jueves, 24 de febrero de 2022

Así habla un jefe de Estado con personalidad real.

Este es el gran contraste con los fantoches, con personalidades artificiales y títeres como muchos en Occidente.

http://en.kremlin.ru/events/president/news/67828

Es el análisis profundo de un militante tenaz por la causa de un Estado Nacional (soberano), como es el del Presidente de la Federación Rusa.

Como se desprende de sus palabras, tiene clara conciencia de que el principal objetivo de la geopolítica angloamericana es impedir el desarrollo soberano de Rusia en cooperación con China. Esta es la verdadera causa de la guerra mundial subyacente en curso.

Es exactamente lo mismo que las guerras mundiales anteriores, cuando lo que se trataba de impedir era el desarrollo de Alemania en cooperación con EE.UU. y Rusia.

¿Por qué se repite la historia?. Porque la geopolítica no la “hacen” países, Estados o gobiernos, éstos “actúan” el libreto de la geopolítica oligárquica que domina en esos países, Estados o gobiernos.

Mientras no se termine de entender cabalmente esto, siempre va a haber confusión, no se van a entender nunca las asimetrías.

Como ya expliqué en otra oportunidad, la única simetría existente entre Rusia y las potencias occidentales (Inglaterra y EE.UU.) son las armas nucleares. En todo lo demás hay una asimetría notable.

Putin hace “geopolítica del Estado Nacional” que consiste en buscar cooperación y acuerdos con otros Estados en pos del desarrollo mutuamente beneficioso.

Biden (antes Obama, Bush, etc.) actúa la geopolítica que hacen los oligarcas (a predominio angloamericanos) que creen que el desarrollo de Rusia y China atenta contra sus posiciones dominantes e influencia global.

Cuando estaba Trump, éste intentaba “hacer” una geopolítica nacional, no “actuar” la geopolítica oligárquica. Fracasó porque la geopolítica oligárquica no solo lo sacó del cargo sino que, cambiaba constantemente la orientación y las intenciones en que se basaba mientras duró en el cargo (relocalización de industrias en EE.UU., amistad con Rusia, acuerdos con China, paz con Corea del Norte, retirada de Afganistán y Siria, etc.).

Aparatos del gobierno de Ucrania actúan la geopolítica oligárquica angloamericana y utilizan a su propio país como instrumento contra un país extranjero. Incluso quieren combatir a gran parte de su propio pueblo por ser rusos o descendientes de rusos. Esto es una locura completa porque no se trata de una ínfima minoría sino de una importante parte de la poblacíón del país.

Últimamente el presidente de Ucrania se queja por los perjuicios económicos de haberse llegado a tales extremos. Es un presidente que no tiene autoridad soberana alguna, todas las decisiones importantes son tomadas en otro nivel.

Con las categorías del progresismo, el neoliberalismo y el marxismo nada de esto se comprende, y se permanece en una niebla perpetua si no se las abandonan.

La campaña de acción psicológica de la facción de guerra angloamericana es infernal a nivel global. Tienen todas las piezas mediáticas alineadas dentro de esa campaña.

Argentina no debe sucumbir a esa campaña global. Debe permanecer firme, apoyar los esfuerzos de Rusia por la pacificación en el Este de Ucrania y la desnazificación en ese país y condenar las provocaciones y agresiones contra los ciudadanos de origen ruso en esa región. Desde el lado oriental no hay “ucraniofobia”, en cambio desde el lado occidental sí hay rusofobia, alimentada muy bien por intereses extranjeros que facilitan el trabajo de la tradición ideológica neonazi de sectores dentro de Ucrania.

Si el partido de la guerra angloamericano sigue alimentando al monstruo en Ucrania (Batallón Azov, partidarios de S. Bandera, etc., etc., les están dando armamento sofisticado que no imaginaron en su vida que iban a tener) y, luego, se les sale de control (como Hitler en su momento), después no vengan a pedir a todo el mundo ayuda para neutralizar al monstruo que ellos mismos fabricaron.

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