martes, 29 de diciembre de 2020

Declaración del Presidente de los EE.UU. Posible guerra civil.

En razón de la censura imperante implementada por las oligarquías que controlan los medios de comunicación globales recomiendo leer la declaración del Presidente Trump aquí:

https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/statement-from-the-president-122720/?utm_source=link

A menos que Trump abandone la lucha en razón de asuntos relacionados con su seguridad personal y la de su flia., es muy probable que la movilización en su apoyo vaya in crescendo y que se organicen grupos de choque manipulados por los intereses oligárquicos a fin de neutralizar dicho apoyo. Esto podría generar violencia contra personas y cosas.

Cuando se juega el destino de varias generaciones de seres humanos, suele imponerse la verdad, no las percepciones o los decretos formales legislativos.

Sras. y Sres, la nieve es blanca, por más que digan a miles de millones de personas que es negra.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Los planes oligárquicos para el mundo pos pandemia. Lo que tenemos que tener claro para nuestra soberanía.

Como señalábamos en la presentación de la teoría en agosto pasado, la estructura imperial global posiciona a todos los individuos del mundo como: i) unidos a los resortes y recursos fundamentales (RRF), con lo cual tenemos a las Oligarquías (O); o ii) como separados de ellos, con lo cual tenemos a las masas (M, incluye obreros, burgueses, etc.). Estas posiciones son independientes de la voluntad de los individuos.

A partir de esa estructura existe potencialmente la lucha entre las O y las M. Digo "potencialmente" porque eso sí depende de la voluntad de los individuos, de su conciencia, organización, de su capacidad de darse líderes de conducción (LDC), etc. Lo que no está garantizado de antemano. Ser desposeído de los RRF es una condición necesaria pero no suficiente para luchar.

También decíamos que las M, cuando tienen LDC, pasan de un estado de resistencia y reacción a uno de creación y afirmación del Estado Nacional soberano, con lo cual dejan de ser M para convertirse en Pueblo (P). Esta distinción se encuentra en Conducción Política de JDP.

Ahora bien, qué está sucediendo en el terreno de la lucha entre ambas voluntades contrapuestas, allí donde está ocurriendo?.

El principal escenario actualmente es EE.UU., donde recientemente, las O, a través de sus personeros, lograron abrir la posibilidad de un cambio de régimen en ese país, por medio de un fraude electoral que involucra el falseamiento de más de 2 millones de votos.

¿Quiénes son las O en EE.UU.? Son las mismas que en todas partes, porque son clases globales, no nacionales. Para ellas los países son "escenarios locales" de su dominación imperial.

Se trata del complejo militar-industrial (denunciado en su momento por el Presidente D. Eisenhower) y su red de empresas privadas controladas por Wall Street (por ej. Raytheon, entre varias otras); los organismos de control geopolítico (Cia, NSA, etc.). Este es el núcleo duro. Luego están todos los auxiliares que están en el bolsillo de ese núcleo duro: Partido Demócrata, parte del Republicano, Departamento de Justicia, Reserva Federal, Corte Suprema de Justicia, medios masivos de comunicación (redes sociales, diarios, cadenas de TV, etc., etc.).

Todos esos aparatos organizaron y militaron el fraude electoral en perjuicio de la reelección del Presidente actualmente en ejercicio.

Ellos creen que tienen la partida ya ganada y que convencieron al mundo de que la nieve es negra, aunque la realidad nunca es tan simple y siempre se pueden esperar sorpresas.

En esa creencia y afán están diseñando el mundo pos pandemia.

Lo fundamental que nos interesa aquí es que quieren "resolver" la crisis de los sistemas monetarios y financieros que aquejaba mucho antes de la pandemia, caracterizada por burbujas especulativas descomunales y salvatajes financieros sin crédito a la economía real, entre otras cosas.

Lo que están pensando es en una moneda digital de los Bancos Centrales del mundo donde cada cliente pueda tener una cuenta bancaria. Esto conduciría al cambio de función y/o eliminación de los Bancos comerciales a expensas de los Bancos de inversión.

Esto implicaría un control férreo sobre las decisiones de inversión y de gasto de los Estados y de los individuos, porque dicha moneda serviría sólo a los fines considerados deseables por los BC y la Banca de inversión. Probablemente dichos fines deseables sean la "burbuja verde" (energía solar y eólica, baterías, cambios en la agricultura y ganadería, etc.).

Por supuesto este rediseño monetario y financiero irá acompañado de la proliferación de guerras geopolíticas en todas partes del mundo, incluso en Centro y Sudamérica.

Como ilustra la historia, siempre surgirán patriotas, en cualquier lugar, que sostengan la lucha por satisfacer las necesidades y el bienestar general de los pueblos, a partir de decisiones soberanas y en armonía entre soberanías. Y esos patriotas serán perseguidos y calumniados (en el mejor de los casos) por las O que quieren decidir ellas el destino de los pueblos del mundo como si fueran vacas que van al matadero.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Breves reflexiones personales sobre el fallecimiento de Diego Armando Maradona.

En estos días anduve embargado por un profundo sentimiento de pena, como creo que le pasa a alrededor del 70% de la población argentina. Así que no es nada personal en el sentido estadístico pero es todo personal en el sentido humano.

Me pregunté ¿por qué una persona que nunca conocí personalmente, solo por los medios de comunicación, pudiera generar tal intensidad de sentimientos?.

Tratando de responderme, mis recuerdos me trasladaron a la calle Ventana, barrio de Pompeya, hace más de 40 años.

Por allí, hace más de 80 años, mi abuelo materno, que era español, había construido su casa con sus propias manos y la ayuda de un albañil italiano, si no recuerdo mal la versión que oí por parte de mi madre. Mi abuela trabajaba en una fábrica textil en las inmediaciones, luego quedaría paralítica por un tumor en la médula.

Así que desde que tengo memoria, era ritual ir todos los domingos a la casa de la abuela y pasar el día con ella. Estábamos desde el mediodía hasta pasada la medianoche.

En una TV que usaba mi abuelo veía algún partido de fútbol y los goles de los otros partidos. En esas circunstancias fue cuando me di cuenta, por primera vez, que Maradona era un genio. Yo tenía 14 años y él 19. Yo era un púber, él un adolescente. Lo había visto antes en la tele blanco y negro por primera vez a Maradona en 1976 o ‘77, jugando un amistoso para la selección argentina. Creo que era verano, yo estaba en Mar del Plata. Tenía 11 o 12 años y él 16 o 17. Pero en ese tiempo, yo era un niño y no me percataba de su genialidad. Pero, como decía, fue en la casa de mis abuelos donde sucedió que ese genio empezó a tomar vida en mi propia mente. Algo parecido a lo que los psicólogos llaman “identificación”.

Esos domingos, en horas de la noche, en la vereda y la calle frente a la casa de mi abuela solía pelotear con una “plastibol” (esas pelotas que volaban), tratando de imitar al genio en alguna gambeta que me llamaba la atención.

En aquellos días me consideraba un destacado jugador de fútbol, de buenas condiciones técnicas. Esa era la opinión, explícita o implícita, también de mis amigos y compañeros de la escuela. Así y todo, cuando quería replicar algunas de sus gambetas, me era imposible. ¿Cómo hace eso? Recuerdo la pregunta en mi mente de púber de 14 años. Y, aunque comprobaba la imposibilidad de hacerlo yo mismo y mi propia insuficiencia, me daba una agradable sensación el tratar de imitarlo porque me parecía que en algo mejoraba mis recursos futbolísticos.

Así empezó a vivir Maradona en mi propia mente. Esa identificación fue cambiando a lo largo de los años y las décadas.

Y esa es la respuesta a la pregunta de arriba.

Gracias al Diego pudimos ver el enorme potencial del que el ser humano está hecho. Y eso nos dio esperanza y alegría de vivir. No es lo mismo vivir sabiendo que hay un genio entre nosotros que vivir sabiendo que ese genio ya no está.

Al irse él, se va también parte de nuestra vida. De allí que la pena no es solo por él, es también por nosotros mismos

miércoles, 25 de noviembre de 2020

El pensamiento oligárquico.

Así como existe un pensamiento nacional, hay un pensamiento oligárquico (PO) que se le contrapone.

El PO fluye a través de usinas dependientes de los controladores de los resortes y recursos fundamentales (RRF, ver proposición 1 teoría presentada en agosto pasado). Obviamente dicha dependencia es más o menos oscura, disimulada, pero se puede rastrear si uno se toma el trabajo.

Los controladores de los RRF (los oligarcas, ver proposición 2 de la teoría) rara vez manifiestan por sí lo que piensan, lo hacen a través de terceros, como si éstos fueran canales independientes.

La mayoría o, por lo menos, un consenso de oligarcas (O) hacen creer a la opinión pública que el mundo está superpoblado, que el desarrollo económico y el avance científico y tecnológico es pernicioso para el medio ambiente, que se necesita una gobernanza global por encima de los Estados, que el entretenimiento es más importante que la educación, entre otras cosas.

Mi opinión es que todo esto en realidad ellos mismos (los O) no lo creen, solo impulsan esas creencias –a través de terceros- porque contribuyen a facilitar y reproducir su control sobre los RRF.

El PO es como un antídoto contra cualquier posible pretensión de los pueblos (P ver proposición 3 de la teoría) a través de su Estado Nacional soberano.

Los P, cuando están bien conducidos por un liderazgo de conducción, quieren aumentar la población y mejorar sus características sociodemográficas; quieren desarrollo económico productivo y mejorar la distribución del ingreso; quieren avance científico y tecnológico al servicio del desarrollo y del cuidado y recreación del medio ambiente (los P no quieren una ciencia y tecnología mediocre y contraproducente en aras del conservacionismo ecológico); quieren mejoras sustanciales en la educación pública, tanto científica como humanista.

Esos quereres son todos congruentes entre sí, no se pueden contradecir. Por ej., si se adopta energía solar o eólica, eso iría contra la posibilidad de aumentar la población y del desarrollo económico porque esas fuentes de energía no son lo suficientemente densas como para abastecer proyectos productivos necesarios.

