contenido.

En efecto, cuando se dice, por ej., que “Trump es un loco, totalitario y fascista que, con el apoyo de unos multimillonarios va a acabar con la democracia”, eso, en el fondo, está gobernado por emociones idénticas a las que se decían de Perón: “es un nazi-fascista, tirano, corrupto” etc.

Generalmente, esas emociones se alimentan de información sesgada y la reproducen casi espontánea e inconcientemente. El problema con esto es que impiden, por prejuicio, un conocimiento más preciso y profundo de la realidad.

Alguien que, sistemáticamente, se alimenta de informaciones sesgadas y mentirosas, no es libre, es prisionero de la necesidad de “satisfacción emocional” que busca inconcientemente al hacerlo.

Esas “necesidades emocionales”, sutilmente, gobiernan las predilecciones ideológicas y los estilos de análisis. Los progresistas suelen ver esto en el adversario, pero no lo pueden ver en sí mismos.

Que un periodista progre adopte como fuente de sus análisis al NYT por “su prestigio” es exactamente lo mismo que un gorila histórico adopte como fuente de sus análisis a la Prensa o La Nación “por su prestigio”. Acá no importa el contenido, lo que importa es la emocionalidad que conduce al alejamiento cada vez mayor de la realidad, vía esos contenidos.

Lo mismo sucede con cualquier “fuente” que utilicemos: el FT, Google, los “manuales de geopolítica”, Cristina, etc., etc. Si no educamos las emociones, tratando de hacerlas concientes, nos convertimos en operadores inconcientes de las estructuras dominantes que logran una ventaja al alejarnos de una comprensión mayor de la realidad y de la posibilidad de poder deshacernos de los prejuicios.

La mejor forma de ser más concientes es tratando de ver anomalías o paradojas.

Se dice que Trump es un hombre del establishment. Bien. El establishment controla a los dos partidos: Demócrata y Republicano. ¿Cómo Trump y su movimiento generó rupturas en ambos? Por el lado Demócrata, el sobrino de JFK, Robert Kennedy. Por el lado Republicano, Dick Cheney. Ambos, apoyaron al candidato del partido contrario. La resistencia a Trump en el Partido Republicano data de 2015.

Por otra parte, ¿por qué razón lo querrían matar dos veces? En el primero de los dos atentados, no murió de milagro, ya que una bala le pasó a 2 cm del cráneo, porque giró la cabeza.

La explicación mucho más sencilla es: así como a Cristina la quisieron matar porque representa su liderazgo la impugnación más fuerte a los intereses y planes del establishment, con Trump pasó exactamente igual. Lo mismo con el Law fare. Es exactamente igual. Lo dije en este Blog mucho antes de que sucedieran los hechos. 

Se dice que Trump es apoyado por multimillonarios: Musk y Bezos. Bien. Pero lo empezaron a apoyar con 6 o 7 años de demora, no desde el principio (2015/6) cuando lanza su candidatura. ¿No será que, por los desastres mundiales que genera Wall Street (Vanguard, Black Rock, etc., etc.) o sea la facción guerrera del establishment, se produjo un clivaje dentro de las élites?

Bezos (TWP, Amazon) y Musk (X ex tuitter, Space X) son figuras importantes dentro de la élite, pero no son las hegemónicas. Vanguard y Black Rock son mucho más poderosos. ¿Por qué un magnate como Musk tiene que hacer casi una militancia pública mientras que los hegemónicos permanecen en las penumbras, tras bambalinas? Si no hay reflexión sobre esto, es porque los prejuicios impiden la curiosidad. El prejuicio da una certeza instantánea. La curiosidad lleva a un trabajo de desentrañamiento y desciframiento mucho más difícil.

Dijeron que Trump desconoció los resultados electorales en 2020 alegando la mentira del fraude, que incitó la invasión al Capitolio y que el pueblo lo castigó en aquellas elecciones por gobernar mal en la pandemia.

A la luz de lo que ocurrió ayer, ¿no suena descabellado todo eso?. ¿Por qué un pueblo volvería a quien castigó hace 4 años?

Sería muy raro, por ej. en Argentina que, en 2027, castiguen a Milei volviendo a votar a Alberto. En EE.UU. es la primera vez en la historia, si mal no recuerdo, que un presidente pierde una reelección y luego gana cuatro años después.

Todas estas cosas tienen que hacer reflexionar sobre la validez de muchísimas afirmaciones.

¿Queremos soluciones a los problemas que presenta la realidad? O ¿queremos satisfacer nuestras necesidades e intereses unilaterales? No son compatibles una cosa con la otra.

Si optamos por lo primero, tenemos que resistir a las presiones “sociales” o “ideológicas” por tomar partido, por adoptar axiomas, dogmas o prejuicios. Tenemos que pensar, ser curiosos, indagar, investigar, relacionar información. Lo que pensemos lo tenemos que considerar una hipótesis o idea, nada más, porque así nos obligamos a tratar de confirmarla y, si resulta que no podemos, descartarla.

Si no educamos la mente y el corazón, no podremos encontrar soluciones a los problemas. Es así de simple. Ninguna ideología, sistema argumentativo, axiomas o postulados que elijamos (peronismo, libertarianismo, feminismo, progresismo, marxismo, etc., etc.) va a darnos solución alguna.

La realidad suele ser muy diferente a lo que la mayoría cree de ella. Por eso las sorpresas, enojos, broncas, ira, etc., etc. Al no comprenderse lo subyacente, hay frustración y angustia, sea por lo bueno o por lo malo, porque no se puede distinguir.

Como decía Jesús: “solo la verdad os hará libres”. Pero eso es lo más difícil de conquistar y aceptar.

jueves, 31 de octubre de 2024

Acerca de cómo 2 intelectuales niegan (abstrayéndolo) el factor subjetivo y creativo en la política.

Ver acá entre 5:10 y 20:06.



Este es un viejo problema que parece no cerrarse nunca. Surge y resurge una y otra vez desde, por lo menos, “El manifiesto comunista” de Marx y Engels de 1848. Van 175 años de equívocos.

En el marxismo casi en todas sus variantes, en las corrientes de izquierda en general e, incluso, en algunos sectores identificados con lo nacional-popular, existe la creencia según la cual es la “lucha de clases”, la huelga y/o movilización de masas, las protestas y la militancia activa, la solución misma al problema planteado por las estructuras dominantes.

En otras palabras, no se ve a la parte reactiva de la activación política y social como un síntoma de los problemas que nos plantea la estructura, sino como la solución en desarrollo.

JDP, que no era un intelectual al modo de los dos del video, resolvió eso con mucha más sencillez hace muchísimos años, cuando planteó la diferencia entre la masa reactiva y el pueblo activo. La masa reactiva lucha contra la injusticia (sin rumbo, orientación o liderazgo). El pueblo activo lucha por la construcción de la justicia social, ya con liderazgo.

Los intelectuales del video creen que lo fundamental es lo que sucede en la masa reactiva y, lo demás, o sea, el liderazgo, se dará por añadidura o no.

Y esto lo creen porque no comprenden la dimensión creativa, quizá porque nunca la experimentaron. Creen que todas las posibilidades están dentro de lo visible, de lo conocido. Que no se necesita hacer más que la voluntad de lo ya conocido. Todos los ingredientes están dentro de la ecuación: injusticias > protestas = solución.

Pero, cuando se dan cuenta de que la solución nunca aparece sin un liderazgo, entonces, en ese punto, tienen que borrar con el codo lo que escribieron con la mano y decir que “la solución ya estaba antes del liderazgo”, el movimiento de masas y la lucha ya la preparó.

Y lo que no terminan de entender nunca, los que así piensan, es que la capacidad creativa del liderazgo cambia las cualidades de las masas. Esto sí es lo que entendía perfectamente JDP. Por eso él insistía siempre en que el valor de una organización está dado por la calidad de sus dirigentes.

Sé que es difícil de asumir esto porque implica asumir la incertidumbre de la emergencia de un liderazgo. Qué se le va a hacer (!?). Es lo que enseña la historia. Los pueblos avanzan con líderes a la cabeza. Esa incertidumbre hay que aguantarla, no queda otra. Si no la aguantamos no nos damos lugar a nosotros mismos para poder reconocer la emergencia del liderazgo cuando ocurra.

Hay muchos, incluso los propios compañeros, que están en un estadío peor a este, no se dan cuenta de los efectos que produce el liderazgo ya existente (!). Es como una manía que tienen varios intelectuales y analistas: tienen que reinscribir todo en lo ya conocido, en lo ya sabido, sino no se sienten tranquilos. Pero esto conduce a no percibir las novedades o confundir las rupturas y las continuidades.

Cristina, al querer asumir la dirección del PJ, está intentando una ruptura. Que se dará o no según el éxito que tenga en darle un contenido y una orientación al partido.

Eso, inmediatamente, es percibido por el establishment como una amenaza a sus intereses y sus planes porque, si Cristina tiene éxito, conduce a un aumento de la conciencia popular en una dirección a un futuro gobierno nacional y popular que reconstruya el Estado y la soberanía del país, todo lo cual es una amenaza para el establishment que lo que quiere es que las luchas sigan atomizadas y desconectadas y que no se forme una idea unívoca a favor de las clases populares para regresar al gobierno.

Todos los problemas que genera este paso de Cristina son absolutamente colaterales y no hacen a la esencia de la cuestión sino a egos, cargos, intereses, etc., etc., todas cosas que el establishment quiere y va a realimentar porque dificultan la tarea esencial que se propone Cristina.

martes, 29 de octubre de 2024

El periodismo político y la “interna cristinista” (II).


