Si uno busca en google, por ej., el discurso de Trump en davos 2020, se encuentra con 100 primeros links todos y cada uno de los cuales, por derecha o por izquierda, nada dicen de lo que Trump efectivamente dijo y tienden todos a “ridiculizar” lo que supuestamente dijo, como una forma de descalificarlo a priori.
Para ver y escuchar lo que el líder norteamericano efectivamente dijo hace 4 años en Davos, ver acá desde 20:20 hasta 51:15.
Gran parte de ese discurso está dedicado a reivindicar la concepción y la práctica de la economía de inclusión social, de bienestar de los trabajadores, del trabajo de la mujer, beneficios para estudiantes, etc., etc. Todas cosas que cualquier progre en Argentina reivindicaría. Si esas mismas palabras las dijera Cristina o Axel, a los progres les resultaría fascinante.
Para los que tienen muchos pruritos y, una vez que se deciden a ir a las fuentes reales, no a las informaciones masticadas previamente, y notan que Trump habla de “desregulación” y “baja de impuestos”, se trata, en realidad, de re-regulación a fin de alentar todas las actividades económicas que maximizan el trabajo nacional y que, en los últimos 50 años, perdieron terreno con el auge del globalismo, la deslocalización productiva, la especulación financiera y el “libre comercio”.
El método que usan los controladores (oligárquicos) de los medios de comunicación de masas a nivel mundial para cancelar o neutralizar a un líder de conjunto que es un mal ejemplo para todos, es saturar, por derecha o por izquierda, toda la innumerable cantidad de opciones informativas con el mismo mensaje de fondo. Hay una “libertad” notable para autoengañarse pero casi nula para saber la verdad.
Otro ejemplo es acerca de lo que dijo Trump sobre los Brics. Si uno busca en google se encuentra con una innumerable cantidad de links donde “Trump amenaza a los Brics”, “Trump va a destruir a los Brics”, etc., etc., etc.
Pero la verdad es lo que dijo el líder ruso aquí:
Es extraordinariamente difícil para la mayoría de los analistas y gente “informada” sustraerse a esta inundación de mensajes permanentes que desenfocan a los ciudadanos de los asuntos reales e importantes y los mantienen encerrados dentro de una burbuja informativa llena de opciones para elegir, pero sin ninguna posibilidad alternativa real.
La mayoría de los individuos cualesquiera sean las doctrinas, ideologías, modos y modas de análisis axiomático que profesen, sean de derecha o izquierda, progresistas o conservadores, etc., no pueden resistir y quebrar esa burbuja informativa y se adaptan, muchas veces inconcientemente a ella.
Así como un país que no tiene identidad no puede tener soberanía, un individuo
que no tiene identidad (aunque sí identificación continua con ideas ajenas o personas)
no puede tener procesos de pensamiento que lleven a hipótesis o ideas propias
que lleven a comprender la realidad.
Cuanta más identidad propia tengan los individuos, más efectiva va a ser la práctica y la concepción política y más cerca de las transformaciones y cambios que nuestro país necesita.
Cada persona lleva una llave (aunque no lo sepa) que abre una puerta detrás de la cual se encuentra una clave de uno de los infinitos aspectos que la realidad presenta.
Si no conocemos qué pasó, qué pasa y qué pasará, no sabemos dónde estamos parados, ni hacia dónde vamos ni qué harán con nosotros.
Sin individuos con identidad y peso propio, lo colectivo carece de eficacia. Las organizaciones valen por la calidad de los dirigentes que tienen a la cabeza.
En gran medida el presente no se determina desde el pasado sino desde el futuro. El militar y practicar una idea sobre cómo debe ser el futuro es lo que abre paso en el presente y resignifica el pasado. Se necesitan individuos que generen ideas sobre cómo debe ser el futuro, así se abren nuevas posibilidades y amplía el campo de lo posible.
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