El PO es muy hábil en interpelar la parte emocional de la naturaleza humana, pero lo hace en un sentido negativo, escéptico, explotando prejuiciosas creencias de las personas, sus miedos y sus nobles sentimientos. Pero cada punto de la agenda del PO está diseñado para prevenirse contra el Estado Nacional soberano, aunque la opinión pública no se dé cuenta.

Por eso la tarea educativa es importante en el sentido de lograr que las personas sepan más de lo que crean. Hay que aumentar el saber de cierto a expensas de las creencias.

Los educadores tendrán que explorar cómo interpelar la parte emocional de la naturaleza humana promoviendo el optimismo cultural, el conocimiento científico a través de la curiosidad y no en función de agendas ideológicas preconcebidas, enseñando a lidiar con el miedo y la incertidumbre, es decir, tratando de neutralizar el sentido de la interpelación oligárquica.

Mi esperanza es que tiene que haber una forma de educación emocional que potencie la parte racional de las personas y viceversa. Si no la hay, seremos peones de los juegos oligárquicos hasta el fin de los tiempos.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Un cuento de lobos.

Había una vez una jauría de lobos que entraron a un corral de corderos. Hicieron estragos, mataron, derramaron sangre y se comieron a algunos.

Ante la alarma de los otros corrales de corderos que estaban algo más lejos, a los que llegaba el sonido de las lamentaciones de sus congéneres donde ocurría la matanza, un Sr. lobo autorizado, emitió una declaración solemne: “Ante noticias que se prestan a la desinformación, informamos a los animales corderos de todos los corrales que no ha ocurrido nada y que los organismos competentes certifican que está todo Ok. Que no se dispone de ninguna prueba de que haya ocurrido algo. No se presten a las campañas de desinformación”.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Aquí está la inspiración de este cuento:

https://oti-blog.blogspot.com/2020/11/se-acuerdan-de-smartmatic-contratada.html

https://www.smartmatic.com/es/noticias/articulo/ejecutivo-de-smartmatic-elegido-para-el-comite-ejecutivo-del-consejo-coordinador-del-sector-de-infraestructura-electoral-del-dhs/


martes, 17 de noviembre de 2020

¿Se acuerdan de Smartmatic contratada por Macri para hacerle fraude al Frente de Todos?

Aquí las denuncias que hacía oportunamente el ingeniero electrónico Ariel Garbarz sobre la empresa Smartmatic dedicada al procesamiento de datos electorales:

http://www.pais24.com/index.php?go=n&id=354266

https://elgritodelsur.com.ar/2019/07/garbarz-el-software-que-se-usara-en-las-elecciones-es-ilegal-e-inconstitucional.html

Bueno, parece ser que el jefe de dicha empresa es el lord George Mark Malloch Brown quien fuera socio de George Soros, ver aquí:

https://en.wikipedia.org/wiki/Mark_Malloch_Brown,_Baron_Malloch-Brown

https://www.ft.com/content/ddf42272-7308-11e4-907b-00144feabdc0

https://rebelion.org/quien-es-mark-malloch-brown-el-verdadero-jefe-de-smarmatic/

Ya sabemos lo que piensan George Soros de Donald Trump y el otro George el lord debe pensar igual, ya que parece que Biden lo nombró para integrar el consejo de transición.

Ahora, fijarse las denuncias que están surgiendo en EE.UU.:

https://www.youtube.com/watch?v=NYLWQ-UeJ6Q

Nuestra vieja amiga (de Macri) y querida Smartmatic haciendo fraude a favor del Partido Demócrata!!!

Qué feo, Sres. Eso no se hace. Queda mal que los progresistas hagan fraude. Eso déjenlo para los republicanos y para juntos por el cambio.

En todas estas cosas se puede ver la impunidad con la que se maneja el sistema oligárquico:

1) Hacen fraude electoral gracias a empresas creadas por ellos (los oligarcas).

2) Intentan censurar las denuncias de ello gracias a medios de comunicación que son de ellos (de los oligarcas).

3) Estigmatizan a la víctima del fraude electoral.

4) En caso de que les falle todo lo anterior y no puedan lograr sus objetivos, recurrirán a las conspiraciones reales, incentivando toda clase de caos en las calles. Esto no deja de ser irónico puesto que los oligarcas son los desmitificadores de las “teorías de conspiración” (ajenas, porque recurren a toda clase de teorías de conspiración cuando lo necesitan: colusión de Trump con los rusos, títere de Putin, etc.).


Este es el estado del mundo hoy. Una pinturita.

Saquen sus propias conclusiones.


domingo, 15 de noviembre de 2020

A ver si se entiende de una vez lo que dijo Cristina acerca del poder político y el poder "real".

Ver aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=fRpf_3PGbUI

Allí decía Cristina que en Argentina y en "el mundo contemporáneo" el presidente tiene una cuota minoritaria del poder. Ella lo cuantifica en 25% del poder total.

Aquí tenemos un ejemplo de eso

https://www.defenseone.com/threats/2020/11/outgoing-syria-envoy-admits-hiding-us-troop-numbers-praises-trumps-mideast-record/170012/

Allí un ex diplomático admite cómo se lo engañaba al Presidente de EE.UU. sobre el número de tropas estacionadas en Siria.

Recientemente, debido a que el Establishment (Wall Street y Complejo militar-industrial) es cómplice del fraude en las elecciones presidenciales contra el Presidente de EE.UU. éste despidió al secretario de defensa Mark Esper (hombre que está dentro del bolsillo de Vanguard Group, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo), lo que tuvo repercusiones en el Pentágono donde renunciaron importantes funcionarios.

https://www.diariosumario.com.ar/internacionales/2020/11/11/malestar-en-el-pentagono-tras-la-renuncia-del-subsecretario-interino-de-defensa-24521.html

https://es.theepochtimes.com/civiles-de-alto-rango-en-politica-e-inteligencia-renuncian-durante-cambio-de-personal-del-pentagono_752115.html

https://es.theepochtimes.com/nuevo-secretario-de-defensa-le-dice-a-las-tropas-estadounidenses-es-hora-de-volver-a-casa_753831.html

En este último enlace, ver el vínculo al memorándum del nuevo secretario de defensa dirigido a los empleados del ministerio de defensa, donde se da el lujo de citar palabras de Abraham Lincoln. Es decir que el Presidente Trump ha puesto hombres identificados con la tradición patriótica estadounidense en reemplazo de aquellos identificados con los "intereses especiales" del establishment, léase Wall Street y complejo militar-industrial.

Lo que dijo CFK en el video linkeado arriba, lo había dicho antes, en la VII cumbre de las Américas del año 2015. Ver aquí, especialmente minuto 18´ en adelante (aunque todo el discurso es una joya):

https://www.youtube.com/watch?v=KLHJeagZJiY

Cristina, sin saberlo, está anticipando y explicando el futuro gobierno de Trump.

Mis propuestas teóricas apuntan a descifrar el lugar verdadero, la naturaleza y la función del poder real donde reside el imperialismo. Y lo hacen identificando la naturaleza privada de ese poder, la clase social que lo ejerce y su capacidad de colonización de las estructuras públicas (Estado, Gobierno, etc.).

También, dichas propuestas apuntan a explicar la dinámica, la lucha que se produce cuando surgen los esbozos del poder que se le contrapone, el de la clase popular y su intento de disputar la colonización oligárquica en dichas estructuras.

Los análisis de la “escuela realista de las relaciones internacionales”, del marxismo y del neoliberalismo, caen, conciente o inconcientemente, en el enmascaramiento de estas cuestiones, al no hacer las distinciones teóricas necesarias, lo que los lleva a sesgos muy grandes en el análisis, recortando la realidad en forma arbitraria.

La mejor manera de entender dónde uno está parado, dónde está parado su país y para dónde va el mundo, no es solamente identificarse con las ideas de moda, lo “políticamente correcto”, la redacción aséptica, la neutralidad, y todas las mil formas de engañarnos a nosotros mismos y a los demás.

Como la frase del escritor “lo esencial es invisible a los ojos” es verdadera, no queda otra que tratar de ser mentalmente creativos para producir hipótesis e ideas cada vez mejores a fin de poder acceder a eso que con los ojos no vamos a poder acceder.


viernes, 13 de noviembre de 2020

Los críticos de las "teorías conspirativas" (ajenas) son los conspiradores más terribles del mundo.

El gobierno argentino de A.F. y C.F.K. deberían tomar nota de lo que está ocurriendo en el día a día en EE.UU. porque puede ser un preámbulo de un futuro que nos afectará, directa o indirectamente, a todos.

Hay que decir la verdad, sin artificios, como recomendaba J.D.P..

En las elecciones en EE.UU. hubo fraude relativamente masivo en los Estados controlados por los demócratas. Esto es un hecho. El Presidente Trump, su equipo de colaboradores y activistas leales, está luchando para que se lo reconozca legalmente.

Quizá sin el fraude no hubiera cambiado la victoria de Biden en términos de votos totales, pero sí hubiera cambiado la cuantía de la diferencia de votos (quizá a menos de la mitad) y, lo que es más importante, la composición del Colegio Electoral que hubiera quedado con una mayoría para Trump.

Por su parte, el Partido Demócrata, los grandes medios de comunicación, Wall Street y el aparato militar y de inteligencia geopolítica (complejo militar-industrial, Pentágono, etc.) están operando no solo para encubrir el fraude, sino para censurar cualquier manifestación o mensaje relativo a la existencia del mismo. Es un atentado a la libertad de prensa descomunal.

El pueblo que quiere a Trump está preparado para iniciar manifestaciones y movilizaciones significativas.

Recientemente, el Presidente Trump ha dado un golpe de Estado al golpe de Estado. Despidió al hombre de Wall Street y del complejo militar-industrial en el ministerio de defensa, Mark Esper. Debido a esto, algunos generales del Pentágono renunciaron. Trump los sustituyó a todos, poniendo gente comprometida con acabar las “guerras perpetuas”, es decir, cambia la geopolítica de la guerra por la de la paz.

Como todos los desplazados son títeres de los verdaderos poderes (Wall Street y la City de Londres), seguramente iniciarán una contraofensiva con una gran conspiración (otra que la “mesa de enlace” militar en Argentina), que todavía no sabemos qué modalidades va a tener. Quizá adopte la forma de incentivar la movilización de gente en las calles, generando caos, incendios, destrucción de comercios, propiedades, monumentos públicos, etc., en fin, todo lo que la prensa progresista del mundo recientemente llamó “protestas pacíficas”.