Decíamos en el post anterior que la manera en que se entiende (o no entiende) el cortocircuito entre K y CFK no capta la profundidad del asunto. Ahora vamos a completar un poco esto.

En efecto, la cuestión central -que es muy difícil de explicar o hacer entender porque no se ve a simple vista- es que el establishment (local-supranacional) tiene identificado claramente como el enemigo a Cristina y opera contra ella en múltiples planos y simultánea y sucesivamente, incluso dentro de la interna peronista.

Esto último habitualmente, tanto histórica como contemporáneamente, no se lo introduce en la ecuación porque el sentido común, los factores ideológicos y los de intereses, lo excluyen a priori. Todo ocurre como si la “interna” o las contradicciones internas no formaran parte de las intenciones y de los objetivos del establishment.

Los militantes más jóvenes y varios no tan jóvenes, por lo general, se dejan llevar y obnubilar por cuestiones ideológicas y de sentido común, sin poder acceder al proceso subyacente, sin importar aquí si están o no del lado correcto.

Por ejemplo, vayamos a un caso histórico más nítido. A López Rega se lo entiende y se lo entendió exclusivamente como elemento de la interna peronista para perseguir a la izquierda peronista. Y nunca se lo entendió como una pantalla del partido militar para seguir operando, por detrás de ese personaje, en condiciones políticas adversas. Perón había logrado neutralizar a un gobierno del partido militar pero no al partido militar mismo y su poder asociado al establishment angloamericano. Perón mismo era conciente de esto, mientras que la mayoría no.

Las internas y las contradicciones no se dan nunca en un vacío de laboratorio. Para usar la palabra que Artemio usa mucho siempre existe una “sobredeterminación”. No se pueden disociar las contradicciones del proceso que las produce. Pero hay que saber entender bien ese proceso.

Así como en aquellos años se creía que López Rega era el dedo de Perón para combatir a la izquierda ahora se creen cosas formalmente parecidas, aunque con otro contenido. Pero ése es el mundo de las apariencias, de los envases, no del contenido real. Cuando podemos ver a través del envase, nos damos cuenta de un montón de cosas.

Las cosas no cambian por el hecho de que los envases o envoltorios sean distintos según cada época histórica. Realmente cambian cuando los procesos subyacentes lo hacen. El mismo proceso puede adoptar mil caras, lo que no significa que el proceso cambie mil veces. Puede ser exactamente el mismo con mil caras diferentes.

Muchos creen que todo consiste en ambiciones individuales y lineales, ya cantadas de antemano. Por ej., “Kicillof es el mejor candidato para presidente en 2027, es obvio”; “Cristina tiene que apoyar a Kicillof”; “si no lo apoya es una caprichosa, lo va a arruinar, bla, bla, bla”; etc., etc. Estas afirmaciones son producto de emociones, primero, y de percepciones espontáneas, luego.

En el trasfondo hay mucho más. Lo que pasa es que hay que pensar mucho para entender y, generalmente, los intelectuales y analistas o periodistas del mismo palo no se dan el tiempo para eso. Están metidos en una vorágine de la que les resulta muy difícil salir.

Mientras no se entienda que Cristina no es una “dirigente más”, no se va a entender mucho, se va a entender muy poco. No hay diferencias solo cuantitativas entre los dirigentes. Hay diferencias cualitativas. Cristina tiene en común con los demás que es una dirigente pero no tiene en común que es una “líder de conjunto”, que es una categoría superior de dirigente.

En tal carácter, representa la potencialidad de impugnación sistémica del establishment y, esto, el establishment lo tiene absolutamente claro. Lo que no lo tienen claro son muchos compañeros. Ningún dirigente excepto ella representa eso.

La decadencia económica y política de los últimos 9 años se debe no a malas decisiones de ella sino a que ella se fue del gobierno el 9/12/2015 y el rumbo fue cambiado. Si ella hubiera continuado, supongamos, la Argentina no se hubiera endeudado, seríamos parte del Brics, y hubiéramos estado construyendo gran cantidad de infraestructura para mejorar la vida del pueblo, la distribución del ingreso no se hubiera tornado regresiva, etc., etc. La situación del pueblo hoy sería mucho mejor que el desastre actual. ¿A quién le cabe duda de esto?

Se podrá decir que el endeudamiento fue a causa de que Cristina eligió a Scioli y, por eso, Macri ganó y pudo hacer lo que hizo. Les recuerdo que la alternativa a Scioli era Randazzo quien se mostraba más evolucionado ideológicamente que Scioli. Pero Randazzo ya vimos dónde terminó y Scioli también. Lo determinante, entonces, no es si son progres o conservadores o moderados. La ideología es el envoltorio y muchos se engañan por eso. Además, Macri ganó por la mínima diferencia en balotaje porque mintió demasiado con un discurso neoliberal progre que engañó hasta varios intelectuales y analistas progre que hablaban de una “derecha moderna” que iba a durar mucho. ¡Si engaño hasta a los intelectuales imagínense al pueblo llano!

Podríamos hablar de lo de Alberto y Massa, pero me parece que no es de mucha utilidad dar argumentos. El camino del infierno está empedrado de “buenos argumentos”.

Lo importante es entender que la existencia del factor Cristina rompe las equivalencias dentro de la clase política en Argentina. Es ella la que puede juntar la fuerza, construir el dispositivo para enfrentar lo que hay que enfrentar que es una tarea enorme.

Todos los demás, incluido Kicillof, están en otros lugares que no les permite encarar la tarea que se necesita. La suma de ambiciones individuales es un juego de suma cero, no genera nada. La combinación de ambiciones no genera nada. La “ambición” de Cristina no es “llegar a un cargo”. Ya los tuvo, llegó a lo máximo que se podía. Y dos veces. La gran causa de ella es poder generar un poder que no solo sea capaz de enfrentar sino de, llegado el momento, construir (un gobierno eficiente y eficaz al servicio del pueblo).

Solo ella puede pensar esto. No hay otra persona que pueda, con las mismas o mejores capacidades que ella, pensar eso. Cuando ella da el primer paso de su movimiento en tal sentido, obvio que genera problemas y contra acciones o reacciones, porque la realidad era distinta antes de ese paso y movimiento.

Pero el primero que reacciona es el establishment utilizando a figuras internas del peronismo de modo indirecto. Esas figuras se dejan llevar inconcientemente porque están movidos no por una idea sino por una ambición.

Esa es la ventaja que tiene Cristina por sobre todos. Ella se mueve según una idea que surge en su mente y, luego, organiza en función de eso. Es decir que ella no responde a “estímulos exteriores” si no a la concepción y ejecución que ella concibe. Este es un trabajo mucho más difícil que el de los que se mueven solo por ambición. Porque Cristina tiene que lidiar con las realidades estratégicas reales, tras las apariencias. Y va a pagar un precio muy caro por eso. La mayoría no lo paga, ella sí porque está dando la pelea real no la imaginaria.

No es tarde para que Kicillof se dé cuenta de estas cosas. Los problemas de los que fue testigo Kicillof durante el gobierno de Alberto Fernández no lo debe llevar a sacar conclusiones apresuradas.

El problema de fondo es que las gestiones de gobierno que logran transformar aspectos importantes de la realidad se basan en la coincidencia entre la figura del o la líder y la del gobernante. Cuando no ocurre así son muy difíciles las transformaciones porque éstas no se logran por mera gestión o administración, hay que poner en juego todo un liderazgo simbólico y práctico para que ocurran.

Por más que Kicillof se vea Presidente a fines del 2027, haciendo una “proyección normal”, donde no ocurran crisis o discontinuidades, va a tener que lidiar con los mismos problemas de siempre. Y no se puede lidiar con eso en forma exitosa con los métodos habituales de los “dirigentes”. Se necesitan métodos de liderazgo, pero hay que ser líder para recurrir a ellos.

sábado, 26 de octubre de 2024

El periodismo político y la “interna cristinista”.

La interpretación habitual del periodismo político, sea explícita o implícita, de la “pelea CFK vs. Kicillof”, es que la ambición de Cristina de decidir discrecionalmente las listas de candidatos perjudica el futuro de Axel K. y su camino a la Presidencia de la Nación. Que es inexplicable tal conducta de Cristina, y cómo es posible que desautorice o confronte, a través de la Cámpora, al mejor candidato que tenemos que es Axel.

Esto es visto así porque solo se reacciona a los acontecimientos del día a día pero no se presta atención al proceso en el que ellos se enmarcan.

Ya se sabe que Cristina no es líder de “conducción” en el sentido en que lo era JDP. Eso significa que, por características de la personalidad de ella, no tiene el talento y las facultades para poder arbitrar entre diversas facciones y poder darle una dirección unívoca al conjunto del movimiento. Pero eso no significa que no sea líder. En mi opinión Cristina es lo que denomino “líder de conjunto” que es una categoría menor a “líder de conducción”. El 99.99% de la dirigencia está en una categoría menor a ambas porque no constituyen liderazgo.

Ahora, por qué digo que Cristina, aún no siendo líder de conducción, siéndolo de “conjunto”, se constituye en la única líder existente en la Argentina.

Primero, porque no existe un líder de conducción desde que falleció JDP. No nació nadie ni existía nadie en aquellos tiempos que tuviera esas capacidades. Y, segundo, nadie, actualmente, fuera de Cristina, tiene las capacidades que ella tiene como “líder de conjunto”.

¿Qué capacidades son esas que tiene Cristina?

La principal es que, especialmente a partir de su segundo mandato (2011), decidió no ceder ante las pretensiones del establishment y seguir gobernando sin perjudicar las condiciones de vida de las clases populares. Esta decisión le valió asumir costos personales enormes en ella y en algunos de sus colaboradores.

