Ver acá:
La neutralización del organismo USAID
https://www.usa.gov/agencies/u-s-agency-for-international-development
creado por las buenas intenciones de JFK en 1961 para ayudas en el extranjero y, con el tiempo, totalmente desnaturalizado -como pasa frecuentemente con las instituciones cuando el líder que las creó o inspiró originalmente desaparece y el sistema oligárquico las subsume en su beneficio-, no es una “locura” más de Trump. Es perfectamente coherente con las intenciones de su gobierno de dotar de más autonomía al Estado y al gobierno y hacerlo menos permeable a los intereses creados o especiales.
USAID operaba en la práctica, desde hace muchísimo tiempo, como una herramienta imperialista de los diversos gobiernos de EE.UU. que la avalaban para el cambio de régimen en países de Latinoamérica o de Eurasia.
No lo digo yo, lo dijo gente como Chávez, Evo Morales, AMLO, Asange, entre otros. Si no me creen ver acá:
https://www.theguardian.com/world/2006/aug/30/venezuela.freedomofinformation
https://actualidad.rt.com/actualidad/view/93325-evo-morales-expulsa-usaid-bolivia
tps://actualidad-rt.htcom/actualidad/519452-mexico-eeuu-financio-millones-dolares-grupo-opositor
https://cepr.net/es/publications/la-subversion-de-usaid-en-america-latina-no-se-limita-a-cuba/
https://wikileaks.org/plusd/cables/06CARACAS3356_a.html
También el “ultraderechista más rico del mundo” se suma a la opinión condenatoria acá:
https://esrt.space/actualidad/539086-musk-usaid-financio-investigacion-armas
Recapitulemos lo que hace Trump tratando de pensar fuera de la pecera ideológica progresista y/o “libertaria”, es decir, eludiendo los axiomas y postulados de "izquierda" o de "ultraderecha".
1) El avance sobre Canadá y Dinamarca (Groenlandia) es contra las monarquías de esos países que siempre o casi siempre estuvieron aliados al colonialismo británico y en contra de Argentina en sus reclamos de soberanía sobre las islas Malvinas. Recordar que, por razones históricas, para EUA, durante la guerra civil, e incluso antes, Canadá era como Uruguay para los golpistas libertadores de 1955 en Argentina.
2) La "presión" a Panamá por lo del Canal no es por los Chinos (como dice Trump) sino por una empresa de Hong Kong (que tiene un estatus independiente de China) bien relacionada con el establishment Occidental en importantes países (Inglaterra, Alemania, por ej.).
3) La presión a México por lo de los cárteles de droga es contra narcotráfico S. A., en el primer eslabón de la cadena de producción de droga, y el tráfico de personas en la frontera. Recientemente la presidenta de México llegó a un acuerdo con Trump, sin ningún problema, tal como antes había acordado AMLO durante la primera presidencia de aquél. Ni la presidenta de México ni antes AMLO eran gente de "ultraderecha".
4) Los nombramientos de Gabbard y Patel para la Dirección Nacional de Inteligencia y el FBI es un golpe terrible, en principio, a la burocracia permanente del “Estado profundo” al servicio de prácticas imperialistas incluso contra su propio pueblo. La reacción casi histérica (disimulada) de los voceros de la comunidad de inteligencia tanto en Gran Bretaña como en EE.UU. mismo, así lo refleja.
5) La neutralización de USAID es eliminar una de las tantas herramientas de intervención imperialista para el cambio de régimen, con lo cual se hace un favor, conciente o inconcientemente, a los países habitualmente víctimas de la misma.
6) La política proteccionista no es una amenaza geopolítica ni una guerra comercial sino que está indicada por la tradición patriótica americana (A. Hamilton, H. Clay, Lincoln, McKinley, etc.), tanto en momentos de desarrollo incipiente como en momentos más avanzados y evolucionados. Tal política, en un contexto de crisis sistémica de la globalización oligárquica, puede generar efectos peculiares, distintos a los históricos. Los objetivos de tales políticas proteccionistas no son solo aumentar el contenido de trabajo nacional en la producción del país en cuestión, sino también, que el gobierno disponga de una fuente de fondos provenientes de los aranceles a fin de tener más márgenes de maniobra para promover políticas públicas de infraestructura y bienestar social y ser menos proclive al endeudamiento.
La "globalización oligárquica", en su etapa de consolidación, generó regímenes productivos y comerciales absurdos que pasaron por normales durante décadas, por ej., que cada 5 millones de vehículos automotores fabricados en México, 1 millón los haga General Motors y que casi el 90 y pico % se exporte a EE.UU. y Canadá. O que el maíz, inventado en México hace miles de años, sea importado por ese país desde EE.UU. y, viceversa, para productos hortícolas.
Esa realidad es mucho más funcional al complejo trasnacional, sea automotriz o agroalimentario, que a los intereses de los pueblos de EE.UU., México o Canadá.
Por más que Trump cometa mil errores en la ejecución de lo que intenta, eso no va a menoscabar los principios por los que se rige. Esos principios se relacionan con el preámbulo de la Constitución de EUA (pensada por personas muy inteligentes y hábiles) el cual tiene supremacía sobre el resto de la misma: los derechos inalienables de todas las personas y el derecho de todos a la “búsqueda de la felicidad” (alternativa al oligarquismo y aristocratismo europeo de “libertad y propiedad”). Últimamente Juan Grabois, por algunas manifestaciones suyas en actos públicos o asambleas, empieza a comprender bastante bien esto.
Trump puede fracasar en la ejecución de esos principios, pero eso no quiere decir que
estos estén equivocados.
Aparentemente, Trump está usando la táctica de encubrir verbalmente los verdaderos objetivos quizá para no reavivar demasiado a sus oponentes, generando desconcierto.
¿Se dan cuenta de que la realidad no es de derecha ni de izquierda? Cualquier categoría o conjunto de categorías a priori no pueden pasar más que la superficie de los acontecimientos. Es como guiarse por las etiquetas sin ver el contenido, en una época en que fue desordenado todo, las etiquetas y el contenido.
Trump, nos guste o no su ética y/o estética, es un patriota de su país que acierta en intuir la grandeza de los principios históricos de los padres fundadores, a pesar de cualquier error o idea equivocada o ignorancia que demuestre sobre cualquier tema. Pero cualquiera sea la naturaleza de los errores que cometa no menoscaba la fuerza de su intuición patriótica.
Cualquiera puede cometer errores, pero es preferible cometerlos cuando se transita por el camino correcto que cuando no, porque, en el primer caso, los errores pueden perjudicar tácticamente al pueblo, pero el camino lo beneficia (y permanece la esperanza de que remonte los errores), mientras que, en el segundo caso, el camino perjudica al pueblo estratégicamente y los errores tácticamente (no hay esperanza).
Como en la lucha política se suelen olvidar los principios (no solo en EE.UU. sino en Argentina también, y en todas partes, es la llamada "condición humana"), cuando alguien que sigue los principios correctos se equivoca, la crítica no viene por el lado de cómo volver a acertar manteniendo los principios, sino que se ignoran a estos y, así, se le hace el juego, conciente o inconcientemente, a quienes están interesados en que esos principios no se sigan, que queden de lado. Así suelen distorsionarse y desnaturalizarse las agendas políticas y económicas.