Esta es la verdadera situación. Yo sé que mucha gente no está preparada para la verdad, pero como dice CFK, “no tiene remedio”, qué se va a hacer.

Yo entiendo a los progresistas de EE.UU. y de Europa Occidental, que deben tener sus intereses y ambiciones que defender. Pero no entiendo a los progresistas argentinos que gratuitamente regalan un apoyo, aunque sea de palabra, a una causa que esconde propósitos bastante repugnantes.

En EE.UU. muchas personas se están jugando la vida y su fortuna, por su patria. Muy parecido a lo que hicieron sus próceres y padres fundadores.

Cuando llegue la hora en nuestro querido país Argentina, ¿estaremos dispuestos a hacer lo mismo, es decir, algo parecido a lo que hicieron nuestros próceres y padres fundadores?.



martes, 10 de noviembre de 2020

Los titiriteros son siempre los mismos, solo cambian los títeres de acuerdo a la realidad de cada país.

 El General británico, jefe del Estado Mayor del Reino Unido, a pocas horas del veredicto oficial de la victoria de Biden, nos anticipa el futuro.

https://actualidad.rt.com/actualidad/372795-jefe-fuerzas-armadas-reino-unido-pandemia-coronavirus-llevar-amenazas-seguridad-guerra

Por su parte, el "presidente oficialmente electo" J. Biden promete

https://www.iieh.com/noticias/noticias-737136/noticias/estados-unidos-regresara-al-acuerdo-de-paris-bajo-biden

Por supuesto, detrás de todo esto está Wall Street y el complejo militar-industrial, que volverá a controlar la presidencia de EE.UU. luego de 4 años de lucha contra Trump y se encargará de iniciar guerras por varias partes del planeta (no se descartan guerras en América Latina), con la esperanza de someter a Rusia y China.

Por su parte, el presidente en funciones acaba de despedir al secretario de defensa Mark Esper. En el post del 21 de octubre pasado "Una pequeña demostración de que Wall Street (y la City de Londres también) y el complejo militar industrial son lo mismo", mostré que dicho funcionario era representante de los intereses de Wall Street (The Vanguard Group).

Gran parte del pueblo de EE.UU. se dio cuenta quiénes son los titiriteros, es hora de que nos demos cuenta nosotros, porque no es que hay titiriteros para cada país. Los titiriteros son los mismos en todos los países, lo único que cambian son los títeres.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Se solicita experto en estadística (sin prejuicios).

 Algún lector desprejuiciado experto en la ciencia estadística podría decir si los gráficos que se encuentran aquí

http://www.informationliberation.com/?id=61890

son compatibles con las leyes de la estadística o si hay alguna anomalía?

Información de último momento: una gran potencia está interfiriendo en las elecciones de EE.UU. !!

 Esa gran potencia es: ..................................................... Wall Street-complejo militar-industrial-grandes medios de comunicación.

¿Qué creían? ¿Que eran los rusos que cambiaron de opinión y ahora apoyan a Biden?.

martes, 3 de noviembre de 2020

Trump es tan malvado que va a dar un golpe de Estado (a sí mismo).

Los argumentos que vi del progresismo antitrumpista son terribles. Me hacen acordar al núcleo duro del macrismo y los anticuarentena cuando hablan de las intenciones de Cristina y de Alberto.

Es el tipo de cosas que piensa, dice y cree la gente cuando está embargada por factores emocionales, pero con la particularidad que el progresismo les da un cierto barniz pseudoracional.

Pero la única racionalidad verdadera que hay es la de los oligarcas y plutócratas que manipulan hábilmente las prejuiciosas creencias de mucha gente.

Ahora parece ser que si Trump gana, en realidad no gana, es fraude, quiere perpetuarse en el poder, etc., etc. Y si Trump pierde, quiere sabotear las elecciones, hacer fraude, etc. Lo cual justificaría la intervención de los militares para sacarlo del cargo.

https://www.defenseone.com/ideas/2020/08/all-enemies-foreign-and-domestic-open-letter-gen-milley/167625/

Parece que a los antitrump no les parece relevante lo que decida la mayoría de electores, siempre Trump va a ser culpable de algo.

Es muy probable que, dada la naturaleza de los poderes reales que se oponen a Trump, a saber: Generales de OTAN y Pentágono, empresas del Complejo militar-industrial, ergo Wall Street, gran parte de los servicios de inteligencia tanto local como extranjeros (Inglaterra), medios de comunicación hegemónicos, etc., etc., estos poderes no son buenos perdedores, así que es probable que hagan 2 cosas: 1) la “gran Bolivia 2019” (acusar de fraude al ganador legítimo); 2) promover manifestaciones tipo “Maidán” (Ucrania) para socavar la legitimidad del gobierno y forzar el cambio de régimen, que es lo que buscan los poderes oligárquicos. Ambas cosas pueden hacerlas en forma sucesiva o simultánea o una de las dos.

Si Trump accediera a ese cambio de régimen, lo dejarían, tal vez, gobernar, pero no accede. Por lo tanto, intentarán instalar a otra figura en el Ejecutivo.

La otra alternativa es que Trump decline ante la presión, en aras de la “gobernabilidad”. Por la personalidad de él es difícil esto, pero todo es posible.

Yo sé que al progresismo le cuesta horrores digerir esto. Piensen lo que decía Walsh. El imperialismo siempre aprieta con dos pinzas. Si leyeron las propuestas teóricas que formulé en el post de agosto pasado, se darán cuenta que el imperialismo también opera en EE.UU., porque el imperialismo no es un país ni una alianza de países, es un sistema global, un Imperio que usa y coloniza países, y los oligarcas que son el soporte de ese Imperio tienen una nacionalidad nominal, no real o sustancial.


lunes, 26 de octubre de 2020

Una pequeña demostración de que la geopolítica es oligárquica, no de los mal llamados “Estados-Naciones”

Hace 5 días en el post titulado “Una pequeña demostración de que Wall Street (y la City de Londres también) y el complejo militar industrial son lo mismo”, sostuve que el poder de EE.UU. basado en el “complejo militar-industrial” era, en realidad, un poder oligárquico. Ilustré ello con el ejemplo de la empresa Raytheon que fabrica armas y logística de guerra, cuyo propietario es The Vanguard Group uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, sino el mayor, piedra angular de Wall Street.

Ahora vean esta noticia:

https://actualidad.rt.com/actualidad/371077-china-impondra-sanciones-eeuu-armas-taiwan

Fijarse que una de las empresas sancionadas por los chinos es …. Raytheon. La razón es que venden armas a Taiwán violando gravemente los asuntos internos de China y el histórico principio (en el pasado refrendado por Occidente) de “una sola China”.

Es decir que The Vanguard Group, fondo de inversión privado controlado por oligarcas plutócratas y sus auxiliares, está haciendo geopolítica de guerra, pero el que aparece como impulsor y responsable es Washington, es decir, el gobierno de EE.UU.

A principios de la década del '60 del siglo pasado, un presidente de EE.UU. Dwight D. Eisenhower alertó a su sucesor electo J. F. Kennedy de que había que tener cuidado y limitar el poder de lo que aquél llamaba el “complejo militar-industrial”, términos recientemente vueltos a utilizar, después de décadas, por el actual Presidente de ese país.

Cuando Eisenhower decía eso estaba claramente insinuando que dicho poder, si había que limitarlo, incidía negativamente en el Estado y que, de alguna manera, era ajeno a los intereses que éste debía representar.

¡Qué diría Eisenhower hoy, cuando el poder e influencia del complejo militar-industrial, es muchísimo mayor al de hace 60 años!!

Este tipo de cosas constituyen la base empírica de las propuestas teóricas que presenté el pasado 19/8/20 y son las que dichas propuestas pretenden explicar.

domingo, 25 de octubre de 2020

¿Por qué es importante para Argentina entender lo que pasa en EE.UU.?

 Porque en todos los países del planeta existe en acto o en potencia la lucha de las clases populares por constituir su Estado Nacional soberano.

Cuando es en acto, inmediatamente se le opone una voluntad contraria, esto es la voluntad oligárquica globalista, que es enemiga de todo lo que suponga soberanía puesto que ésta supone, al tender a nacionalizar resortes y recursos fundamentales, debilitar las bases del sistema oligárquico.

En el mundo existe un proceso Imperial protagonizado por Estados de “grandes potencias” colonizados por combinaciones oligárquicas globales a cuyo servicio están.

Es por ello que los intereses oligárquicos (que solo tienen nacionalidad nominal) quedan camuflados por los mal llamados “intereses nacionales” sean de grandes potencias o países medianos y pequeños.

Es el viejo truco que el marxismo ayudó a revelar: cómo los intereses de una clase social (en este caso la oligarquía) se hacen pasar por los intereses de toda la sociedad y de la Nación misma. El problema del marxismo, en la mayoría de sus vertientes (y muchos nacional-populares), fue que falló en identificar a esa clase social y a qué estructura responde. Esto jugó (sin quererlo) a favor de la dominación oligárquica global (al invisibilizarla) puesto que la mayoría de los análisis pivoteaba sobre las burguesías de cada país y sus sociedades con la de los países “centrales”, en el caso del marxismo; y, en el caso de los nacional-populares (incluido peronistas diversos), la centralidad la tenía la prepotencia “imperialista de los Estados de las grandes potencias”.

Hay una influencia, explícita o implícita, muy grande, lamentablemente, todavía, de las doctrinas geopolíticas del tipo “equilibrio de poderes” o “choque de civilizaciones”, creada por los ideólogos de la geopolítica oligárquica. Son doctrinas inventadas que no describen tendencias reales de los Estados soberanos verdaderos, sino justificaciones de las tendencias reales de los Estados colonizados por oligarquías globales. La geopolítica oligárquica nunca se confiesa, se revela por las acciones de los Estados que controla.