Tuvo la valentía de decidir soportar los golpes. ¡Y vaya que los soportó y lo soporta todavía!

El establishment quería que empiece a revertir la distribución del ingreso que había logrado y que metiera a la Argentina en la joda del endeudamiento de nuevo. Pero ella se negó.

Fue la única dirigente, hasta ese momento, desde el fallecimiento de JDP, es decir luego de casi 40 años, que se animó a negarse a las pretensiones fundamentales del establishment. Todos los que la precedieron sucumbieron ante las presiones, disimulándolo.  Pero ella no. No necesitó disimular. Y sostuvo esa decisión hasta el fin de su mandato, a pesar de las difamaciones, law fare, campañas permanentes de provocación, mentiras descaradas, etc., etc.

Esa decisión de no sucumbir a la presión y sostener las consecuencias fue generando una relación de admiración y afecto en amplios círculos sociales, a pesar de todo. Es decir, generó una conexión emocional con una parte relativamente significativa del pueblo. Ningún dirigente, desde la muerte de JDP, había logrado eso. Hubo, antes que ella, varias ilusiones y desilusiones, pero ninguno/a logró conformar ese tipo de conexión emocional con una parte del pueblo. Esta es una característica fundamental del liderazgo que trasciende al mero dirigente.

Este es el capital simbólico de ella que ningún dirigente tiene hasta ahora. No es la jefa por un capricho, porque es “mala onda”, etc., es la jefa por ese capital simbólico nacido de la conexión emocional con una parte del pueblo, nacida, a su vez, por la valentía de no sucumbir a las presiones de gente muy poderosa y haber aguantado estoicamente los golpes.

Esa experiencia fue de ella. Es imposible de transmitir. Pertenece a su entera subjetividad. Y esa experiencia produjo efectos que no se pueden deshacer con una varita mágica. Están allí, en cada una de las personas que sintieron la conexión emocional con ella, sean gente común del pueblo o militantes y politizados.

Hay una suerte de empecinamiento, diría cultural y emocional, en no querer asumir las diferencias cualitativas, especialmente entre intelectuales y analistas, buenos o malos, no pueden identificar con justeza las causas a las que hay que remitir los efectos que se ven.

La causa de la caída catastrófica y el empeoramiento de la distribución del ingreso contra los sectores populares desde 1975/6 fue la muerte de JDP. La causa del empeoramiento de la distribución del ingreso desde 2016/17 fue la ida de CFK del gobierno.

Si no se entiende a cabalidad esto, se van a engañar por cuestiones formales y falsos debates. El factor subjetivo del liderazgo es un activo insustituible para las expectativas y aspiraciones de los sectores populares.

Cristina es una persona como cualquiera, como Axel, Quintela, o quien sea. Pero produce efectos que cualquiera no puede producir. Ella necesita la comprensión de aquellos que no pueden producir esos efectos. No importan acá las características personales de Cristina. A algunos les puede repugnar y a otros no. Esto es una cuestión estética. No quiero decir que no tenga importancia, la tiene, pero, lo fundamental son los efectos que Cristina puede producir, a pesar de todas y cada una de sus imperfecciones como persona.

Esto el establishment lo sabe. Por eso la quiso matar. Saben que es la única que está dispuesta a pagar el precio personal por los intereses de las mayorías populares y por la soberanía del país. Si surgiera otro con ese mismo valor, lo querrían matar también.

El periodismo político debiera alejarse un poco de la “vorágine acontecimiental” porque pierde perspectiva. Los acontecimientos y sus interacciones no se producen en una caja vacía, como bolitas que chocan unas contra otras. La caja está llena de “mareas invisibles” que de alguna forma condicionan a las bolitas.

Hay que cultivar la mente para que aprenda a ver eso invisible, porque con los ojos no se ve. De lo contrario quedamos prisioneros de las pasiones, de las acciones/reacciones, de aquello que es lo inmediato para los sentidos.

Pero necesitamos dirigentes que trasciendan la mera ambición personal, su puro oficio político o la reacción por reflejo. Hay que poder acceder a aquello que realmente gobierna la producción de acontecimientos futuros, para lo cual hay que saber leer bien la historia y el presente.

Y eso tampoco se puede hacer mecánicamente. Hay que poner, aunque sea un pie en el futuro para saber qué pasa en el presente. Este tipo de percepción lo da la intuición y la imaginación. Como decía JDP “hay que ser realista pero con imaginación” porque si no el realismo no nos sirve para nada.

jueves, 17 de octubre de 2024

Lo que produjo el 17/10/45 "no fue el pueblo" (!?).


Pongo el título provocativo solo para enfatizar aquello sobre lo que me gustaría que se prestara atención.

El acontecimiento del 17/10/1945 ocurrió sin que nadie se lo propusiera conciente y voluntariamente, ni siquiera por el mismo en ese entonces Coronel Perón.

Es evidente que JDP luchó entre 1943 y 1945 para despertar los intereses y aspiraciones de las clases trabajadoras. A medida que iba despertando la conciencia obrera iba sintiendo el apoyo de esos sectores, pero no imaginaba en forma concreta que una manifestación de semejante envergadura pudiera, finalmente, desequilibrar la balanza a favor de él y abrir el camino a su presidencia.

Si se dio cuenta de esta última posibilidad todavía no fue ese día en horas de la madrugada cuando lo sacaron de su prisión y lo llevaron al Hospital Militar. Se dio cuenta ya en la Plaza de Mayo, hacia las 11 de la noche, cuando vio a la multitud.

El detonante que movilizó a la multitud fue la prisión del Coronel Perón. Pero lo que creó las condiciones para que la manifestación ocurriera fue la actividad subjetiva especial que desplegó Perón durante el período en el que fue Secretario de Trabajo, un organismo creado por él mismo.

Ese raro Coronel, durante el desempeño de ese cargo, recibió y escuchó a cientos o miles de personas, tomando nota cuidadosamente de sus reclamos, intereses e ideas.

Incluso hizo un sistema clasificatorio de personas que tomaba como base el o los temas que interesaban a esa persona, para lo cual tuvo que confeccionar fichas de cada uno, donde consignaba los asuntos tratados. Cuando se repetían las visitas de la misma persona iba registrando la evolución de los intereses de esa persona y, finalmente, desentrañaba "lo que realmente quería" esa persona.

Uno podría decir: "¿a qué militar se le podía ocurrir semejante cosa?" o, incluso, "a qué persona se le podría ocurrir eso?". Bueno, se le ocurrió a él. Además de crear el organismo de la Secretaría de Trabajo y Previsión y pedir a sus camaradas que lo dejen a él presidir el mismo, después de eso, se le ocurrió clasificar personas. Todas cosas que, a los ojos de la mayoría del resto de los militares que habían tomado el gobierno el 4/6/43, carecían del menor interés y pensaban -por lo menos hasta el 17-10-45- que el Coronel era un chiflado, incluso algunos de sus amigos.

Ahí uno se da cuenta que para el Coronel JDP no regía la lógica de la ambición habitual. Porque, por esta lógica, no se necesitaba tomarse ese trabajo ni hacer esas cosas que él hacía.

El Coronel estaba poseído por una especie de "optimismo de la imaginación", siendo él una persona absolutamente empírica y realista debido a su formación militar.

En algún lugar de su mente sentía que la Argentina "estaba lista" para darle más poder a las clases trabajadoras y mejorar la producción y distribución del ingreso.

Pero, en realidad ese "estaba lista" era una idea de él, una idea que él quería que se haga realidad. Pero no se iba a hacer realidad sola, en forma automática. Al contrario, por los mecanismos del "mercado" y de la división internacional del trabajo de aquel tiempo, se iba a ir hacia todo lo contrario de dar más poder a la clase trabajadora y mejorar la distribución.

De algún modo, JDP, ya en aquellos inicios, era conciente de la necesidad del liderazgo de conducción que va creando los instrumentos de transformación de esa realidad en el sentido que él imaginaba de alguna forma.

Si ocurrió el 17/10/45 y, luego, su presidencia y, luego, los años más felices de los trabajadores y humildes de la Argentina, fue porque a JDP, que era militar, con rango de Coronel en ese momento, se le ocurrió, se le formaron ideas en su mente respecto de hacia dónde podía marchar la Argentina para modernizarse y que su pueblo mejore sus condiciones de vida. Y no solo eso, luego del golpe de Estado del 4 de junio de 1943, tuvo mucha capacidad de ejecución en el sentido de esas ideas que tenía.

Esto es lo esencial que hay que retener para entender por qué se abrieron las posibilidades que se abrieron. Fue el factor subjetivo, fue la mente de una persona y su capacidad de ejecutar y de hacer ejecutar. Eso marcó la diferencia porque abrió la posibilidad de crear lo colectivo-pueblo, superando lo colectivo-masas.

Esta es una constante en la historia de la humanidad. El factor subjetivo-creativo abre las posibilidades para nuevas direcciones y desarrollos que, luego de concretarse, toman forma objetiva, diluyendo u opacando el papel de la subjetividad que le dio origen.

El factor subjetivo actual es CFK. No hay otro. Puede haber buenos o mejores candidatos pero no superan -ni siquiera igualan- sus capacidades subjetivas.

Lamentable o felizmente, seguimos dependiendo por ahora, de la capacidad creativa de Cristina para abrir otras posibilidades que nos puedan conducir a la futura y rápida reconstrucción de la soberanía nacional en todos los órdenes y la integración y cooperación internacional con todos los países que quieren desarrollarse y mejorar las condiciones y calidad de vida de sus pueblos.

