viernes, 30 de junio de 2023

La revelación y la interpretación en el Conversatorio de Tognetti.

 Acá:


  se condensan magistralmente todos los problemas que expusimos acá:

 https://oti-blog.blogspot.com/2023/06/el-eterno-malentendido-los-equivocos.html

 y en la sección de comentarios del querido Artemio acá:

 https://rambletamble.com.ar/para-el-peronismo-las-decisiones-del-lider-no-estan-sometidas-a-la-prueba-del-error-son-axiomas/

https://rambletamble.com.ar/una-de-batracios/

En el conversatorio con Boudou y Artemio, Tognetti representa la postura llamémosla “cuestionadora” que es la que tienen en mente numerosos militantes y simpatizantes politizados.

El periodista o “animador” –así suele autodefinirse Tognetti- insiste en la tesis de la claudicación de CFK bajo presión en ocasión de armar la fórmula presidencial. Si mal no entendí llega a afirmar que la fórmula la impuso Alberto (!!). Otros dicen que la impuso la Embajada de EE.UU. En mi propia flia. hay una versión de que el atentado contra la vida de Cristina provocó que ella claudicara. Se pueden multiplicar “ad eternum” estos razonamientos.

La matriz de dichos razonamientos es exactamente la misma que los de muchos militantes de la resistencia de la segunda mitad de la década del ’50 del siglo XX, cuando JDP, desde el exilio, da la instrucción de votar a Frondizi. Es exactamente la misma que los de JWC, un gran ideólogo del peronismo, después del primer intento de retorno frustrado de Perón a fines de 1964 hasta la muerte de aquél en 1968. También es exactamente la misma que la de la mayoría de la militancia de la Tendencia Revolucionaria del peronismo durante la campaña de Cámpora hasta el regreso de Perón al gobierno y su muerte a mediados de 1974. Y así sucesivamente. …

Las diferencias en cuanto a los argumentos son de forma, grado, intensidad e ideología, pero la matriz subyacente pienso que es exactamente la misma en todas esas ocasiones históricas. Y en los tiempos más recientes volvió a ocurrir en ocasión de la candidatura de Scioli en 2015 en lugar de Randazzo, en 2019 con la de Alberto y ahora con la de Massa en lugar de Wado.

Lo interesante en la discusión que Tognetti le plantea a Boudou y Artemio es que, cuando Artemio recurre al argumento de que en el peronismo cuestionar las decisiones estratégicas de la líder es perjudicial para todos y que eso en la historia fue así y sigue siendo así, Tognetti lo soslaya diciendo algo así como que los líderes son hombres y mujeres [como cualquiera] con aciertos y errores.

Y acá se revela el problema que es político por un lado, pero de índole psicológico por otro, porque están involucradas emociones personales que impiden el reconocimiento del problema verdadero que es la falta de tolerancia cuando la realidad no coincide con nuestros deseos, algo parecido a lo que se puede llamar “frustración narcisista”.

Cuando estos sentimientos son muy intensos la persona queda tan embargada que no puede reconocer cosas evidentes, salvo las que coincidan con sus deseos. Esto sucede en todas las facetas de la vida de una persona y, también, como es natural, en la política, puesto que la política está hecha por personas.

Si, como dice Tognetti, los líderes son personas con aciertos y errores [como cualquiera], entonces NO hay líderes, con lo que los atributos que diferencian a los “líderes” de los demás son de carácter arbitrario. Aunque al comienzo de su intervención el periodista subraya la cualidad de Cristina en términos de su "profundidad" superior a la de los demás políticos, a la luz de los planteos y cuestionamientos implícitos posteriores, esa declaración inicial queda como una formalidad o algo puramente estético.

Esto, aunque no sea conciente en las personas que así piensan, equivale a elevarse ellos a la altura de los “líderes” (por eso no hay líderes) o rebajar a los líderes a la altura de ellos (por eso tampoco hay líderes).

Su suerte de confesión de que votó a Alberto con "entusiasmo" se relaciona con esa dificultad de no poder captar el trabajo de Cristina en tanto líder, ni siquiera el simple hecho de que si lo pudo votar en 2019 fue gracias a Cristina. O sea, su entusiasmo en aquel tiempo también se lo debe a Cristina.

Por eso, a los oídos de Tognetti, cuando Boudou le habla de que existe una “construcción” en la estrategia de Cristina, o Artemio cuando le dice lo de la centralidad “axiomática” (que no se discute) del liderazgo de Cristina, todo eso le suena a Tognetti hueco, no tiene forma de agarrarlo o insertarlo en su propia cabeza porque no tiene los recursos, no me refiero a los intelectuales que los tiene bastante, sino emocionales (aquí juega el factor psicológico).

Es por eso que, llegados a ese punto, no puede haber interacción porque sucede como en el dicho “Dios le da pan al que no tiene dientes”.

Profundizando en la faceta psicológica de la discusión, resulta significativo que Tognetti apele, luego del punto álgido del pedido de su parte de “honestidad”, a validar a la persona de Boudou, diciendo que hubiera sido un extraordinario presidente. Esto me da la pauta que el periodista prioriza la validación no por el análisis certero de la realidad sino por las necesidades de reconocimiento personal.

El problema subyacente, entonces, es que en la práctica política e ideológica de los cuestionadores al liderazgo de conducción de conjunto unipersonal predominan factores emocionales y personales que tienden a priorizar la satisfacción del deseo personal. Cuando la realidad no satisface, entonces encuentran salida en el cuestionamiento, el cual tratan de "blindar" para que no sea, a su vez, cuestionado.

No sé si se capta que, bajo el condicionamiento de esos estados psicológicos, las prácticas políticas e ideológicas quedan "torcidas" en la medida que pierden de vista el objetivo fundamental de las mismas que es resolver los problemas para las transformaciones reales, en un más allá de los deseos personales.

Termino con las ideas que expuse en el post anterior y en los comentarios a los post de Artemio en su blog linkeados arriba, pero con más elocuencia.

CFK, desde que se fue de la presidencia, en el llano (2016-2017), en el bloque de Senadores (2017-2019) y como Vicepresidenta (2019-2023), está trabajando, mucho más allá de sus deseos, para generar las mejores condiciones posibles para que el conjunto del pueblo pueda seguir luchando con esperanza de mejorar sus condiciones materiales y espirituales.

Ése es el trabajo de la compañera. A ella los cargos le importan un pito, si los desempeña no es por deseo personal o alguna clase de ambición sino por la consideración precedente. Está absolutamente compenetrada con ese trabajo que es un proceso muy difícil porque la que pone el cuerpo es ella al tiempo que no puede gestionar el gobierno directamente.

Por lo tanto, la relación con sus auxiliares reviste una importancia extraordinaria en el momento actual, en la medida que ella no termina de formar y moldear sus propios instrumentos de conducción. Los auxiliares en esto son imprescindibles. Ella necesita estar enterada de todo al momento, con diálogo fluido y permanente con los administradores y gestionadores. Es decir, lo que le fue negado bajo el gobierno de AF, sobre todo en la época en que funcionaba el trío terrible (AF, Kulfas y Guzmán).

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