Entonces, en esta perspectiva oligárquica bastante bien encubierta (su carácter oligárquico), cualquier suceso “internacional” se remite a “seguridad nacional”, “rivalidades”, “competencia”, “zonas de influencia”, incluso guerras frías o calientes, entre los países (supuestamente soberanos), haciendo creer que la soberanía de los Estados es la unidad de análisis fundamental de la política internacional. Y que es todo un juego de suma cero en el que si uno gana el otro pierde. Todo esto que en realidad es aparente, pasa por real.

El tratamiento de las “noticias internacionales” a nivel local (de cada país), lejos de clarificar, también refuerza la perspectiva antedicha. Lamentablemente, los medios de comunicación progresistas caen en la misma confusión.

¿Qué hay más allá de las apariencias?

Lo que hay es un proceso protagonizado por un Imperio que realiza los intereses de las oligarquías globales (sin nacionalidad real, solo de nacionalidad nominal). En la época histórica en que vivimos, la hegemonía la sustentan las combinaciones nominalmente “angloamericanas”, que son las que controlan más férreamente resortes y recursos fundamentales muy concretos que le otorgan su poder e influencia: a) el complejo militar-industrial; b) las agencias mundiales de comunicación; c) los instrumentos de control geopolítico: agencias de inteligencia, organizaciones militares internacionales, organismos multilaterales, Estados, etc.; d) el sistema monetario y financiero: Wall Street y la City de Londres, Reserva Federal, Banco Central Europeo, etc.; e) comercio exterior en multitud de países.

Los individuos-agentes que controlan esos resortes y recursos constituyen una oligarquía, usan el poder que les da ese control para consolidar un Imperio, no para fortalecer a una nación en particular y/o mejorar las condiciones sociales del pueblo que vive en ella.

La diversidad existente en el mundo es tremenda, a nivel de los idiomas, culturas, territorios, idiosincrasias, sociedad, etc.. Junto a esa diversidad, también la desigualdad es tremenda: económica, social, de ingresos, científica y tecnológica, etc.

Pero en este mundo diverso y desigual, todos tienen el mismo enemigo (las oligarquías globales) y los mismos amigos (los que luchan por la soberanía en sus propios países).

Cada país tiene su propia tradición patriótica. Los patriotas de cada uno de los países saben que su propia lucha por liberarse de los intereses oligárquicos y construir su Estado Nacional soberano a fin de mejorar las condiciones materiales y espirituales de su pueblo, es el derecho que les asiste a los de los otros países.

Las contradicciones fundamentales, en acto o en potencia, entre los pueblos y las oligarquías, atraviesan a todas los posicionamientos políticos e ideológicos. Puede haber patriotas conservadores y progresistas y también puede haber oligarquistas o globalistas conservadores y progresistas.

Adherir a un conjunto de axiomas y postulados partidarios no garantiza que se esté del lado correcto de la contradicción fundamental.

Por eso es mejor tratar de orientarse en la realidad por medio de ideas-hipótesis, aunque desafíen a los axiomas y postulados prevalecientes, que pasarse la vida haciendo deducciones por más elegantes que sean.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Una pequeña demostración de que Wall Street (y la City de Londres también) y el complejo militar industrial son lo mismo.

Mark Esper es Secretario de defensa de EE.UU. nombrado interinamente por el Presidente Trump y confirmado por el Senado por amplia mayoría de votos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Mark_Esper

Fijarse los antecedentes del hombre.

http://investor.raytheon.com/news-releases/news-release-details/raytheon-names-mark-t-esper-vice-president-government-relations?ID=1448598&c=84193&p=irol-newsArticle

El Secretario de defensa era un hombre de la empresa Raytheon.

Raytheon es una empresa privada que fabrica misiles, aviones de guerra y toda clase de armamentos y logística para la guerra. En la década del '60 se asoció con una firma británica.

Fijarse aquí quién es propietario de dicha empresa.

https://es.wikipedia.org/wiki/Raytheon

El propietario es The Vanguard Groupel mayor fondo de inversión del mundo.

Trump al nombrar a Esper sabe perfectamente qué intereses representa la persona que nombró para el puesto. El Senado también lo sabe puesto que trafican, bajo presión constante, con los lobistas y cabilderos de los intereses privados tanto confesables como inconfesables.

Uno podría pensar "Trump, al hacer ese nombramiento, quiere lo mismo que Wall Street y el complejo militar industrial". Perfecto.

Ahora yo digo: para qué Trump se complica la vida, su existencia y la de su flia. y su posibilidad de reelegirse, diciendo cosas como que EE.UU. ya nada tiene que hacer en Afganistán ni Siria?. Que los soldados lo quieren pero que los generales del Pentágono no?. O que el complejo militar industrial quiere guerras permanentes para poder seguir fabricando y negociando bombas, misiles y aviones?.

Por qué Trump dice todo eso?. Por qué ordena el retiro de tropas en cantidad y plazos, órdenes que no solo no coinciden con los criterios del Pentágono sino que son desafiadas y no obedecidas?. Es bastante obvio que todo eso que dice y ordena va contra los intereses y expectativas del complejo militar industrial y, por ende, de Wall Street.

https://uk.reuters.com/article/uk-usa-trump-afghanistan/trump-says-u-s-troops-in-afghanistan-should-be-home-by-christmas-idUKKBN26S3NB

https://uk.reuters.com/article/uk-usa-afghanistan-military-idUKKBN26S3HZ

https://news.antiwar.com/2020/10/09/nato-chief-we-will-leave-afghanistan-when-the-time-is-right/

Trump podría hacer lo que hacían Obama/Biden/Hillary Clinton cuando gobernaban. Avalar todas las guerras, justificarlas, iniciar nuevas (Ucrania, Libia, Siria), asesinar a Gadafi, armar terroristas (Al Nusra, ISIS), y, luego, hacerse los progresistas y respetuosos de los derechos humanos y la "intervención humanitaria".

Pero no. Trump no quiere seguir haciendo todo eso y prefiere lidiar con la campaña de asedio del Establishment, incluso a costa de un estado larvado de guerra civil interior, también muy bien incentivado y manipulado por el mismo Establishment (las llamadas "protestas pacíficas" de la prensa y analistas "progre").


sábado, 17 de octubre de 2020

17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2020. La intimidad del acontecimiento.

 "Siglos y siglos de historia y siempre vivimos en el presente" (J. L. Borges).

Ni el espacio ni el tiempo, ni la realidad política, social, económica, personal o familiar, es una colección, amalgama o suma de partes. Es la necesidad de la didáctica lo que lleva a dividir en partes. La realidad es un flujo ininterrumpido, una simultaneidad eterna.

Las personas, las familias, las clases sociales o los países siempre están situadas por algo mayor, por algo que los trasciende aunque no se perciba a simple vista. Siempre estamos arriba de una plataforma que va en determinada dirección, aunque no se note ni el movimiento ni la dirección. Ocurre como con las placas tectónicas, no las vemos ni las sentimos pero tienen la eficacia de mover continentes enteros.

Arriba de la plataforma percibimos los movimientos de las personas y agrupaciones -a la derecha, a la izquierda, al centro- sin percatarnos de que esos movimientos están englobados por otro mayor subyacente. Esto es lo que conduce a los acontecimientos sorpresivos (para algunos agradables, para otros desagradables). Aparece o se manifiesta algo que estuvo subyacente, casi oculto a la "opinión pública" (o publicada).

El mecanismo subjetivo de la singularidad.

Einstein decía -con gran lógica y sabiduría- que no se pueden pretender resultados distintos haciendo siempre lo mismo. Para conseguir otro resultado hay que hacer algo diferente, algo que no es "normal" bajo los parámetros habituales (del "siempre lo mismo").

Ese "hacer algo diferente" son prácticas diferentes con mentalidad diferente de los sujetos que las hacen. Por lo general, estos sujetos son excepcionales (en el sentido literal de la palabra). Esa excepcionalidad es una característica de los líderes de "conducción política" (como entendía JDP este concepto, es decir como arte de creación y ejecución; ver "Conducción Política").

¿Cómo es posible que de la interacción entre esta clase de sujeto (líder de conducción) y las masas pueda salir un acontecimiento tan grande?

Esta clase de sujetos suelen formar ámbitos más o menos privados o más o menos públicos donde se constituyen interlocutores que son testigos conscientes o inconscientes del proceso mental del líder, de su lógica, de su modo de razonar, de sus emociones, de su empatía, de su realismo, de su imaginación. Eso es imprescindible para el líder puesto que si bien la masa lo sigue por "intuición", necesita de auxiliares con un mínimo nivel de comprensión para poder ejecutar lo que ha creado.

A veces, los "interlocutores" más conscientes pertenecen a la intimidad propia de la persona que es líder. Salvando las distancias y proporciones, es lo que ocurrió con Perón y Evita y con Néstor y Cristina. Ese tipo de interacción digamos, íntima, independientemente de las formas que adopte (complementación armónica o unidad de opuestos) suele potenciar el radio de acción de los líderes.

Durante casi los dos años que transcurrieron desde la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión a fines de 1943 hasta el 17 de octubre de 1945, el Coronel JDP estableció diálogo con miles de dirigentes sindicales de una amplia variedad ideológica (anarquistas, socialistas, comunistas). Escuchaba sus inquietudes, reclamos y aspiraciones y les daba su parecer, sin prometerles nada. Luego, aparecían la mayor parte de esos reclamos resueltos, incluso de un modo que excedía las expectativas de esos dirigentes. Es decir, no solo escuchaba y predicaba, sino que daba el ejemplo al satisfacer las demandas.

Pero no era solamente el escuchar, predicar y hacer. Era el cómo hacerlo. JDP era una persona totalmente desprejuiciada, trataba a todos con absoluta cordialidad y atención, independientemente de la naturaleza y apariencia de sus interlocutores ocasionales. Su "magnetismo personal" radicaba en sus numerosas y genuinas cualidades personales, no en el manejo de las apariencias. Todo eso combinado con una profunda formación intelectual adquirida en su vida militar (hasta hoy incomprendida por la mayoría de los intelectuales académicos), conformaba una personalidad fuera de lo común.

Tenía una capacidad tremenda para organizar lo que sea, hacer balances profundos de sucesos y procesos recientes y sacar enseñanzas de forma optimista. No solo estaba desprovisto de prejuicios sino de cualquier tipo de fanatismo. Era muy racional, pero no carecía de emotividad; no era dogmático y poseía altas dosis de creatividad tanto en la concepción como en la ejecución.