Si hay alguien mejor que ella que pase al frente, pero no porque diga “yo soy mejor”, sino porque logre transformaciones en la realidad que lo pongan al frente de forma natural. Y esta exigencia vale para Cristina misma, porque su liderazgo de conjunto depende de su capacidad creativa para transformar.

viernes, 30 de agosto de 2024

Sobre la violencia política en el período 1955-1983.

Gracias al querido Artemio que brinda el espacio para que se discutan estas cosas, paso a reproducir los comentarios que hice respecto de este post en su Blog aquí:

Villarruel, ¿hay que encarcelar a todos los Montoneros? – el blog de Artemio López (rambletamble.com.ar)

Aquí van mis comentarios con alguna que otra corrección y agregado:

La cuestión de la conciliación o alianza de clases o lucha de clases es de la problemática marxista que, en los años ’60, era una ideología dominante como clima de época por el prestigio de la revolución cubana en el ’59, el maoismo y la izquierda Francesa en los ’60, etc.

El marxismo, en sus diferentes versiones, era una ideología muy seductora para sectores intelectuales y juveniles de la sociedad argentina.

Pero para el peronismo, entendido desde la perspectiva del líder de conducción, la problemática relevante era otra.

En el poder, la cuestión era el proyecto de integración económica latinoamericana como forma de consolidar las políticas internas de soberanía, independencia y justicia social. Esto era muy distinto a consolidarse por medio de una lucha de clases que imponga la dictadura de la clase obrera sobre la burguesía.

La izquierda peronista de fines de los ’60, concluyó explícita o implícitamente, que el derrocamiento del peronismo en el ’55 se debió a qué no hizo los cambios estructurales internos que le dieran permanencia. Y que el proyecto revolucionario venía a subsanar eso.

Esto simplemente era una asunción ideológica.

La permanencia del régimen cubano, por ej., tuvo mucho que ver, a mi juicio, con la forma en que se incubó, desarrolló y epilogó la crisis de los misiles de 1962, lo que se vinculaba a la decisión de Fidel Castro de recostarse en la URSS.

Para la problemática del peronismo -desde la perspectiva del líder de conducción- la lucha decisiva no era entre clases internas dentro de un país, sino entre pueblos y oligarquías que sostienen a los imperialismos a lo largo de la historia.

El liderazgo de conducción trata de hacer del pueblo, a pesar de todas sus difereciaciones internas y heterogeneidades, un bloque conducible que pueda neutralizar al poder oligárquico que es “supranacional”.

Con la ideología marxista no se puede entender esto. Todas las categorías que usan en lo que al tema concierne son erradas y confusas. No hay “etapas”, ni roles de distintas clases para cada etapa.

El marxismo no identifica ninguna clase “extra nacional”. Solo habla de “internacionalización” del capital inglés, alemán, americano, etc., como si desde secciones nacionales se expandiera.

Toda esta problemática, tal como la plantea el marxismo, es equivocada.

El planteamiento a lo Perón era menos sofisticado ideológicamente pero mucho más agudo y realista.

Hay mucha tela para cortar en esto.

La relevancia de debatir y discutir estas cosas, querido Artemio, no es por un prurito histórico, es porque las personas, sobre todo cuando son jóvenes, tienden a identificarse con “causas” ideológicas, modas, lo “socialmente aceptable” dentro de grandes grupos, etc. a involucrarse emocionalmente en eso, lo que genera pérdida de racionalidad y rigor teórico y conceptual, además de perfilamiento individual.

Se trata de tendencias casi espontáneas en los individuos que, si no se corrigen con el desarrollo de virtudes personales y valores intelectuales y morales, conducen, por lo general, a callejones sin salida.

Esto puede suceder en cualquier época y se torna una cuestión acuciante porque en nuestro país están empezando a germinar o incubar tendencias alarmantes cuyos desarrollos pueden llevar a otra catástrofe desde el punto de vista de los derechos humanos, la economía y la sociedad. Ya no se necesita al Partido Militar para que pueda ocurrir eso. Puede ocurrir por otras vías.

Por eso es tan importante empezar a saldar este debate sobre la “violencia política” en el período 1955-1983. Si se lo encara desde el rigor conceptual y la creatividad intelectual y un espíritu liberado de ataduras emocionales y prejuicios, se puede llegar a conclusiones muy importantes que pueden iluminar el camino que tendrá que recorrer la juventud argentina para lograr la reconstrucción del país y liberarlo en el futuro.

Yo insisto en que ese camino va a ser muy difícil si un sector significativo de la juventud no desarrolla virtudes personales que contrarresten los vicios que hay por doquier, sean vicios personales de la vida privada o vicios políticos como el “sectarismo”.

Por ej. el sectarismo no es pertenecer a una “secta”, es lo más común y espontáneo que existe. Es tener la tendencia sistemática a encerrase con un grupo de personas afines o amigas porque nos sentimos cómodos con ellas, es una zona de confort. Eso solo ya es sectarismo, “interés de círculo”, si se quiere. Las agrupaciones políticas están llenas de esto. En una UB donde van 15 personas, ya se forma un círculo de 3 o 4. Imagínense a niveles mayores. Se reproduce de abajo para arriba y viceversa.

Si bien estas cosas son inclinaciones naturales de los seres humanos, no deben perturbar el desarrollo del análisis racional. El sectarismo o el interés de círculo se basan en debilidades humanas, se protegen esas debilidades en lugar de superarlas por medio de la consistencia individual y colectiva.

Todas estas cosas hay que diagnosticarlas como problemas políticos porque influyen en la política y su desarrollo. Hay que superarlas para que se recupere el dinamismo y la representatividad de las organizaciones. Porque sino todo funciona en base a los deseos, impulsos o ambiciones de los distintos intereses de círculos o sectarismos. Eso atrae a algunos y genera la apatía y neutralidad o aversión de otros. Todo esto significa dispersión, pérdida de potencial, etc. etc. Desde dentro del pequeño interés de círculo estos déficits no se ven porque las pequeñas ambiciones solo ven a muy corta distancia.

No nos quejemos de una parte del pueblo que posibilitó con su voto el actual gobierno, si un militante político más o menos “formado” no sabe distinguir un aporte valioso del que no lo es o una persona valiosa de la que no lo es. Incluso peor, cuando lo sabe distinguir lo considera una amenaza para los intereses de círculo de que forma parte. Esto se relaciona con déficits en los valores humanos y la capacidad de unir las emociones con la razón, no tanto con valores intelectuales. 

Nuestra generación lo que tiene que hacer desde el punto de vista formativo de los jóvenes, creo yo, no es enseñar historia o dar lecciones, o enseñar ideologías o doctrinas. Lo que tiene que hacer es plantearles problemas a los jóvenes que no presupongan demasiada información previa, y orientarlos a posicionarse de la mejor manera para resolverlos, cosa que se despierte en ellos la curiosidad y el deseo de resolverlos y que tengan que poner en juego tanto elementos intelectuales como emocionales y morales.

No se trata de bajar una línea ideológica desde arriba o de la dirección centralizada, ni un programa ni una doctrina y que se la aprendan y se acostumbren a deducir y a aplicarla por deducción. Esto no sirvió ni a la izquierda peronista ni a la ortodoxia peronista, ya está probado que no sirvió.

Como no supimos, luego de la muerte de Perón y la última dictadura, pararnos ni ante nuestros propios hijos, ni ante los jóvenes que vinieron luego, los dejamos a su suerte, a que cada uno asimile el pasado como pueda. La profunda derrota de los ’70 que desembocó en la peor dictadura de todas, quedó desconectada de las generaciones posteriores, de igual modo que el intento de asesinato de Cristina va quedando desconectado actualmente. Todo lo que no se procesa concientemente, queda en algún lugar y, luego, sale de la peor forma.

Lo primero y principal son las personas, los individuos, el desarrollo de sus valores morales e intelectuales y sus virtudes. Sin esto no sirve de nada producir cuadros super desarrollados. Al contrario, es peor. Perón se había dado cuenta de esto ya a principios de los años ´50, por eso se propuso el plan de abrir escuelas de conducción.

La facultad de “conducir” está en germen o potencialmente en todas las personas, adultos y jóvenes, niños y viejos, mujeres y hombres. Solo que no se encuentra desarrollada, no se la cultiva a lo largo de la vida. Esto era lo que observaba Perón desde los 19 o 20 años, cuando, con el grado de subteniente, empezó a tener jóvenes a sus órdenes.

El desarrollo de esa facultad de conducir es el factor más importante de cualquier revolución o transformación social, mucho más importante que cualquier clase de teoremas, axiomas y postulados de cualquier ideología.

Ese “factor subjetivo” se objetiva por medio de ideologías, doctrinas y formas de ejecución para que se pueda formar lo colectivo. Sin ese factor subjetivo lo colectivo se forma al modo “masas” reactivas, no de “pueblo” a favor de una causa positiva.

miércoles, 28 de agosto de 2024

domingo, 25 de agosto de 2024

Cómo el pensamiento axiomático “libertario” y “progre” contribuyen a la causa del partido de la III guerra mundial por perder de vista los principios comunes.


Hace rato que había pensado en estas cosas pero no quería escribirlas en un post. Pero, dada la situación mundial tan grave, se tenga o no conciencia de ella, me pareció que era casi una obligación hacerlo.

Es evidente de un tiempo a esta parte que se están produciendo clivajes en las élites noroccidentales respecto a la guerra en Ucrania y las provocaciones constantes contra Rusia.

Esto se puede advertir en declaraciones públicas de algunas figuras mediáticas mundiales de la élite como, por ej. E. Musk, quien varias veces se ha referido en términos muy negativos respecto a la estrategia de continuar esa guerra. Resulta curiosa la exposición pública de este individuo.

