martes, 5 de enero de 2021

La lucha del pueblo estadounidense contra el intento de cambio de régimen abierto por fraude electoral.

 ¿Por qué mucha gente que cree saber de política se sorprende de que puede haber un "cambio de régimen en EE.UU.?. ¿Cómo es posible si EE.UU. es el que hace los cambios de régimen en otros países, no los padece en su propio país?. Como en el chiste de A. Dolina el otro día: "en EE.UU. no hay embajada norteamericana", por eso no hubo nunca golpes de Estado a diferencia de los países sudamericanos donde sí las había y jugaban un papel geopolítico muy pernicioso en cuanto a impulsar y avalar los golpes de Estado que padecimos.

Sin embargo, EE.UU. tuvo varios asesinatos de Presidentes y atentados contra la vida de ellos, siempre atribuídos a locos solitarios, lo cual es un indicio también de que se trataba de una geopolítica oligárquica (sin embajada y sin golpes de Estado).

Los golpes de Estado y las dictaduras en Iberoamérica también eran una geopolítica oligárquica en su momento. Ahora se usan otros métodos: manifestaciones en la calle y golpe institucional (Ucrania, Brasil,), terrorismo (Libia, Siria), medios de comunicación, servicios de inteligencia, Poder Judicial (Argentina, Ecuador), presión externa, atentados, boicots (Venezuela), etc. Es otro el repertorio, aunque el caso de Bolivia contra Evo Morales creo fue un híbrido con golpe de Estado.

En EE.UU., recientemente, el 4 de noviembre a eso de las 2 A.M. agregaron al repertorio el fraude electoral. Este fue realizado mayormente en los Estados controlados por el Partido Demócrata. Parece que no se inclinan más por el magnicidio, por lo menos por ahora.

La única duda que tienen los que investigan el fraude es la cuantía de los votos que falsificaron. Pueden ser entre 2 y 3 millones. Como no se permite el acceso a las máquinas de votación (Dominion o Smartmatic, por ej., la que fue denunciada por Garbarz aquí en Argentina en época de Macri quien planeaba fraude contra el Frente de Todos), no se sabe exactamente cuántos votos emitidos a favor de Trump la máquina los cambió a favor de Biden. Por supuesto, el fraude no se limitó a las máquinas, hubo una gran masa de papeletas falsificadas también.

Evidentemente, la combinación de poderes que hacen este fraude quieren a Trump fuera y quieren cambiar las políticas que ellos consideraban un atentado contra sus intereses: la paz con Corea del Norte; sacar a los soldados de Afganistán y Siria, terminar con el terrorismo creado por las agencias de inteligencia de EE.UU. e Inglaterra, reindustrializar EE.UU. mediante políticas proteccionistas (dar marcha atrás a la deslocalización), llegar a acuerdos con China y amigarse con Rusia, etc..

Como esa combinación son los que controlan el complejo militar-industrial, Wall Street, diversas agencias de inteligencia, parte del Departamento de Justicia y a la dirección del Partido Demócrata y parte del Republicano y, además, los medios de comunicación y las redes sociales, se dan el lujo de censurar y filtrar las denuncias de fraude presentándolas como si fueran hechas por locos y partidarios de las teorías de la conspiración. Esto último no deja de ser una humorada, cuando por cuatro años esos mismos medios insistieron en que Trump estaba coludido con Rusia y que este país intervino en las elecciones de 2016 para que gane Trump. Hasta le quisieron hacer juicio político por esto.

Por otra parte, hasta el momento (y esto es muy importante), los tribunales que intervinieron para tratar las denuncias de fraude emitieron fallos que las rechazan pero por razones formales no sustanciales, o sea, por una cuestión de procedimiento, sin analizar la cuestión de fondo. Esta es una puertita que queda abierta y que no se sabe qué repercusiones futuras va a tener.

Ya sabemos lo que hacen los poderes oligárquicos cuando se trata de presionar a jueces. En Argentina tenemos amplia experiencia en eso. Los integrantes de la Corte Suprema de EE.UU. saben lo que les espera si se atreven a dar cabida a la investigación del fraude: escraches, escarnio público, publicación de sus datos personales para que sean expuestos ante las masas enfurecidas y soliviantadas por los medios de comunicación y las redes sociales.

Mañana va a haber una movilización enorme a favor de Trump. La mayoría del pueblo estadounidense no se resigna y ejerce una presión directa e indirecta insoportable sobre los dirigentes del Partido Republicano que defeccionarían si no estuvieran sometidos a ella.

La combinación de poderes oligárquicos señalada hace creer a través de los medios de comunicación que Biden es el presidente electo y de que es un destino inexorable que asuma el 20 de enero. Puede ser que sí. Pero me permito la duda. La historia no suele ser tan lineal.

Aquí en Argentina muchos creían hacia el mediodía del 17 de octubre de 1945 que el poder iba a ser traspasado a la Corte Suprema de Justicia, estaban designados hasta los nuevos ministros. Luego vino la marea humana en apoyo al Coronel JDP.

https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_%C3%81lvarez_(historiador)

Si resulta verdad que al pueblo estadounidense le falsificaron su voluntad y su palabra en las elecciones del 3 de noviembre pasado, depende de él manifestar su voluntad y su palabra tal como es.

Si los patriotas estadounidenses fracasan en ese empeño, días muy difíciles vendrán para los Iberoamericanos y, cuando estallen guerras y se destroce aún más la economía en nuestro propio continente, se pondrá de manifiesto el error estratégico de quienes afirmaban que era indiferente para nuestros intereses el resultado de las elecciones en EE.UU.

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