Las profundas reformas económicas, políticas y sociales que eran necesarias para realizar los principios de justicia social y bienestar general que anhelaba vivían (durante los años de gestación) solo en su mente. Era la única mente que podía imaginar esas reformas no sólo como posibilidad sino como probabilidad concreta. Al mismo tiempo, era consciente de que esa probabilidad dependía del éxito de su propia práctica y, tal éxito, dependía de su capacidad para transformar a las masas y a sí mismo.

"Transformación de la masa en Pueblo".

Para JDP existía una diferencia de carácter cualitativo entre "masa" y "pueblo".

Para él la "masa" y el "pueblo" tienen una identidad, digamos, física, porque se trata del agregado de las mismas personas. Pero no hay tal identidad en el plano "espiritual", si se quiere, o de la conciencia.

La "masa" es el estado "normal" o espontáneo, reactivo contra la injusticia social, pero sin sentido de orientación positiva ni carácter constructivo ni doctrina. Está sujeta a los caprichos de los caudillos o los jefes de facción. La masa sería la portadora de los síntomas del modelo de injusticia social.

Esta es la materia prima con la que se encuentra el líder potencial al comenzar su trabajo de transformación. En este punto de partida el potencial líder sabe que, en ese estado de "masas", no puede haber solución, por más heroicas que sean sus luchas. A diferencia del marxismo y sus variantes, la "lucha de clases" no es en sí solución de nada, es solo un llamado de atención de que hay que construir una solución.

El potencial líder de conducción, en sus interacciones con el entorno, los dirigentes gremiales y sociales, en los actos públicos y a través de los mensajes en los medios masivos de la época (radiofonía), va transmitiendo una doctrina, un modo de apreciar lo que pasa y de cómo orientarse para resolver los problemas sociales. Esto, consciente o inconscientemente produce efectos en los individuos, en sus intuiciones. Les da un sentido de confianza y de expectativas positivas.

El punto en que la mayoría de los individuos entiende intuitivamente el significado de las tres banderas (soberanía política, independencia económica y justicia social) y esa causa la identifica con un nombre propio, es la señal de la presencia del "pueblo". Perón usaba la expresión "patean para el mismo lado", ya tienen un objetivo.

Este es el sujeto del acontecimiento. El líder ya no es en potencia, es en acto.

El "pueblo", a diferencia de la "masa", ya es portador de la solución. Es la prueba (corroboración) que necesita el líder de conducción para saber que su teoría y práctica dio resultado.

¿Puede existir el pueblo sin un líder?

La respuesta es no. Cuando el líder muere o es derrocado, el pueblo vuelve a ser masa, puesto que ya no existe más el tipo de interacción que dio lugar a que la masa se transforme en pueblo. En estas condiciones, en ausencia del líder de conducción, los espacios son ocupados por "referentes" políticos, caudillos, jefes de facción, etc., etc. Todo va volviendo a la "normalidad", es decir, el modelo de injusticia social y la masa reactiva, portadora de los síntomas que dicho modelo genera. 

Por eso es tan necesario que aparezcan con más frecuencia los líderes de conducción, porque, así, va a haber más tiempo de duración del pueblo. El círculo virtuoso durará más, y el vicioso menos.

Cuanto más una sociedad o una gran parte de ella, esté expuesta a la influencia subjetiva de un líder de conducción, a su capacidad, agudeza, inspiración y creatividad, más probabilidades tiene esa sociedad de ser capaz de darse gobiernos, sistemas y modelos que promuevan el bienestar general y la justicia social. Y cuanto más frecuente sea ese tipo de influencia, más duraderos van a ser los efectos sociales derivados de satisfacer esos principios.

¿Por qué es necesaria la conducción política?

La respuesta es simple: es la única clase de conducción que puede reunir un conjunto de voluntades lo suficientemente grande e, inevitablemente, heterogéneo, que puede sobreponerse a la masa que mueve el sistema oligárquico.

Perón era plenamente consciente de que el sistema oligárquico que se le oponía era un sistema de carácter mundial que usaba soportes locales. En consecuencia, la exigencia de la conducción política es directamente proporcional a la fuerza que se le opone. La fuerza que se le opone no son personajes locales, eso es en apariencia. Atrás de esa apariencia está la fuerza del sistema oligárquico mundial, que es algo muchísimo más grande que las fuerzas que pueda haber en una localidad.

Es por eso que, para vencer a esa fuerza, es necesario un frente extraordinariamente amplio, que solo puede ser conformado por las capacidades del conductor político.

Pero ese frente no es un fin en sí mismo, es la herramienta que permite acceder al gobierno y poder intervenir en el Estado para hacerlo nacional. El Estado Nacional es la herramienta que tiene el pueblo para decidir por sí, en su propio beneficio, sin que poderes superiores a ese Estado puedan distorsionar esa decisión.

Hay que entender de una vez que nada puede ser más progresista que defender la causa del Estado Nacional soberano y de una comunidad de naciones soberanas a nivel internacional, porque esta es la única institución que sirve para mejorar las condiciones materiales y espirituales de los seres humanos.

viernes, 9 de octubre de 2020

¿Qué diría el progresismo?

 Escenario 1. Argentina. CABA.

a) Elecciones legislativas del año que viene. Triunfo claro del oficialismo en elecciones normales.

b) Campaña frenética y feroz de la oposición a través de sus voceros de los medios hegemónicos (Clarín, La Nación, TN, etc., etc.,), los trolls, etc., etc., manifestaciones callejeras, acusando al oficialismo de haber hecho fraude. Pedido de intervención a la CSJN para anular el acto comicial.

c) Respuesta del progresismo a esa campaña: enfermos, locos, anticuarentena, falsos, mentirosos. Conspiración para derrocar al gobierno legítimo, destituyentes, golpe de Estado, etc., etc., etc..

Escenario 2. EE.UU. New York y/o Los Ángeles.

a) Elecciones presidenciales. 3 de noviembre de 2020. Triunfo claro del oficialismo en elecciones normales.

b) Campaña frenética y feroz de la oposición a través de sus voceros de los medios hegemónicos (CNN, The Washington Post, The New York Times, Los Ángeles Times, etc., etc., etc.), manifestaciones callejeras, acusan al oficialismo de haber hecho fraude. Pedido de intervención a las FF.AA. y al Pentágono.

c) Respuesta del progresismo (mundial) a esa campaña: "Trump se rehúsa a entregar el poder".

miércoles, 19 de agosto de 2020

Cuenta regresiva.

Durante los próximos tres meses -hasta las elecciones presidenciales en EE.UU.-, el mundo va a ser testigo de conmociones tremendas y de agudizaciones de los conflictos con una intensidad pocas veces vista en la historia de la humanidad. En cierto sentido, lo que pase durante ese lapso de tiempo en ese país, junto con el resultado de las elecciones, determinarán la historia del futuro en todos los países del mundo.

Se trata de esas pocas veces en la historia en que lo que ocurra, para bien o para mal, condicionará el futuro por varias décadas. Es una partida que se juega muy pocas veces en la vida de una sociedad. Podría afirmarse que el destino de la humanidad está en manos del discernimiento que tenga una parte del pueblo estadounidense.

Se me dirá que esto es una exageración. Efectivamente, es una exageración como la guerra civil norteamericana, la I y II guerra mundial o la bomba de Hiroshima y Nagasaki.

No se pueden evitar los mismos resultados si pensamos siempre lo mismo.

Para que se entienda la perspectiva desde la que hablo, planteo los siguientes interrogantes:

¿Cómo se interpretaría, por aquellos que persisten en usar los conceptos “izquierda” y “derecha”, “progresistas” y “conservadores” y otras categorías por el estilo, que en EE.UU. grupos de personas de origen afroamericano, en el marco de manifestaciones de protesta bastante extendidas, sin oposición alguna, derribaran y/o dañaran estatuas de Lincoln y Martin L. King, y que el presidente de ese país, en la conmemoración del día de su independencia, acusado de apoyar al supremacismo blanco, reivindicara, sin embargo, a esos líderes históricos?. ¿Quién es de izquierda y quién de derecha?. ¿Quién es progresista y quién conservador?.

¿Cómo es que Boris Johnson en Inglaterra, sindicado como derecha conservadora, haya dicho que va a promover un programa económico y social para su país al estilo del de Franklin D. Roosvelt de EE.UU. durante la década del ’30 (“New Deal”) que promovía la inclusión social de los pobres contra las tendencias depredadoras de la banca especulativa y las corporaciones?.

¿Se conocen los datos relevantes?. ¿Se produjo alguna teoría para entender esto?. ¿Se pueden entender estas cosas desde posiciones “axiomáticas” o “supuestos teóricos”, sean de “derecha” o “izquierda”?. ¿Qué hacer con las predilecciones ideológicas e inclinaciones psicológicas a priori de cada uno ante esos hechos?. ¿Existe algo más empobrecedor que anular, ignorar o reducir una parte significativa de la realidad solo en aras de mantener vigente y reproducir automáticamente una y otra vez los mismos resultados?. ¿Hasta dónde se va a llegar con la trituradora de las mentes?. ¿Hasta cuándo se van a cometer una y otra vez los mismos errores del pasado?. ¿Tan frágiles son las ideologías en boga (o los individuos que las sostienen) que solo pueden sobrevivir a costa de sesgar permanentemente la visión de la realidad, en el mejor de los casos, y, en el peor, hacer desaparecer porciones enteras de la misma?.

Así como los peronistas y progresistas informados que adherimos al Frente de Todos hemos roto la burbuja informativa local de los medios de comunicación hegemónicos (TN, Clarín, La Nación, etc., etc.) porque sabemos que, dentro de ella, no podemos analizar -y mucho menos comprender- la política local, me pregunto si hemos logrado lo mismo respecto a la burbuja informativa global?. Me respondo que no. La mayoría de los analistas e intelectuales siguen presos de la burbuja informativa global. Los más perspicaces y astutos (que son muy poquitos) hacen silencio.  Y casi no hay ningún análisis serio y crítico de la “información” (en realidad de las opiniones sobre mendrugos de información parcial y tergiversada) proveniente de las agencias y medios de información internacionales en lo concerniente, por ejemplo, a la situación interna en EE.UU..