En el ámbito político, son conocidas las posiciones de D. Trump y R. Kennedy (sobrino de JFK) quienes se manifestaron reiteradamente contra la guerra en Ucrania y Rusia. Al primero de los nombrados le costó un disparo a 1 cm de su cabeza que casi lo mata y, al segundo, tuvo que ir por fuera del Partido Demócrata, como independiente, por todas las trabas que le ponían para dejarlo afuera de la boleta a la candidatura presidencial. Recientemente Kennedy renunció a la precandidatura y manifestó su apoyo a Trump en un discurso que debiera ser una pieza de estudio para toda la progresía crédula.

La lógica elemental indicaría que todos los que se oponen a la guerra y abogan por la causa de la paz hagan causa común con todos los gobiernos que estén en la misma.

Pero resulta que no, porque se los ve a Trump y a Musk haciendo elogios al Presidente argentino que está a favor de las guerras tanto en Gaza como en Ucrania y, al mismo tiempo, los ve oponiéndose a los gobiernos de Maduro y Lula que están contra ambas guerras. Es decir, en una parcela de la realidad están en contra de la guerra y, en otra parcela, están en contra de los que están en contra de la guerra y a favor de los que están a favor de la guerra.

Probablemente, Musk esté contra la guerra en el Este de Europa por razones oportunistas basadas en intereses y lo mismo, por las mismas razones y otros intereses, contra los gobiernos de Venezuela y Brasil. Uno puede razonar que, si hay cambio de régimen en Venezuela y Brasil, los gobiernos nuevos que surjan de dichos cambios serán aliados de la OTAN y a favor de las guerras.

Estas son las consecuencias de guiarse por intereses y no por principios comunes. Es uno de los mayores vicios de los seres humanos procurar la satisfacción de lo que perciben son sus intereses inmediatos gobernados por principios unilaterales implícitos o subyacentes, sin consideraciones de principios comunes, lo que lleva a la ruina de los intereses de todos.

JDP tenía absolutamente claro los principios comunes cuando insistía continuamente en aquello de que “nadie puede realizarse en una comunidad que no se realiza”. En el caso que estamos analizando, sería “ningún país puede realizarse en un mundo que no ser realiza”, lo cual está absolutamente claro en la concepción de los líderes como Putin o Xi.

Del lado progre, se ignoran olímpicamente las declaraciones contra la guerra de la “derecha” mundial y se sobredimensionan las aristas de las mismas que desafían los axiomas progres, a saber: “género”, “identidad”, “raza”, etc., sin considerar que, luego de una guerra nuclear, no van a existir los “derechos” de nadie porque no va a haber nadie, no va a existir nadie.

Al mismo tiempo, la progresía es condescendiente con los candidatos progres del partido de la guerra (K. Harris, por ej.) porque hacen declaraciones siguiendo los axiomas y postulados previamente aceptados como “políticamente correctos”.

¿Se dan cuenta cómo, cada uno, siguiendo sus propios axiomas, contribuyen, sin quererlo ni saberlo, a la causa de la guerra mundial nuclear?

La realidad no está parcelada. Ese es el juego del partido de la guerra.

Lo digo a los 4 vientos, y saben los que me leen que no soy progre pero tampoco de derecha ni “nacionalista”: NO EXISTEN RAZAS, NI GÉNERO, NI IDENTIDAD, ni nada de eso.

Existen los seres humanos que tienen todos una “llama” de seres humanos. ¿Alguien reparó por qué se usa la expresión “seres” humanos? Para los animales no se dicen “seres” animales. Para las plantas tampoco se dice “seres” vegetales.

Bueno, se dicen SERES humanos porque es una condición única, no hay otra igual, porque estamos dotados de pensamiento creativo, lo desarrollemos o no. No hay ninguna cualidad especial en las razas, géneros o identidades que no sea esto.

Si hay mujeres pobres, explotadas y sin derechos, hay que reparar eso no porque sean mujeres sino porque son SERES humanos y ningún ser humano debe estar en esa condición. Ninguno. Con los negros, homosexuales, o cualquiera, es lo mismo. Así pensaban M. L. King, Mandela, Gandi, Evita, Perón, y todos los grandes humanistas que no tenían prejuicios de ninguna clase.

Que hay particularidades es obvio, pero eso es una cuestión de políticas y administración de esas políticas, nada tiene que ver con lo conceptual de fondo. No hay nada especial en la naturaleza de una mujer, un hombre, un negro, un blanco, un amarillo, etc., etc., que no sea que son seres humanos que hay que tratarlos en su dignidad en cuanto tales.

Hay que seguir principios, no axiomas y postulados. Porque los principios son veraces y los axiomas y postulados son arbitrarios y no crean nada, solo hay juego deductivo estéril que lleva a callejones sin salida porque suelen ser manipulados por los más astutos y perversos.

Mientras no surjan líderes que sigan principios comunes, la humanidad está cada vez más cerca de la autodestrucción. Y, todas las cosas que importaban hasta ahora van a dejar de importar a los sobrevivientes que queden, si es que quedan.

miércoles, 7 de agosto de 2024

Comprendo el estado de ánimo de Grabois. Un ejemplo de cómo caminar sobre las huellas de JDP.

Ver acá.


Para hacer lo que dice (ver entre 14:10 y 15:05) tenemos magníficos antecedentes que están a nuestra disposición para consultar en cualquier momento. Ese antecedente es JDP.

El problema es que no solo no se lo quiere consultar sino que, también, hay una negación a pensar sobre esas huellas. Es una cosa totalmente absurda desde el punto de vista intelectual. Ese absurdo, a mi entender, se relaciona con dos cuestiones.

1) El aspecto emocional relacionado a una tendencia de la mayoría de los seres humanos a no querer y/o poder lidiar con aspectos desconocidos de la realidad para cuyo conocimiento se necesita poner en juego la subjetividad y creatividad personal.

2) La experiencia traumática de una derrota política y social de una generación entera ligada a un ideologismo axiomático de izquierda (como clima de época) y al cuestionamiento explícito e implícito al liderazgo de conducción de JDP.

En relación a 2), el tener que enfrentarse a la comprensión profunda del pensamiento, discurso y acción de JDP implica necesariamente enfrentarse, también, como repercusión colateral, a las razones profundas que llevaron a una generación de jóvenes a cometer errores políticos, ideológicos y teóricos tan graves.

De las “fuentes” históricas surge reiterada y claramente que en las interpelaciones a JDP por parte de interlocutores del espacio de la juventud de izquierda intentaban persistentemente decodificar sus planteamientos extrayéndolos de la problemática original que les correspondía para reducirlos y resignificarlos en función de la retícula de teoremas, axiomas y postulados de la “izquierda marxista”.

Se pueden dar muchos ejemplos de esto, pero voy a dar solo uno (principios del año 1970) a los efectos de que se tome como modelo.

Cuando se le interroga a Perón por “¿cuál es el (su) programa?”, responde con algún rodeo que es la “liberación” del país, ése es el “programa”. La problemática de Perón, desde el punto de vista del liderazgo de conducción, no admite programas (tipo marxista “de transición”, “nacional democrático”, etc., etc.). Para Perón lo que interesa es el proyecto de liberación y de integración latinoamericana.

Cuando se le insiste por el cambio radical de estructuras, destruyendo a las capitalistas, vía “cambio violento”, Perón responde que depende del punto de partida y del tipo de oposición que se le enfrente. Por ej., si se llega por medios legales y constitucionales, la vía es evolutiva. Si, en el llano, las masas se enfrentan a un poder dictatorial represivo a ultranza, la vía es la guerra revolucionaria integral que puede conducir a la desaparición de las FF.AA. por oponerse al pueblo. Si la dictadura cede y cambia, la vía puede ser la normalización institucional.

Esto está absolutamente claro en Perón, por lo menos para mi. Él parte de lo empírico y analiza y pondera alternativas. No tiene ningún axioma o postulado de programa alguno a priori. A Perón hay que leerlo en forma integral, no por partes. Porque el tiene un pensamiento que es un todo que se va desgranando en diversas partes o segmentos según los interlocutores que tiene. Pero no se pueden desconectar esos segmentos o partes. No se puede decir “uhh ante esta pregunta contesta tal cosa en la pág. tal”, porque no se agota allí, en esa página. Hay que seguir y seguir hasta el extremo de identificarse casi completamente con ese pensamiento, hasta el punto de casi adivinar lo que va a decir en la página siguiente.

No es que Perón decía una cosa u otra según su conveniencia. Pensar esto es casi ridículo. Ser empírico al extremo (propio de un militar que fue oficial de operaciones) y flexible al mismo tiempo son virtudes muy buenas en la conducción tanto militar como política.

Sin embargo, dentro de la problemática “ideologicista” de la izquierda eso era visto como oportunismo, eclecticismo, reformismo, etc. Sus interlocutores de izquierda no entendían cosas elementales de las que Perón decía, solo porque no querían lidiar con eso y porque ya habían adoptado con anterioridad una serie de axiomas y postulados que les daba la certeza revolucionaria.

Perón seguía la tradición (quizá sin saberlo concientemente) de los mejores científicos: nada hay que dar por cierto a priori. Nada es autoevidente. Los problemas no se resuelven adoptando dogmas. No hay manipulaciones deductivas (sean de las ideologías que fueran) que resuelvan problemas importantes. Así como los problemas fundamentales de la física no se pueden resolver en el reino de las matemáticas, los de la revolución y transformación social no se pueden resolver en el reino de las ideologías.

