viernes, 6 de octubre de 2023

“A lo único que hay que temer es al temor mismo” (FDR, 4 de marzo de 1933, discurso inaugural).

En la parte final del post anterior señalé que el detonante para el cambio de régimen en nuestro país podría provenir de algún evento impactante que ocurriera antes o después de las elecciones de este mes.

También podría ser que el evento impactante en sí mismo, como sugiere Roberto Navarro, sea la consagración como presidente de J. Milei y el reseteo de la economía y finanzas de la Argentina a fin de que “cierren los números”. Obviamente eso provocará un aumento masivo de la pobreza en el corto plazo, pudiendo llegar al 70 u 80 % de la población.

Esto es posible, pero no sé si probable.

La razón de esta duda es la situación estructural y coyuntural mundial.

En efecto, la misma se caracteriza por una fluidez y dinámica intensa. No hay nada estable ni geopolítica, ni financiera o comercialmente.

Como vinimos sosteniendo en este blog, el bloque Nor Occidental transatlántico, esto es las oligarquías combinadas o en conflicto que dominan los Estados y los gobiernos en EE.UU., GB y gran parte de Europa continental, no puede librarse de la crisis monetaria y financiera que lo aqueja desde larga data, al mismo tiempo que aumentan las cargas y los costos económicos por la guerra que provocaron en Ucrania contra Rusia cuyo resultado no se da como preveían sus autores intelectuales y ejecutores en el campo de batalla.

La situación social en el mundo Occidental es muy endeble, por no decir muy mala. En EE.UU. mismo las condiciones sociales de amplias franjas de la población son deplorables.

Los cambios de régimen que se intentaron en A. L. algunos fracasaron (Brasil y Bolivia) y otros prosperaron (Ecuador y Perú). En Argentina, el que intentaron con Macri, fracasó al no poder reelegir.

En este preciso momento, la situación es de gran incertidumbre en Argentina porque no se sabe cuál puede ser el comportamiento electoral que terminará por predominar en las elecciones de este mes o en un eventual balotaje en noviembre.

Ese comportamiento electoral, además, está siendo condicionado por la situación económica del momento la que, en caso de descontrol de algunas variables, podría neutralizar el efecto de las medidas compensatorias de los últimos tiempos implementadas o a implementarse por el ministro y candidato de la UP, lo que agregaría más incertidumbre todavía. La moneda sigue en el aire, aunque no falta mucho para que caiga.

Es bastante obvio que toda esta situación local va a intentar ser explotada al servicio de un cambio de régimen que puede ser visto por sus instigadores extranjeros y sus agentes locales como una revancha del fracaso de MM.

La naturaleza “íntima” del liderazgo y sus efectos.

Lo que necesitan comprender varios dirigentes del espacio de la UP es que la capacidad de decisión, iniciativa y voluntad personal, es decir el “factor subjetivo”, incide mucho más de lo que habitualmente se cree en las llamadas “relaciones de fuerza”.

Esto no es voluntarismo, muy lejos de ello. Es entender la historia sin prejuicios, sin falsos dilemas y desde el punto de vista del que pretende cambiarla.

El origen de todos los cambios que logran realizar una cuota de justicia en medio de la injusticia es la subjetividad del liderazgo de una persona y/o un grupo de personas, cuya concepción, tenacidad, voluntad y ejecución se ponen al servicio de la construcción del camino hacia una causa colectiva.

Incluso más. La persona que ejerce el liderazgo necesita interlocutores “íntimos” para potenciarse él y los suyos.

Las profundas transformaciones de mediados de los años ’40 al ’50 del s. XX que posibilitaron la mejora significativa de las condiciones materiales y espirituales de vida de gran parte de la población argentina, no hubieran ocurrido sin la interacción armónica entre JDP y Eva Duarte. Del mismo modo, algunos de los cambios que ocurrieron durante la época K, no hubieron ocurrido sin la interacción al modo de “unidad de opuestos” entre Néstor K y Cristina F.

Esta capacidad y vocación por el cambio social se encuentra potencialmente en todas las personas, solo que pocos la pueden hacer pasar al acto. Cuantos más dirigentes puedan lograr esto, más chances tenemos de cambiar el destino que nos deparan a nosotros los poderosos del mundo, los cuales son oligarcas que ven a los pueblos como si fueran ganado humano sacrificable según sus apetencias e intereses de corto, mediano o largo plazo.

Para ellos las crisis son una oportunidad para manipular y concentrar más el poder sea éste económico, financiero, monetario, militar, político o ideológico.