Con el discurso del análisis político -nacional o internacional- sea el realizado por militantes, políticos profesionales, periodistas o intelectuales, sucede algo parecido como con las modas. Nadie quiere quedar fuera de ellas. Cuando se inunda de mensajes a la “opinión pública” en uno u otro sentido, luego, la inmensa mayoría no quiere quedar fuera de lo que “todos dicen”, para no ser catalogados como extraño, raro, etc. En definitiva, casi nadie quiere sentirse un marginal.

Pero lo que debe importar no es la moda o cómo nos cataloguen, sino desentrañar el funcionamiento de la realidad de la forma más profunda que se pueda.

Propongo los siguientes interrogantes e investigación al respecto:

1) ¿Por qué D. Trump es demonizado sistemáticamente por los grandes medios de comunicación dentro y fuera de su país desde el comienzo mismo del anuncio de su candidatura a presidente a mediados de 2015?.

2) ¿Por qué tuvo tanta oposición no solo del partido Demócrata –lo que era esperable- sino dentro de su propio partido Republicano?.

3) ¿Por qué, luego de ganar las elecciones, hubo maniobras en el Colegio Electoral, en el bando de sus propios electores, para impedir que asumiera como presidente?.

4) ¿Por qué es acusado persistentemente, contra todas las evidencias, el sentido común y la racionalidad elemental, de formar parte de una colusión con Rusia y ser títere de Putin, otra figura sistemáticamente demonizada?.

5) ¿Por qué el Depto. de Justicia, a través del Fiscal especial Mueller, acusó a Trump, contra todas las evidencias, el sentido común y la racionalidad elemental, hasta el punto de iniciarle juicio político por el mismo tema?.

6) ¿Por qué exdirectivos del FBI y CIA, basados en un informe de un espía extranjero (británico), acusaron a Trump persistentemente por el mismo tema, contra todas las evidencias, el sentido común y la racionalidad elemental?.

7) ¿Por qué son acusados por el Depto. de Justicia, contra todas las evidencias, el sentido común y la racionalidad elemental, funcionarios de su gobierno, hasta el punto de que deben renunciar?.

8) ¿Por qué, cuando uno consulta la casi totalidad de los medios de comunicación dominantes, no se puede acceder a lo que textualmente dijo Trump en declaraciones y actos públicos, sin que se tergiverse lo que efectivamente dijo?.

9) ¿Por qué cuando uno consulta las fuentes de los órganos oficiales de gobierno en EE.UU. encuentra que lo que dice Trump difiere sustancialmente con lo que publican la casi totalidad de los medios de información privados dominantes (hacen refritos de sus dichos, tergiversando lo que dijo y omitiendo sistemáticamente cuestiones fundamentales)?.

10) ¿Por qué la casi totalidad de los medios de información dominantes tienen en común la demonización de Rusia, China y Trump?.

La lucha mundial. Los verdaderos actores, sus intenciones y motivaciones.

Si se indaga lo suficiente, a fin de dar respuesta a estos y otros interrogantes por el estilo, surge que en EE.UU. se expresa, muy elocuentemente, una lucha política mundial por el predominio entre dos voluntades contrapuestas que intentan mover una masa contra otra masa (ver JDP, Conducción Política, sobre la identidad formal de toda lucha política). Quién va a prevalecer, todavía no se sabe. Fue una pelea larga -5 años ya desde el anuncio de la candidatura de Trump- que tuvo muchos rounds y algunos más habrá de aquí a las elecciones. Me temo que el veredicto de las urnas no será suficiente para legitimar al ganador. Surgirán toda clase de cuestionamientos y planteos, a menos que el ganador aventaje a su rival por una diferencia tan grande, que haría absurdo cualquier cuestionamiento.

Esa lucha mundial no puede comprenderse en clave de “neoconservadurismo” vs. “progresismo” ni ninguna otra antinomia por el estilo, puesto que atraviesa a toda la sociedad mundial y a los espacios políticos e ideológicos, manifestándose en cada localidad con las particularidades que le son propias.

Sostengo que lo que ocurre en el mundo no es el efecto de la suma o amalgama de lo que ocurre a nivel de cada país, puesto que existe un Imperio -el cual no es un país o países- por un lado, y, por otro, las tendencias, en acto o en potencia, en pos de conformar Estados Nacionales (soberanos) en cooperación y armonía.

La vieja consigna “Pueblo vs. Oligarquía” es mucho más ajustada a la realidad, pero haciendo algunas precisiones indispensables que no se hicieron (lamentablemente) durante la época de su apogeo hasta mediados de la década del ’70 del siglo pasado.

¿Por qué se lucha y por qué es mundial? Intentaré una respuesta a modo de hipótesis.

Conjeturo que una de las fuerzas subyacentes que impulsan esa lucha son combinaciones oligárquicas globales (de nacionalidad nominal, no sustancial) que basan su poder en el control que ejercen sobre resortes y recursos fundamentales. A esto se le podría llamar “Imperio”, el cual consiste en la estructura global (no nacional) cuyos soportes son esas combinaciones oligárquicas que “desposeen” al resto de la humanidad del control de esos resortes y recursos fundamentales.

Podría afirmarse que en EE.UU. se localiza el núcleo duro de dichas oligarquías globales, por ser el país en el que se encuentra el poder de disuasión militar más mortífero del planeta, el llamado “complejo militar-industrial”. Esta frase pertenece a quien fuera presidente de ese país, el General Eisenhower. Este presidente, al final de su mandato, le dijo a su sucesor, el presidente electo J. F. Kennedy, que había que poner límites al poder de dicho complejo. Asimismo, en EE.UU. se localiza Wall Street que es uno de los más grandes centros de transacciones financieras (especulación) del mundo junto con el de la City de Londres.

En principio, defino a los resortes y recursos fundamentales como las plataformas que permiten direccionar (cuantitativa y cualitativamente) el proceso económico, político, ideológico, científico y tecnológico dentro de las sociedades. Por ejemplo, son resortes y recursos fundamentales el comercio exterior, el sistema bancario, financiero y monetario, los poderes del Estado, los servicios de inteligencia, los aparatos ideológicos con sus medios de emisión masiva de mensajes, los insumos estratégicos (energía), las nuevas tecnologías (inteligencia artificial, por ej.). La naturaleza de estas plataformas presenta propiedades y efectos distintos a los elementos que las constituyen (capital productivo, financiero, comercial, superestructura política y jurídica del Estado, etc.).

Conjeturo que las propiedades y efectos que producen las redes del sistema imperial son de distinta naturaleza a las propiedades y efectos que producen los “medios de producción” a lo Marx. No se puede entender al mundo con un análisis enfrascado en el nivel que Marx propuso. Hay que hacer articulaciones con otros niveles de análisis donde se involucran interacciones y sistemas, además del “capital” y el “modo de producción”. Haciendo una analogía (no validante) con la física, no se puede entender, por ej., la sustancia agua o la vida, enfrascados en la naturaleza individual de los átomos, sin tener en cuenta los niveles moleculares o celulares caracterizados por combinaciones de átomos, produciendo otras propiedades y efectos, que no se localizan en los átomos considerados en forma aislada.

Considero, en consecuencia, que las clases “oligarquía global” o “pueblo” no pueden detectarse con las herramientas de análisis del marxismo tradicional y sus diferentes versiones, impedimento que les conduce a la ambigüedad y a contemplar la realidad como una amalgama diversa de capitales y medios de producción “enraizados” localmente.

El imperio y las combinaciones oligárquicas que son su soporte son una propiedad sistémica de la realidad mundial que tiene efectos en las distintas dimensiones de la actividad humana (económica, financiera, política, ideológica, diplomática, militar, científica y tecnológica). La autoría de esos efectos por lo general está disfrazada o encubierta por la eficacia propia de la dominación oligárquica, la cual podría revelarse cuando surgen procesos que pueden conducir a la conformación de Estados Nacionales.

Cuando se constituyen liderazgos que dan la cara a esos procesos, encuentran y soportan una oposición feroz que viene del lado oligárquico global. La razón de esto es que los procesos nacionales y populares tienden a la nacionalización de los resortes y recursos fundamentales, dándoles un sentido nacional al servicio de las necesidades del pueblo. Dicha nacionalización supone métodos de administración que las oligarquías globales ven que atentan contra sus objetivos de control, de ahí sus ataques a los líderes y movimientos que representan esa tendencia hacia la conformación de Estados Nacionales soberanos.

Por ejemplo, en Argentina, las retenciones agropecuarias, el proteccionismo comercial, la reindustrialización, la revalorización del papel productivo de las FF.AA., la modificación de la Carta Orgánica del BCRA, el aumento del empleo productivo o la ley de medios, en la época de CFK, o la idea que se baraja actualmente (a partir del caso Vicentín) sobre la creación de una empresa del Estado en el comercio exterior de cereales y oleaginosas, son algunos de los métodos típicos de la dotación del Estado Nacional. Aunque no pocas veces esto queda en intenciones del gobierno que no puede concretar en la medida de lo deseable y necesario, las oligarquías no toleran un gobierno con tales intenciones y orientación.

La soberanía no debe entenderse solamente como la autonomía e independencia de un Estado con respecto a otros Estados, sino, fundamentalmente, respecto a las fuerzas oligárquicas globales (que son fuerzas de carácter privado), es decir, como la capacidad que tiene el pueblo de un Estado de neutralizar el control y la influencia que tienen aquellas fuerzas por sobre el Estado en cuestión.

Cuando sucede esto, entonces tenemos un Estado Nacional, el cual es capaz de controlar y regular el comercio exterior, el sistema monetario y financiero, controlar mejor el poder de su moneda, introducir nuevos actores en los medios de comunicación, desarrollar acuerdos bilaterales y regionales con otros Estados que respeten la soberanía de cada uno, etc.; todo ello al servicio del mejoramiento de las características sociodemográficas de la población. Esto significa que los resortes y recursos fundamentales dejan de ser parte de un Imperio al servicio de oligarquías globales y pasan a ser parte del Estado Nacional al servicio del pueblo local.