Todo esto estaba muy lejos de la sensibilidad intelectual y afectiva de los jóvenes “formados” de fines de los ‘60 y principios de los ‘70.

Las “fuentes” que revelan la profundidad del pensamiento de JDP siguen allí, a la espera de ideas-hipótesis nuevas bajo cuya luz se revitalice y nos sirva para volver a alumbrar el camino de la liberación.

martes, 6 de agosto de 2024

Consideraciones teóricas frente a una verdadera catástrofe de la humanidad. El Estado Nacional (soberano) no es un nacionalismo.

Lo que está ocurriendo en los últimos 15 años, no se lo puede percibir como “catástrofe” por la sola razón de que está ocurriendo hoy, porque se cotidianiza. Pero, en unas décadas, si queda algún sobreviviente, se va a calificar como catastrófica a esta época.

El hecho de que se repitan las crisis financieras o las guerras geopolíticas no significa repeticiones de acontecimientos sobre un fondo invariable. Muchos creen que “siempre pasa lo mismo”. Que si una vez hubo una primera guerra mundial y una segunda, habrá también una tercera, algún día. No importa lo que ocurra. Algún día va a pasar. Es algo así como, antes de salir de casa, consultar el pronóstico meteorológico que dice “algún día va a llover”. No sirve de mucho eso, no?

Más bien la realidad mundial se parece al agua que está siendo hervida, en forma continua o discontinua, pero siempre a un ritmo de ascenso de temperatura. Si la temperatura sube de 30° a 32, luego baja a 31, luego sube a 32, luego a 33, luego baja a 32 y luego sube a 34, etc., etc., se están repitiendo las subidas y bajadas de temperatura pero eso no significa que siempre pasa lo mismo, porque cada vez se acerca más a un “cambio de fase”, porque, cuando llegue a 100° va a dejar de ser agua líquida para transformarse en vapor.

La humanidad va hacia allí. Hacia un cambio de fase que puede ser muy bueno o muy malo. Depende de los protagonistas de la contienda a nivel mundial.

Uno de los contendientes es el imperialismo angloamericano. Este no es un país. Que sea “angloamericano” solo indica orígenes y desarrollo histórico, nada más que eso. Es teórico y descriptivo decir “imperialismo angloamericano” porque el concepto de “imperialismo” indica una estructura global sin nacionalidad (lo cual es un enunciado teórico). Y la palabra “angloamericano” indica orígenes y desarrollo territorial, lo cual es un enunciado que solo describe.

Ahora bien, ¿por qué, a diferencia de las doctrinas marxistas y sus variantes, el concepto de imperialismo excluye a la nacionalidad?

Porque la relación de unión de los individuos-agentes con los resortes y recursos fundamentales (que son plataformas que están en todas partes) da lugar a las oligarquías. La única manera de que esto no sea así es que las masas separadas de los mismos puedan, a través de liderazgos de conjunto o de conducción, constituir Estados Nacionales que logren controlarlos.

Ello significa que un Estado Nacional es el efecto de la relación de unión de los pueblos, por medio de un liderazgo de conducción, con los resortes y recursos fundamentales. Como cuando ocurre esto las oligarquías son desplazadas, ergo, el imperialismo queda excluido.

Y viceversa (que es la mayor parte del tiempo), cuando no existen liderazgos de conjunto o de conducción y, por lo tanto, no existe el pueblo sino las masas, no existe el Estado Nacional, siendo estos excluidos.

¿Se entiende por qué no tienen nacionalidad real las oligarquías? Porque, al excluir y desposeer a las masas de los recursos y resortes fundamentales, se satisfacen los intereses de esas oligarquías. Al ocurrir esto el comúnmente llamado Estado Nacional es solo de nombre, no es real, porque está colonizado por las oligarquías.

O sea que el dominio oligárquico genera dos fenómenos aparentes: 1) la nacionalidad nominal de los integrantes de las oligarquías y 2) la “soberanía” nominal de los Estados. En rigor, cuando dominan las oligarquías, no existen ninguna de las dos cosas en forma real.

Esto ocurrió siempre. Hace 2.500 años que ocurre. El imperialismo existió siempre, en todos los modos de producción económica, política o ideológica. Hay diferencias de grados y de formas, pero no de naturaleza. Siempre existieron los resortes y recursos fundamentales en sus diferentes modalidades y según cada época histórica. Y siempre existió el control sobre los mismos, también en sus diferentes modalidades y según la época histórica.

Es importante entender que no se trata de que siempre está el ejército del pueblo y el de las oligarquías uno frente al otro. Primero y principal porque, cuando no hay liderazgo de conjunto o de conducción, el pueblo desaparece desde el punto de vista cualitativo, al no haber causa y orientación hacia objetivos. Sigue desde el punto de vista cuantitativo, pero como “masas” desde el punto de vista cualitativo, no como pueblo, el cual requiere liderazgo de conjunto o de conducción y causa y orientación hacia objetivos, los cuales quedan fijados por una ideología y, además, una doctrina como medio de alcanzarlos, cosas que las masas no tienen.

Lo que no pueden abolir las oligarquías es la virtualidad o potencialidad de que se produzca un proceso cualitativo del cual emerja un liderazgo de conjunto o de conducción que pueda transformar a las masas en pueblo y, así, abrir las puertas a las posibilidades de constituir el Estado Nacional real, soberano. Tal proceso siempre está en potencia o latente, por más abyectas que sean las condiciones de dominación impuestas por las oligarquías.|

En el estado actual del mundo, que es consecuencia de un proceso largo que inició a fines de los ‘60 y principios de los ‘70 y que agudizó luego de la caída del comunismo soviético, los atentados terroristas en EE.UU. en 2001 y luego de la crisis financiera de Lehman en 2007/8 y la respuesta que se dio a eso, los Estados Nacionales que existen, a saber Rusia y China, no pueden consolidarse en base al “nacionalismo”, entendido y practicado como en el siglo XX, sino por medio de un creciente proceso de integraciones regionales, continentales y mundiales que dé cabida a las necesidades de cada país y pueblo y la posibilidad de satisfacerlas.

Ante el curso de los acontecimientos de los últimos años, las sociedades rusa y china pudieron darse líderes que cristalizaron en las figuras de Putin y Xi, quienes se dieron cuenta del callejón sin salida a que conducía la administración oligárquica de las crisis monetarias y financieras en Occidente como consecuencia de la especulación desenfrenada y el relegamiento total de las necesidades crecientes de los pueblos en todo el mundo.

Ante eso, como cuestión de supervivencia, Rusia y China optaron por constituir una amistad y cooperación en todos los planos (comercio, infraestructura, energía, ciencia y tecnología, etc., etc.) y, a partir de allí, invitaron a todos los países que quisieran sumarse bajo la premisa de hierro de que no se puede imponer nada a nadie y que la soberanía es una condición indispensable para el desarrollo.

Esta política de Rusia y China tuvo gran éxito porque el 75% de la población humana vive bajo gobiernos que están de acuerdo con ello.

Si uno lee con atención, más allá de la hojarasca, la elaboración del plenario del partido comunista chino y lo relaciona con las prácticas de las políticas públicas del gobierno chino, se da cuenta que, por primera vez en la historia, se está apostando a que el proceso científico y tecnológico sea cada vez más la fuerza motriz del desarrollo económico, más allá de las doctrinas económicas occidentales, cualesquiera sean.

Es decir que, por primera vez en la historia, tenemos líderes en países muy importantes que están proponiendo y, gran parte de la humanidad aceptando, que todos los pueblos de la humanidad, sin distinción de razas o grado de desarrollo, pueden desarrollarse con base al reconocimiento de tres valores:

1) La soberanía nacional.

2) La cooperación e integración internacional.

3) La investigación y desarrollo de la ciencia y la tecnología como fuerza motriz de la economía y al servicio de todos los pueblos.

Somos testigos y estamos en presencia de la revolución humana más importante de la historia por el alineamiento de estas tres cosas en forma simultánea.

Esto es lo único que puede salvarnos de la catástrofe que se cierne sobre la humanidad debido a las guerras contra Rusia e Irán y, próximamente, contra China.

Hasta que no quede neutralizado 100% el partido de la guerra (la camarilla oligárquica que controla el complejo militar-industrial-financiero-mediático en EE.UU. y en Gran Bretaña), el peligro de desmadre y pérdida de control del proceso mundial es enorme.

jueves, 1 de agosto de 2024

¿Qué pasa en Venezuela (como faceta de lo que pasa en el mundo)?


Probablemente algo muy simple.

La férula imperialista y el cipayismo venezolano al que tiene sometido orquestaron y planearon un golpe de Estado consistente en destruir los datos electrónicos de las actas de votación para, luego, iniciar una movida local, regional e internacional consistente en reclamar que muestren las actas que ellos mismos hicieron desaparecer por medio de un ciberataque, seguramente realizado desde el exterior.

En este impasse en el que las autoridades están intentando recuperar la información perdida, la férula imperialista y sus agentes internos movilizan a las masas haciendo creer que el gobierno oculta algo, cuando lo que en realidad está tratando de hacer es recuperar lo que los golpistas robaron.

El objetivo de la férula imperialista es que, por medio de tal engaño y artilugio, van ganando adeptos y adhesión a nivel local e internacional, al tiempo que crean el escenario para que los agentes infiltrados puedan provocar cualquier clase de violencia a los efectos de generar alguna clase de ruptura o división dentro del dispositivo de poder del gobierno.

La insidia, la irresponsabilidad, la locura a la que pueden llegar los manejos de la férula imperialista no tiene límites. Si tienen que matar a su propia madre para salirse con la suya, lo hacen sin problema.

