miércoles, 7 de diciembre de 2022

Por qué Cristina debería ocultar sus emociones (II) y los chats de la "mafia".

Ya había dicho acá:

https://oti-blog.blogspot.com/2021/03/por-que-cristina-deberia-ocultar-sus.html

que Cristina debería lograr poder desprenderse de la carga emocional que la embarga en las especiales circunstancias que está obligada a padecer.

Entiendo que es la líder que paga el precio personal por lo que denomino su "obstinación estratégica", que es lo más lúcido que tiene nuestro querido país en este momento. Si no fuera por la existencia del factor CFK, las componendas, contubernios, negociados y decadencia moral y espiritual de los sirvientes de cuarta y quinta clase de la clase dominante, pasarían desapercibidos. Ocurriría algo parecido a la década de los '90 pero, ni siquiera, sin la zanahoria para el burro como sí había en aquellas épocas.

La razón es que la mezcla de enojo e indignación que embarga a Cristina le da una importancia a sus perseguidores que no tienen. Los coloca en un estatus mucho más grande que lo que en realidad tienen.

En los mismos chats que revela entre los integrantes del grupo "mafioso", se trasluce que se trata de personas superficiales, frívolas y con una inteligencia muy limitada. No podía ser de otra manera puesto que los verdaderos amos de esas personas necesitan gente así, que sean fáciles de manipular. Personas serias, profundas, inteligentes y responsables muy difícilmente se prestarían a una manipulación tan berreta.

Debido a la emocionalidad de Cristina ella misma pierde de vista que los autores intelectuales que quieren anularla y/o suprimirla no se hallan entre nosotros. No viven en Bs. As., ni en Lago Escondido. Probablemente vivan en Londres y/o la 5ta. Av. de N. York. Quizá pasen la mayor parte de su tiempo en yates muy grandes y/o aviones privados.

Todos esos mafiositos de jueces, fiscales, agentes de inteligencia, etc., son lacayos de lacayos de lacayos de lacayos. No tienen absolutamente ningún nivel obviamente ni moral, pero tampoco intelectual o cultural. Algunos conocerán su oficio un poco mejor que otros, pero son personas absolutamente anodinas, insubstanciales, narcisistas al servicios de otros más narcisistas que ellos. Se sienten "importantes" cuando alguien que ven como "poderoso" (por ej. Lewis) les palmea los hombros.

Cristina debería tomar más conciencia de la insustancialidad de las personalidades que la molestan, que no hacen nada por cuenta propia, todo lo tienen que consultar con otros, porque ni siquiera son eficaces en lo que hacen.

Pensando con frialdad, que Cristina vaya presa conviene al movimiento nacional y popular. Acrecentaría enormemente su prestigio no solo a nivel local sino internacional. Se generaría una atención internacional sobre Argentina y las repercusiones serían mayores que las que ocurrieron cuando Lula estuvo preso en Brasil.

Es probable que un porcentual significativo del sector de "indiferentes", "independientes" o volátiles considere que la prisión de Cristina es injusta y haga un voto castigo a la oposición el año que viene que va a celebrar dicha prisión.

Todo lo que está haciendo Cristina para defenderse de sus acusadores lo que logra es la empatía de la parte que ya la quiere. Pero Cristina bien sabe que su trabajo debe ser sumar la mayor cantidad de voluntades posible contra el contubernio que se le opone. Y para eso se necesitan otra clase de emociones, aparte del enojo y la indignación.

La verdadera clase dominante global o supranacional a predominio angloamericana (de la cual dependen todos los payasos locales) está en un proceso histórico de desmoronamiento porque la realidad no le responde como ellos creían. El sistema monetario y financiero que rigen está desintegrándose a pasos cada vez más grandes, lo cual debilita cada vez más su poder e influencia y facilita tenencias hacia la disrupción (fractura interna en las "elites" globales) o a la profundización de la guerra mundial, incluso nuclear.

Argentina es una leve onda en este mundo al borde del desastre o de algo maravilloso, quizás un renacimiento, como siempre ocurre en la historia. Necesitamos que las ideas estratégicas que se personifican en Cristina (libre o presa e inhabilitada) cada vez las comprendan un mayor número de personas y auxiliares para fromar un movimiento que logre superar el 60% de los votos el año que viene. Y llamar a la unidad nacional a partir de allí.

A las personas de la oposición hay que tratarlas con respeto y paciencia, muchas de ellas pueden ser valiosas. Pero incluso a los energúmenos hay que tratarlos con respeto. Hay que ser inteligentes y pacientes porque el caos y la decadencia nunca favorecen a los pueblos.

Hay que dejar de recordarles a los que apoyaron lo que hizo Macri durante su presidencia. Los legisladores no tienen la culpa del endeudamiento de Macri. Eso no pasó por el Congreso en su momento.

La gente más conciente tiene que educar a la menos conciente, no hace falta achacar nada a nadie. Solo se necesita amor al pueblo y trabajar incansablemente por su bienestar material y espiritual.

Yo sé que muchas veces somos víctimas de acusaciones absolutamente descabelladas e injustas, pero incluso con esos acusadores hay que ser indulgentes. Porque de lo que se trata no es de una lucha de egos, sino de una lucha por la grandeza de nuestra patria y la felicidad de nuestro pueblo.

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