Para despejar posibles malentendidos (I). Estructura y dinámica.

Las hipótesis precedentes definen dos conjuntos: la oligarquía y el pueblo.

1) La oligarquía se define por el control que ejercen individuos-agentes globales sobre los resortes y recursos fundamentales en la estructura Imperial. Ese control implica la desposesión de todos los otros que no lo tienen, los que forman otro conjunto que podríamos denominar “masas” que incluyen acá obreros, burgueses, clases medias, campesinos, etc.

2) El pueblo se define por el control que ejercen individuos-agentes locales sobre los resortes y recursos fundamentales en la estructura del Estado Nacional. Ese control implica la desposesión de la oligarquía en una localidad.

Estos dos conjuntos solo son uniformes internamente en cuanto al criterio utilizado para diferenciarlos. Esto significa que, en la práctica, no hay una oligarquía monolítica (por eso se habla de combinaciones) ni un pueblo monolítico.

Por ej., si uno define el conjunto “mesa” supongamos “como todos los elementos que tengan una superficie plana de cierto espesor asentada en 4 patas”, eso no significa que todas tienen que ser de madera o plástico o metal. Pueden ser de distinto material, pero todas compartir el criterio que las definió como tales. Lo mismo pasa con las oligarquías.

Por ejemplo, el núcleo duro de las oligarquías globales (a predominio angloamericanas) es bastante homogéneo en el control de Wall Street y la Reserva Federal, la City de Londres, el complejo militar industrial, el Depto. de Justicia y el Congreso, parte del gabinete del Poder Ejecutivo, los aparatos de inteligencia interna y geopolítica y las agencias mundiales de información, incluyendo todas sus ramificaciones en numerosas partes del mundo: Bancos Centrales, empresas trasnacionales en el comercio exterior de los países, embajadas, asesorías clandestinas de servicios de inteligencia, etc.. Ello no impide que pueda haber diferencias y contradicciones entre las oligarquías, las cuales suelen conformar combinaciones para resolverlas. Se combinan bastante bien, por ejemplo, en su objetivo de destruir a D. Trump. Combaten todas y cada una de las intenciones que muestra este presidente en la medida que menoscaben sus objetivos financieros y geopolíticos (proteccionismo comercial, anulación del TTP, reasunción de actividades productivas otrora deslocalizadas en el Sudeste Asiático y China, sacar a EE.UU. de los conflictos en medio Oriente, intento de lograr acuerdos de cooperación con Rusia y China, lo que implica renunciar a la geopolítica oligárquica).

A nivel de los pueblos hay un panorama mucho más diverso, porque allí hay obreros, burgueses, campesinos, cuentapropistas, etc., etc. Y en cada país, las configuraciones son bastante particulares. Pero cuando cada pueblo logra conformar un Estado Nacional ahí se parece mucho a los otros pueblos que logran lo mismo, porque pasan a operar bajo los mismos principios y prácticas que caracterizan la soberanía nacional en todas partes.

Cuando en un país las “masas” (conjunto desposeído de los resortes y recursos fundamentales) se transforman en “pueblo”, significa que pueden conformar un Estado Nacional y reasumir el control de dichos resortes y recursos. Históricamente, en estos procesos de transformación de “masa” en “pueblo” intervienen liderazgos muy especiales que facilitan dicha transformación.

Cuando, en una localidad el pueblo reasume ese control sobre los resortes y recursos fundamentales, desposee a las oligarquías que lo detentaban.

Pero las oligarquías siguen existiendo a nivel global a pesar de que uno o algunos pueblos del mundo la derroten transitoriamente en algunas localidades o países. Entonces, va a luchar por retomar el control donde lo perdió.

Cabe aclarar que estoy haciendo una abstracción y generalización para facilitar la comprensión del planteo teórico. En la práctica nunca sucede que se pierda o se gane todo el control sobre todo los recursos. Generalmente sucede que se pierde en unos y se gana en otros, hay matices. No es todo blanco y negro.

Ahora bien, que se hayan definido esos 2 conjuntos –oligarquía y pueblo- no significa que la realidad presente en todo tiempo y lugar una lucha entre ambos, como dos ejércitos puros que siempre coexisten estáticamente y se enfrentan en batalla.

Ello no puede ser así de simple por dos razones:

La primera razón es que siempre las 2 voluntades contrapuestas, como sostenía JDP, en este caso la oligarquía global y los líderes del pueblo, mueven una masa contra la masa del otro y, en esa lucha, cada uno intenta disminuir la masa que mueve el oponente y acrecentar la propia.

Por lo tanto, la realidad es una dinámica donde se mezclan permanentemente las masas, al cambiar de un bando al otro y viceversa según la capacidad de maniobra de cada polo y el resultado de las batallas entre las dos voluntades en lucha.

Esta lucha, sin embargo, es muy asimétrica, puesto que, por ej., la clase popular y sus líderes es local mientras que la clase oligárquica es global, lo que quiere decir que el aparato de poder y recursos que posee una minoría oligárquica a nivel imperial se pone al servicio de conseguir una mayoría cuantitativa en el escenario local donde quiere mantener el dominio o, en su defecto, debilitar la mayoría de su oponente nacional-popular.

Pero, a veces, en alguno de esos escenarios locales, surgen de las filas de los desposeídos liderazgos que desafían ese poder al intentar usar el gobierno del Estado local para conformar un Estado Nacional que le pueda sacar el control de los resortes y recursos fundamentales a esa oligarquía imperial.

Aquí entramos en la segunda razón. Esa oligarquía imperial, que basa su poder en el control de los resortes y recursos fundamentales, es una minoría cuantitativa absoluta respecto a la población mundial desposeída de los mismos. Como es una minoría muy pequeña, se ve obligada constantemente a operar para mantener el control en los escenarios locales de su Imperio. Eso es lo que sucede, por ej., en EE.UU., donde perdió parte del Ejecutivo a manos de Trump, y opera constantemente en su gabinete, sobre el Congreso y el Depto. de Justicia, a través de las agencias de inteligencia locales y extranjeras, medios masivos de comunicación, etc.

Sin embargo, mientras el desafío al poder de esa oligarquía imperial no se produzca, el pueblo no existe (en acto, aunque sí en potencia, como "masa"), puesto que lo definimos como su capacidad de conformar un Estado Nacional que ponga los resortes y recursos fundamentales a su servicio. Mientras no tenga esa capacidad, no existe (en acto). Solo existe el dominio oligárquico global en el Estado local, que será un Estado oligárquico (dominado por la oligarquía global), no un Estado Nacional (dominado por el pueblo).

En este marco teórico que planteo, cuando domina la oligarquía global, no existe una burguesía nacional más que descriptivamente hablando, ya que las clases sociales solo pueden ser nacionales cuando funciona un Estado Nacional, sino no pueden serlo.

Por ejemplo, en el caso de Argentina durante la última experiencia “neoliberal” de Macri. En los ministerios de hacienda y finanzas en todos y cada uno de los puestos clave, la mayoría de los funcionarios pertenecían al JP Morgan, HSBC, etc., todas instituciones bancarias pertenecientes a la oligarquía global. No estaban los del Banco Credicoop que fundó Heller, ni los de Grobocopatel, ni los del grupo Clarín, en esos puestos clave, por dar ejemplos de empresarios locales.

Durante el lapso que duró esa experiencia, mientras quebraban miles de burgueses locales (víctimas de las políticas tarifarias, comerciales y financieras de ese gobierno) se contrajo una deuda fenomenal, cuyo acreedor más importante es el fondo de inversión más grande del mundo Black Rock. No hace mucho, la Reserva Federal (RF) de EE.UU. contrató a ese fondo para administrar los bonos del gobierno. Es uno de los receptores del dinero a tasa 0% emitido por la RF. Con ese fondo de inversión, cuya cartera de inversiones equivale a varias veces el PBI argentino, el gobierno argentino tuvo que renegociar la deuda contraída bajo el gobierno de Macri.

Es claro, a la luz de este ejemplo, que en el Estado se realizaban los intereses de la oligarquía global, a través de sus soportes locales, los cuales medran en tanto juegan en ese papel.

Entonces, esa lucha entre los pueblos y las oligarquías globalistas, no existe siempre en acto, porque las “masas” no siempre tienen la capacidad de ser “pueblo” (diferenciación muy lúcida que hacía JDP), es decir, de darse líderes con una orientación al Estado Nacional, pero sí existe siempre en potencia, porque mientras exista la estructura objetiva que hace a unos amos (oligarcas que controlan los resortes y recursos fundamentales) y a otros esclavos (masas desposeídas de los resortes y recursos fundamentales), siempre existirá la posibilidad de que éstos últimos quieran cambiar su destino.

Y la posibilidad y probabilidad de esos cambios vienen, generalmente, de la mano de crisis graves que son intrínsecas al dominio normal de la oligarquía imperial.

Las crisis como punto de inflexión. Ruptura del dominio normal oligárquico.

El dominio normal de la oligarquía global lleva inexorablemente a crisis muy graves. La causa de las mismas reside en las premisas que adopta la administración de su sistema para funcionar en el mundo.

El libre comercio, la libre movilidad de los capitales, la deslocalización productiva para aprovechar países con mano de obra barata, en el plano económico, por un lado, y, por otro lado, la doctrina geopolítica, el intervencionismo (“humanitario”, Tony Blair dixit), los cambios de régimen, generan, como resultado general, especulación financiera irracional, inestabilidad política, incertidumbre económica, guerras geopolíticas y crisis financieras.

Estas son las consecuencias a nivel mundial de las premisas y método oligárquico cuando domina a sus anchas. Pero por qué la responsabilidad de los que ocasionan estas consecuencias queda más o menos encubierta?.

La respuesta es que las crisis globales no tienen otra forma de manifestarse que a través de las diversas localidades (México ’94, Brasil ’97, Rusia ’98, Argentina 2001, EE.UU. 2007/8, etc.). Esto significa que son crisis “en” las localidades no “de” las localidades, del mismo modo que las grietas en una represa son signo de una falla estructural de la represa misma.