Todo esto se da en un contexto mundial en el que la férula imperialista obliga a un alineamiento en todos los lugares donde puede, con "amigos a la fuerza" o con cambios de régimen, asesinatos, o lo que sea. Esto lo hacen en todos los continentes.

Esas camarillas imperialistas, controladas en última instancia por oligarcas de distinto pelaje, perciben que su sistema está en decadencia a nivel mundial, creen que Rusia y, sobre todo, China los va a desbancar.

Últimamente se dan cuenta que está fallando y colapsando el recurso geopolítico de Ucrania que usaron como instrumento contra Rusia y cunde la desesperación. Por eso indicaron al comediante Z que hable de paz para ganar tiempo y, si se puede, embaucar a Rusia. Si Z se les desvía o se hace díscolo probablemente lo maten también.

Van a intentar abrir nuevos escenarios de guerra donde sea: contra Irán; en Taiwán o Filipinas, Corea, algunos países de África y alguno en América Latina.

Van a seguir intentando el asesinato de líderes políticos y gobernantes que no se aliñen (Orban, Lula, Fico, Maduro, etc., etc.).

Es siempre el mismo comportamiento el de los imperialismos a lo largo de la historia. Incluso, a veces, en los escenarios en que pierden recurren al asesinato de todos modos, sea por venganza o por prevención. Asesinan para poder ganar y, también, después de perder. Asesinan cada vez que lo consideren necesario.

Este es el mundo en que vivimos, sin artificios, sin disfrazar la realidad, sin formalidades políticamente correctas. Más vale que la política nacional y popular empiece a avivarse y a ver la realidad de este modo crudo.

sábado, 27 de julio de 2024

El origen del imperialismo, la ceguera marxista y el “pensamiento oligárquico”.

El pensamiento oligárquico no es patrimonio exclusivo de la clase social que se llama oligarquía. En mis formulaciones teóricas (ver en este Blog parte final de mi primer post de fecha 19/8/20), definí a esta clase como un conjunto determinado por la unión de individuos-agentes a los resortes y recursos fundamentales.

A estos últimos los defino como el efecto de la combinación de elementos de distintas instancias políticas, ideológicas y económicas que dan lugar a plataformas cuyas propiedades son de naturaleza diferente a las que presentan esos mismos elementos en forma aislada (sin la combinación). Haciendo una analogía no validante con la ciencia físico-química, la propiedad y efectos de una molécula, por ej., de agua, son diferentes a las propiedades y efectos de los átomos de hidrógeno y oxígeno considerados aisladamente. No hay absolutamente ningún rastro del agua en dichos átomos.

Por ejemplo, la conjunción de multitud de fondos de capitalistas u “ahorristas” en un fondo de inversión gigante, tipo Black Rock o Vanguard, combinado con el Pentágono en EE.UU., el Depto. de Defensa, los medios de comunicación, etc., eso constituye una plataforma (el complejo militar-industrial-financiero-mediático) que produce efectos en la geopolítica mundial que no se hubieran producido si tal combinación no hubiese ocurrido.

La clase dominante no son los capitalistas u ahorristas que invirtieron capital en esos fondos de inversión, sino que es la personificación de los que concentran el poder dentro de esa plataforma. Esa concentración de poder se parece mucho a las “camarillas”. La “propiedad jurídica” de la innumerable cantidad de capitales que concurren al fondo de inversión, no tiene mayor relevancia.

Cuando Marx investigaba historia de los siglos previos al XIX a los fines de escribir los capítulos de El Capital concernientes a la “acumulación primitiva u originaria”, también existían ese tipo de plataformas con sus particularidades propias de la época, solo que no las quiso incorporar a su análisis relativo a la “genealogía” de los elementos del modo de producción capitalista.

Es por eso que en las versiones de Marx y Engels, el imperialismo es ignorado desde la perspectiva teórica. Y en las versiones marxistas posteriores, por ej. la de Lenin, la dimensión del imperialismo es incorporada solo como “fase superior” del capitalismo, ignorando olímpicamente que esa dimensión existió a lo largo de toda la historia humana. Lenin solo describió una forma o modalidad de esa dimensión, la que dio lugar a la “oligarquía financiera” del capitalismo. Esto tuvo como consecuencia que los marxistas que le siguieron ignoraran todas las otras modalidades del imperialismo en la historia precapitalista que es muy extensa y en la cual también existían oligarquías.

El otro problema es que en la versión marxista de Lenin y las posteriores, el imperialismo aparece referido, también, a un sujeto que serían las “grandes potencias”, o sea países muy desarrollados y avanzados que dominan a otros países.

El implícito de estos dos problemas -que el imperialismo se identifique solo con una forma capitalista y que se remita a la acción de países que son “grandes potencias”- es que la acción imperialista tiene su base en burguesías nacionales muy desarrolladas que impulsan a sus países al dominio de otros. De esta lógica se desprende lo de la guerra mundial como “lucha inter imperialista”.

La perspectiva teórica que planteo es muy diferente a esta que acabo de referir, puesto que los resortes y recursos fundamentales existieron siempre a lo largo de la historia (no solo en el capitalismo) y quienes lo controlaban también. Solo cambian las modalidades de existencia de esos recursos y del control.

Los países no son el sujeto de la acción, sino el objeto de la acción. Aunque se puedan convertir en victimarios de otros países, son víctimas de las camarillas oligárquicas que son el verdadero sujeto de la acción. Por lo tanto, mal puede haber “lucha interimperialista entre países” puesto que no son el sujeto. Que el gobierno de un país (no importa si es potencia o no) colonizado por oligarquías toma medidas contra otros países que no presentan esa colonización, no es “lucha interimperialista”, sino lucha de las oligarquías contra lo pueblos que no quieren someterse. Los que tiran la piedra no significa que sean los autores intelectuales y financiadores. Los que se defienden de las pedradas no significa que sean “imperialistas”.

Por eso es tan importante volver a las fuentes y entender todas las consecuencias que tiene la comprensión de la historia como lucha entre las oligarquías y los pueblos. Las categorías de oligarquía y pueblo son absolutamente esenciales. Es casi imposible comprender nada de la historia ni del presente sin esas categorías. JDP tenía absolutamente claro esto. Es una lástima que muchos peronistas no.

Volviendo al principio, decíamos que el pensamiento oligárquico no es patrimonio exclusivo de la clase oligárquica. Es más bien una tendencia perdurable a la recaída mental de los seres humanos relacionada a un materialismo exacerbado y un pesimismo cultural y espiritual. Estos rasgos están institucionalizados de manera permanente en el modo de dominación oligárquico.

Cuando se consideran dados los recursos, como si fueran fijos, la mente solo se orienta a cómo hacer la administración de ellos y distribuirlos. A medida que aumentan las bocas que alimentar, surgen las preocupaciones sobre el futuro, se hacen cálculos, pronósticos de cuánto durarán los recursos a medida que aumenta la población. Las antigua doctrina de Gianmaría Ortes copiada por Malthus y la contemporánea del Club de Roma reflejan esto.

Como consecuencia de esto, en lugar de enfocar la educación e incentivar a los individuos hacia la solución de los problemas reales de la economía física, se sobredimensiona la parte ficticia de la economía y las finanzas con burbujas especulativas de todas clases como una manera de encubrir la falta de dedicación y preocupación por generar riqueza real.

A su vez, la enorme desigualdad y la concentración de “riqueza” en pocas manos, contribuye a encubrir los problemas reales y a dar importancia a los imaginarios, generando una sensación de que se produce demasiado y se daña el medio ambiente.

A medida que esta perspectiva se consolida cada vez van a tener más importancia las estrategias que conserven los recursos para ciertos grupos privilegiados, restringiéndolo para las mayorías por medio del daño y la supresión biológica. Para lograr esto empiezan a tallar las consideraciones geopolíticas de guerra o reordenamiento como decía JDP.

Hoy, la humanidad está dividida entre la facción noroccidental transatlántica con algunos “amigos a la fuerza” en Oriente que quieren la guerra contra Rusia y China y la parte mayoritaria de los gobiernos y población del mundo que intenta el reordenamiento geopolítico junto al impulso de la ciencia y la tecnología al servicio de todos los seres humanos.

Es decir, la parte de la humanidad dominada por la camarilla oligárquica occidental, expresa la recaída en el materialismo y del pesimismo cultural y espiritual, que, desconfiando de la evolución porque podría traer aparejada una libertad humana mucho más verdadera y, con ello, ponerse en peligro la reproducción de la hegemonía oligárquica, solo ofrece la guerra o distopías absurdas.

Los líderes de la otra parte de la humanidad (por fortuna mayoritaria), no consideran a los recursos fijos o dados, sino que confían en el recurso de la mente humana que es infinita desde el punto de vista intergeneracional y que, allí, más el corazón humano (los afectos), es donde residen las soluciones potenciales a los problemas y desafíos de la reproducción de la humanidad, tanto en lo material como lo espiritual.

Estas siempre fueron las dos tendencias que, eventualmente, se enfrentaron a lo largo de toda la historia humana, bajo las formas de la lucha entre los pueblos y las oligarquías. Los primeros necesitan liberarse para poder disponer de los beneficios de la evolución. Las segundas necesitan someter y sojuzgar para asegurar la reproducción de su propia dominación, subordinando la evolución a estos fines unilaterales.

En la historia se presentan, cada tanto, estos puntos de inflexión, en los que, el oligarquismo detiene la evolución humana, subordinándola a sus propias necesidades mezquinas y unilaterales. El riesgo del punto de inflexión actual es que existen armas nucleares y es la primera vez en la historia que, si se deja el destino en manos de ese oligarquismo, corre riesgo la supervivencia de la vida en la Tierra.

martes, 23 de julio de 2024

Beethoven, la ciencia y la política.