Para nosotros las crisis son una oportunidad para concientizar y adoctrinar a la población acerca de la necesidad y las ventajas de construir un Estado Nacional soberano que colabore con otros Estados Nacionales soberanos, para resolver los problemas locales e internacionales.

Sin liderazgo de conducción lo colectivo no se puede formar. El que confía en la voluntad colectiva debe saber esto: que el liderazgo de conducción es imprescindible e insoslayable para formar esa voluntad.

Nuestra tarea no es prepararnos para confrontar. Es prepararnos para construir y, cuando nos confronten y ataquen por ello, estar preparados para defendernos. Nunca la confrontación per se o el consensualismo per se puede reemplazar la capacidad de concebir y ejecutar a favor del pueblo.

Así como dice Boudou que no hay temas de agenda sino construcción de agenda por alguien o que las relaciones de fuerza se cambian cambiándolas (!!), en política no hay hechos, hay quienes los hacen. JFK decía que “la política no es lo que pasa, es lo que se hace para que pase”.

Si no estamos persuadidos de esto, nada se puede cambiar y solo seremos espectadores (si sobrevivimos) de una película de terror.

Cristina algún día se va a cansar, sea por la edad o por la razón que fuese. ¿Quién va a sostener la lucha cuando eso pase?.

Lo mismo vale para el mundo.

Algún día Putin o Xi se cansarán por la edad y por el cúmulo de tareas y se retirarán. En ese caso, quién va a sostener la esperanza de la humanidad basada en sus capacidades de lucha cuando ellos no estén?

Los factores de poder que dominan los procesos fundamentales en el mundo están basados en personas. Black Rock, Vanguard, Wall Street y la City de Londres, el complejo militar industrial, etc., están gestionados por personas, por seres humanos, muy equivocados, algunos de ellos bastante monstruosos, pero no dejan de ser personas. En cuanto tales, están sometidos a las consecuencias de sus propias acciones.

El mayor condicionamiento que tienen son ellos mismos por lo que hacen. No son omnímodos, ni Dios, ni invulnerables. Muchos son malvados, pero idiotas al mismo tiempo, porque no se puede ser una cosa sin la otra, como demostró Sócrates hace 2.400 años.

La idiotez reside en la mentalidad de no hacer nada que no contribuya a la reproducción de su dominación. A la larga eso lleva a que se perjudiquen todos. JDP tenía una frase que la repetía seguido: “los que proceden mal son víctimas de su propio mal procedimiento”. Bueno, esto es lo que pasa a nivel mundial. Hay una facción que procede muy mal y quiere arrastrar a todos a ese mal.

Felizmente, ante semejante barbaridad, se produjo una reacción. Los Brics, y la variedad de organizaciones regionales abiertas impulsadas por China y Rusia en Oriente y África, son la exteriorización de esa reacción.

Reaccionan a la negación del desarrollo, la ciencia y la tecnología al 75% de la población mundial y al intento de encorsetamiento como engaña pichanga a través del “orden basado en reglas” (!?), la “economía verde”, la “descarbonización”, “energías limpias”, etc., etc.

Hubo gente que se puso a hacer cosas sin fijarse si reproducía o no la dominación de las oligarquías occidentales. Obvio que eso llevó al escalamiento del conflicto geopolítico que tenemos hoy.

Nuestro querido país está obligado moralmente y en su propio interés político y económico a hacer honor a esa reacción mundial del 75 % de la humanidad que quiere desarrollarse y vivir mejor.

Hagámonos cargo de que no hay otra alternativa.

No es cierto que “los gobiernos pasan y el pueblo queda”. Que Milei es débil y va a pasar.

¿Los 30.000 desaparecidos, quedaron?. Todos los que murieron por causas evitables relacionadas con el aumento de la pobreza e indigencia en los últimos 47 años, quedaron?.

Bueno, si se sigue pensando de manera “normópata”, lo que siga va a ser peor, mucho peor.

El irresistible encanto de lo cotidiano, del día a día, con sus estupideces y superficialidades diversas, frivoliza a las personas. Por esa vía pasan los genocidios y la desaparición de países enteros.

Hay que resistirse a eso. Asumir la gravedad de las circunstancias locales y mundiales pero no para dejarse amedrentar, amilanar o atemorizar (de allí el título de este post), sino para tener en claro dónde estamos parados y pensar con frialdad en las soluciones con optimismo, en la inteligencia de que, por esta vez, la lucha por nuestros intereses individuales, va a haber que dejarla para después, porque lo que está en juego son los intereses y el bienestar de la gran mayoría de las personas y familias que viven en nuestra querida patria.

Primero salvémonos todos, lo demás se dará por añadidura.

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