Cada escenario local procesa políticamente esas crisis de acuerdo a su propia historia y las particularidades de su propia conformación social (Argentina 2001, EE.UU. 2007/8, GB, Grecia, España, Italia, etc.). Algunos lo hacen más rápido, otros más lento.

En líneas generales, Lula en Brasil, Putin en Rusia, los K en Argentina, Trump en EE.UU., Boris Johnson en Reino Unido, no pueden entenderse, de manera desvinculada del modo en que la crisis sistémica global (administrada por las combinaciones oligárquicas) se manifiesta en secuencia y puntualmente en cada escenario local.

Es por eso que la realidad política, económica y social mundial no puede explicarse en forma parcelada. La parcelación es el producto de la didáctica, no de la estructura de aquello que queremos explicar. Es por ello que es mejor pensar en términos de singularidades de una totalidad y no de ésta como resultado de la suma o amalgama de sus partes.

Ahora bien, cuando suceden las crisis, las oligarquías saben que sus personeros locales quedan desacreditados y, por lo tanto, saben que se generarán reacciones. Lo que intentarán es combatir esas reacciones en la medida que supongan el germen de tendencias orientadas a recuperar la soberanía. En cada lugar, se cristalizará de una manera particular el resultado de esas luchas. Habrá más o menos componendas y transacciones, o más o menos rupturas o grietas.

Para despejar malentendidos (II). ¿Existen los “poderes locales”?.

Ahora bien, es natural interrogarse qué papel juegan, en dicha disputa, los “poderes locales”? ¿Existen los poderes locales?.

Respuesta: depende.

Siguiendo la lógica de las propuestas teóricas que planteo, un poder local solo existiría si se conformara un Estado Nacional, en caso contrario no existiría.

Se podrá decir: y el grupo Clarín?, no es un poder local?. Sí, en términos descriptivos. Pero, en términos teóricos, solo podría serlo si fuera parte de un Estado Nacional. Pero no lo es, porque es parte del oligarquismo global, cumpliendo la función de ser su vocero y de medrar haciendo eso.

Lo mismo se puede decir de otros actores, la famosa “burguesía nacional”, por ej., la que solo existe siempre en la literatura marxista y afines.

Sin embargo, la burguesía nacional solo puede existir como efecto de un Estado Nacional. Si no hay soberanía, no hay burguesía nacional. Lo que hay es un soporte (un burgués con dni nacional) de la estructura oligárquica global, es decir, un soporte local del Imperio global.

Aquí las personificaciones (Magnetto de Clarín, Grobocopatel, etc.) son anecdóticas. Cuando funciona un Estado Nacional las funciones de los medios de comunicación o de la producción de soja son diferentes a cuando no funciona. Es probable que, en el primer caso, cambien las personificaciones. Pero eso no significa que hay que luchar por cambiar las personificaciones, hay que luchar por cambiar al Estado, haciéndolo Nacional, porque es la única agencia que puede proteger y servir a los intereses del pueblo ante los ataques de las oligarquías globales. El sujeto del Estado Nacional es el pueblo. Cuando no es Nacional, el sujeto es la oligarquía global, y las personificaciones son soportes del Imperio en el escenario local.

El Estado Nacional es un Estado lleno de los intereses del pueblo que es el sujeto que lo hace su objeto. El Estado oligárquico está vacío de intereses populares y lleno de intereses oligárquicos globales, por eso es el objeto del sujeto oligárquico.

La historia de la humanidad no es la historia de la lucha de clases en torno a la propiedad de los “medios de producción” o los “capitales” a lo Marx. Es la lucha de los pueblos contra las oligarquías globales en torno al control de los resortes y recursos fundamentales. Es el Imperialismo vs. Estados Nacionales (con las salvedades señaladas en malentendidos I).

Despejando malentendidos (III). ¿Qué modelo de humanidad?.

Sería lógico preguntarse ¿qué modelo de relaciones de los asuntos mundiales es una alternativa al modelo oligárquico imperial?. ¿Cómo se gestiona un mundo libre de la dominación imperial y basado en Estados Nacionales soberanos?. ¿No existirían peligros de desfasajes nacionalistas y rivalidades que condujeran a guerras?. ¿Acaso el nazismo y el fascismo no fueron nacionalismos?.

Aquí, para despejar los supuestos que hay detrás de esas preguntas, tenemos que enseñar un poco de historia de verdad, cruda, sin eufemismos ni artificios.

Una nación, para que sea tal, no es suficiente que tenga un nombre, un territorio y gente viviendo allí. Debe tener soberanía, sino no es una nación. Me refiero aquí a la soberanía real no nominal. La soberanía nominal no es soberanía real.

Recordar que en las definiciones que propuse, un Estado Nacional (o sea soberano) se caracteriza por su dependencia de los intereses de las clases populares que lo sostienen y su autonomía e independencia respecto no solamente a otros Estados sino también y fundamentalmente frente a las oligarquías globalistas. Si no se cumple tal requisito solo habrá soberanía nominal, no real, lo que implica exposición a la dominación oligárquica globalista. Un Estado soberano nominalmente, no controla los resortes y recursos fundamentales, por lo tanto es oligárquico, no nacional.

Recordar que también sostuve que el Imperio, cuyos soportes son esas oligarquías globales, no consta de nacionalidades reales (sí nominales), puesto que el Imperio es una estructura global (no tiene nacionalidad real) que distribuye a los individuos-agentes mundiales en oligarcas/masas populares según tengan control o no de los resortes y recursos fundamentales.

También aquí, las personificaciones de los oligarcas y sus nacionalidades nominales son anecdóticas. Los hay de origen británico, alemán, francés, holandés, americano, etc. Pero eso no significa que por su origen nacional trabajen para los “intereses de sus países”. Solo significa que los oligarcas también tienen una génesis histórica, como cualquier cosa la tiene.

En el mundo actual, y desde hace varias décadas, tienden a predominar las combinaciones oligárquicas de origen angloamericano, lo que no significa en absoluto que Inglaterra y EE.UU. predominan en tanto naciones reales (no nominales), porque si predominaran sus pueblos conformando Estados Nacionales, esas naciones serían soberanas y buscarían acuerdos con otras naciones soberanas, no tratarían de sojuzgar a las demás. Son las oligarquías las que sojuzgan, operando a través de Estados oligárquicos. Esos Estados tienen, en tal caso, una nacionalidad nominal, no real. Es por eso que, cuando se explican las guerras mundiales, por ej., hay que dilucidar la madeja de intereses que dominan por detrás de la nacionalidad nominal.

En esta perspectiva, las guerras mundiales no son consecuencia de rivalidades “nacionales”, esto es la literatura convencional. Tampoco son guerras “interimperialistas” como dice la literatura marxista y afines.

Las guerras mundiales son consecuencia de las actividades más o menos secretas y clandestinas del Imperio y las oligarquías que lo sostienen. Obvio que tienen que tener tal carácter porque cualquiera que se prestara a esas actividades no querría ser identificado como responsable de tales fines inconfesables y atrocidades. Cuando se borran las huellas de tales actividades (por ej., al escribirse la historia), queda como indicio la huella que deja la borradura misma. Sugiero para entender estas cuestiones la lectura de un artículo notable de Putin, publicado recientemente, con motivo del aniversario de la victoria en la II guerra mundial.

Generalmente, las motivaciones del oligarquismo globalista para orquestar las guerras son consideraciones de carácter geopolítico: la doctrina británica de “equilibrio de poderes” es el “marco teórico” de justificación. Cuando ellos perciben una amenaza potencial, o sea cuando ven que un país se desarrolla mucho con los métodos del Estado Nacional (proteccionismo económico, inversión en infraestructura, industrialización) y ese país hace acuerdos con otros Estados basados en principios parecidos, la geopolítica oligárquica interviene para meterlo en una guerra que lo debilite. Ejemplos, guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay en el s. XIX, o I guerra mundial contra Alemania a comienzos del s. XX.

También, y en otros casos, las guerras vienen como consecuencia de ayudar a la instalación de regímenes totalitarios (nazismo o fascismo) a fin de prevenir y desviar la conformación de un Estado Nacional como respuesta a la crisis mundial.

Luego del crack financiero de 1929 y la crisis de la década de 1930, la entronización de Hitler en Alemania, luego de que perdiera 2 millones de votos en la elección de fines de 1932, fue ayudada por la oligarquía financiera angloamericana (Prescott Bush, Harriman y sus relaciones con Fritz Thyssen en la década de 1920 en Alemania; Montagu Norman, gobernador Banco de Inglaterra). Esos manejos de la geopolítica oligárquica llevaron a la II guerra mundial.

Para la misma época, F. D. Roosvelt en EE.UU. se dio cuenta de esos manejos, y se opuso firmemente a ellos, y por eso fue odiado por esa oligarquía, pero no por el pueblo que lo eligió en 4 oportunidades en elecciones limpias. Fue el único presidente de la historia reelecto 3 veces. Luego de lo cual, el establishment se dio cuenta de lo pernicioso para sus intereses que un líder nacional y popular durase tanto en el cargo, entonces modificaron la Constitución y solo permitieron una sola reelección.

Las guerras, entonces, las actúan los países pero las orquestan los oligarcas. Como las actúan masas de los países contra las masas de otros países es mucho más fácil culparlos, bajo el pretexto de las "rivalidades nacionalistas" no solo de los dirigentes sino de las masas. Los oligarcas tiran la piedra y esconden la mano detrás de los países.

Propuesta para sentar las bases de la formalización de las proposiciones teóricas.

RRF: Resortes y Recursos Fundamentales.

MDP o C: Medios de Producción o Capitales.

I: Imperio o Imperialismo.

E. N.: Estado Nacional.

L.: Localidades o escenarios locales.

ELO: Estado Local Oligárquico.

O.: Oligarquías.

M.: Masas.

P.: Pueblos.

D.O.: Dominación Oligárquica.

D.P.: Dominación Pueblos.

LDC: Líder de Conducción.

  1. Existencia de RRF definidas como plataformas que permiten direccionar el proceso económico, político, ideológico, científico y tecnológico de las sociedades. Son el producto de combinaciones específicas de MDP o C en las instancias económicas, políticas e ideológicas, generando propiedades y efectos que no se pueden hallar al nivel de análisis de los MDP o C considerados aislada y abstractamente.