Esta obra


se estrenó originalmente hace 200 años, cuando su autor tenía unos 54 años y, probablemente, empezó a tomar forma en su propia mente 30 años antes de eso, quizá en la época en que empezaba a quedarse sordo.

Para llegar a semejante concepción y ejecución se tuvo que subir a hombros de gigantes que le precedieron (Mozart y Bach). Y, desde allí, creó lo suyo, algo sublime. No hizo refritos de sus antecesores. No sacó de una partitura allá o de acá o de más allá. No solo recorrió, otra vez, los mismos peldaños de la escalera de sus predecesores, sino que creó y agregó su propio peldaño.

El secreto de los genios es que pueden re experimentar en su propia mente el proceso mental de los descubridores que les precedieron que no es lo mismo que jugar a deducir a partir de la apropiación de los resultados que se obtuvieron como su consecuencia.

En la política (y en la ciencia también) pasa parecido. Las grandes transformaciones que mejoran la vida de los pueblos son el efecto, en última instancia, de líderes creativos que, montados a hombros de los gigantes que les precedieron, logran plasmar en la concepción y en la ejecución su proceso mental único y original.

La reconstrucción futura de nuestra querida patria va a necesitar ineludiblemente un o una líder de conducción creativo/a. Y, de nuevo y como siempre, él o ella tendrá que montarse sobre los hombros de los gigantes que le precedieron para plasmar su propia y original concepción y ejecución, resolviendo lo que las doctrinas e ideologías anteriores no pudieron resolver.

La única manera de mantener viva la llama de la inspiración que dio lugar a un Rosas, a un Yrigoyen o a un Perón o a una Evita es que surja una nueva inspiración que dé lugar al futuro líder de conducción.

Yo estoy muy de acuerdo con la confrontación y la lucha contra las injusticias, pero eso lo hacen las masas. Para recorrer el camino de la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación necesitamos al pueblo. Y para tenerlo a éste, necesitamos al líder o la líder de conducción.





viernes, 19 de julio de 2024

Sofismos generados por la contaminación e instilación de la doctrina geopolítica angloamericana y el problema de los intelectuales.

1) “Rusia invadió a Ucrania, ergo, es el agresor y el que inició la guerra”.

Si a Ud. viene alguien y lo ataca, primero trata de esquivar y luego reacciona para tratar de neutralizar al atacante, en esa tarea va a tener que tirar alguna trompada. Supóngase que su atacante tiene un cómplice que es periodista que está a unos metros de donde se desarrolla la escena, y ese periodista le saca una foto justo cuando Ud. tira la trompada y, al día siguiente, la publica diciendo que Ud. es un agresor. Le dicen a 2.000 millones de personas que Ud. es un agresor cuando se estaba defendiendo de un ataque.

Luego, imagínese que Ud. es Rusia.

Pero la realidad es mucho peor que el escenario de la suposición precedente. Porque Rusia sabía que se estaba organizando el ataque a los territorios de población rusa en el Sudeste de Ucrania desde el 2014, año del golpe de Estado en Ucrania patrocinado por EE.UU. e Inglaterra. Rusia estuvo 8 años tratando de atajar los innumerables ataques a los pueblos de esas regiones que no acataron el golpe de Estado, y trató de llegar a una situación estable por medio de los acuerdos de Minsk. Merkel, una de las garantes de los acuerdos hace poco confesaría que se estuvo engañando a Rusia para ganar tiempo para que la OTAN pueda armar a Ucrania.

La táctica geopolítica es que la provocación quede más o menos encubierta y en la penumbra. Esto lo garantizan los medios de información que durante 8 años estuvieron escondiendo las masacres de civiles en el Donbas. Por su parte, la reacción a la provocación es publicada en todas partes en una campaña de acción psicológica. Esa táctica es parte de una estrategia geopolítica que es el “cambio de régimen” en los países díscolos que tienen liderazgos que intentan liberarse de lo que JDP llamaba “férula imperialista”.

2) “Hay que respetar el principio de integridad territorial de Ucrania”.

Un principio tal es para un pueblo, no es un fin en sí mismo. Los principios se respetan para garantizar el bienestar de un pueblo. Si la “integridad territorial” se convierte en una forma de encubrir y garantizar el genocidio y la represión física y cultural de una porción significativa de un pueblo, deja de servir al principio superior del bienestar del pueblo, es decir, deja de ser un principio para convertirse en un medio de sojuzgamiento y arbitrariedad.

Por eso, es una tontería sofista hablar de la “contradicción entre el principio de integridad territorial y autodeterminación del pueblo”, no hay ninguna contradicción porque no se vuelve uno contra el otro, sino que se usa uno como pretexto contra el otro. Al usarse así, el principio deja de ser tal, porque un principio no puede violarse a sí mismo, no puede ser un fin en sí mismo, ignorando al principio superior al que responde.

Esto me hace acordar cuando le discutían a Perón el “principio de neutralidad” histórico de Argentina. Perón les decía a los impugnadores de la decisión de declarar la guerra a Alemania, un mes antes del suicidio de Hitler (declaración sin repercusión práctica militar alguna), que el principio de neutralidad se hizo para salvaguardar los intereses de la Nación, no era un fin en sí mismo.

También me hace recordar cuando en 1955 los oficiales leales a Perón le aconsejaron a él que hiciera aplicar la justicia militar, con ejecuciones y fusilamiento de los sublevados. Perón les dijo que la Constitución y las leyes se hicieron para la Nación, ésta no es para la Constitución y las leyes. Que el valor superior que había que defender es la Nación misma, o sea al pueblo, evitándoles perjuicios y sufrimientos materiales y espirituales.

Como puede apreciarse, JDP siempre estaba pensando en el bienestar del pueblo, en evitarle perjuicios y sufrimientos. Todo lo demás está subordinado a eso.

3) “La última expansión de la OTAN responde a los temores que tienen los países al poderío militar ruso”.

El supuesto aquí es que esos “temores” son de países soberanos que “solicitan” la incorporación a la OTAN libres de todo condicionamiento y presión.

Suecia y Finlandia, por ej., son países que sucumbieron a las presiones tremendas de los personeros de las estructuras de la OTAN y del sistema angloamericano. Es una ingenuidad lindando con el ridículo pensar que se trató de acuerdos de caballeros de países soberanos con otros caballeros de países soberanos de la OTAN.

Es obvio que ese trasfondo en el que la “férula imperialista” doblega 2 siglos de tradición neutral de gobiernos en un determinado país, no puede presentarse a la opinión pública así. Sería una indecencia. Tienen que armar el espectáculo de la sofistería. Entonces dicen: “Suecia solicitó ...”; “Finlandia preocupada por su seguridad pidió ...”; etc.; etc. Lo que me cuesta entender es cómo hay gente que se autopercibe como peronista, se cree esta superchería. Perón se pasó toda la vida desenmascarando las supercherías.

Ese supuesto “temor” de esos países, a partir de ahora, se va a ir haciendo realidad porque Rusia, ante la situación creada en el Norte de Europa con la OTAN, va a crear nuevas divisiones de su ejército y colocará infraestructura con misiles que apuntarán a Suecia y Finlandia. Cosas que nunca se les hubiera ocurrido a los rusos hacer antes de que esos países “se preocuparan por su propia seguridad”.

El problema que tienen demasiados analistas e intelectuales es que, por las costumbres y hábitos de su formación intelectual, componen la realidad como un “collage”, tratando de compaginar lo que leyeron allí, allá, acá, más allá, etc.

La imagen que resulta solo parece coherente si se parte de axiomas y postulados arbitrarios, sino no. Si uno por medio de ideas-hipótesis va profundizando se va dando cuenta que no hay tal collage, que eso es una apariencia, que no resiste a la indagación más profunda.

Pero como esa indagación requiere mucha más concentración, energía y un grado de aceptación de la propia subjetividad que arriesga ideas e hipótesis, se desiste rápidamente y se recurre enseguida al collage, tomar de allí, de acá, etc., dándole a todo una pátina según el axioma y postulado de predilección.

No se puede defender lo colectivo, lo popular, lo nacional, si negamos nuestra propia subjetividad al disolvernos o confundirnos con discursos de otros, sean dominantes, contrahegemónicos, o los que sean.

Las soluciones residen en las mentes y los corazones de las personas, de los individuos. Sin esas soluciones el colectivo no se puede formar más que en modo reactivo, de “masas”, no de pueblo.

La transformación de la masa en pueblo, como pensaba JDP, necesita de individuos que pongan en juego su propio criterio, su creatividad educada y cultivada.

El origen de las mejores doctrinas e ideologías y teorías científicas reside en eso, no es más que una proyección más o menos organizada y objetivada de ese factor subjetivo.

Pero ese factor subjetivo no debe desaparecer nunca, ni puede ser reemplazado nunca por doctrina, teoría o ideología alguna.

En todos los “marcos teóricos” tarde o temprano se presentan problemas, porque son finitos y la realidad parece que no, es infinita y dinámica. Cuando esos problemas se presenten no existirá un marco teórico previo que los resolverán. Habrá que crear otro y, para eso, volver a hacer funcionar la “usina” de nuestra mente.

Así como no existe una comida de un día que nos ahorre usar la boca todos los días, sino que debemos usar la boca para comer todos los días, lo mismo ocurre con la mente, debemos usarla todos los días, no hay una doctrina fija que nos ahorre el trabajo de pensar, o, a lo sumo, si la hay, es por un tiempo bastante transitorio.