A raíz de esta discusión acá:
https://joserubensentis.blogspot.com/2023/08/desde-cuando.html
Y lo que publica Artemio acá:
https://rambletamble.com.ar/sobre-la-resistencia/
Planteo lo siguiente.
Lo más optimista que puedo decir del ánimo de poco menos de un tercio de los electores es que dieron un mensaje extorsivo: “Si no cambian rápido nuestra situación económica y social, desde ahora hasta las siguientes elecciones, lo sigo votando al loco”.
Si este es el mensaje, me parece hasta bien, dadas las deficiencias en el sistema político de gobierno como para cambiar esa situación.
El problema es que estamos caminando por la cuerda floja. Todavía tenemos chances de luchar y ganar pero el margen de maniobra es muy estrecho y cualquier error nos condenará a la derrota y, con eso, a la cuasi segura disolución nacional.
Quizá a muchos les parezca exagerado esto, pero las peores tragedias ocurren durante la cotidianeidad. Se puede perder un país todo sin que la gente tome conciencia de lo que ocurre. Puede ocurrir que, cuando se tome conciencia, ya sea tarde y el país esté perdido.
Quizá, hasta ese momento, no exista nadie que grite la verdad: “el país se está perdiendo !!!.”
Lo trágico está en las premisas a partir de las cuales se despliega el proceso, no en los acontecimientos. Éstos pueden verse de una manera o de otra, se cotidianizan con facilidad.
El proceso trágico en Argentina es que no podamos iniciar las transformaciones económicas y sociales indispensables para mejorar la vida de 20 millones de personas. Si no logramos eso, el caldo de cultivo del neofascismo irá en aumento inexorablemente, hasta que no haya retorno quizá por décadas.
El neofascismo es un fenómeno que se manifiesta localmente pero que tiene su origen en el sistema oligárquico imperial que lo usa cuando ya no puede recurrir al “neoliberalismo normal” (progre o conservador) porque las condiciones de crisis sistémica de las formas monetarias y financieras lo hacen inviable.
El neofascismo se trata rigurosamente de una práctica de combinaciones oligárquicas para desviar a un escenario local (un país, por ej.) de la alternativa de tener un Estado Nacional soberano que logre superar la crisis en cooperación con otros Estados Nacionales soberanos.
Esta práctica suele tener como objetivo final la guerra contra un enemigo interno y/o externo inventado.
Así que la militancia política y social, los cuadros intermedios y Cristina y Massa tienen que concentrarse los próximos 90 días en un plan mínimo de gobierno que apunte a que los salarios e ingresos de los trabajadores registrados y no registrados puedan ganarle a la inflación en forma apreciable.
Hay que ir a todos los rincones del país donde viven los más humildes a dar la cara y solo prometer que si nos dan el voto vamos a luchar a brazo partido para que haya una salida verdadera a favor de los más humildes. Con el voto compramos tiempo para poder seguir luchando sin caer en la tentación de los “falsos profetas”, para usar la expresión de Juan Grabois. Los falsos profetas nos van a arruinar y ni siquiera vamos a poder luchar.
Hacer hincapié en que Cristina no tranzó nunca, siempre dijo la verdad al pueblo, por eso la quisieron matar. Que sin la verdad, no hay futuro. Dar el apoyo al falso profeta es como terminar con el sufrimiento al precio de la propia vida.
Nosotros prometemos aguantar y luchar con la posibilidad de salir vivos y un poco más aliviados en el futuro próximo. Esta es la verdad. El falso profeta miente aunque diga lo que piensa.
3 comentarios:
Con una devalueta d más del 20% y su consiguiente disparada d precios y sobre todo d alimentos... No estarían teniendo en cuenta su premisa... Claramente la conducción estaría fallando d hace rato... Estos cuatro años fueron una sucesión de tiros en los pies culminados con poner d precandidato a un blanco móvil, es como si Alfonsin en el 89 ponía a Pugliese .. este escenario es caldo d cultivo para q el neofacismos crezca como espuma.
Como siempre un gusto leerlo. Saludos cordiales
Cómo anda compañero! Hace unos meses quise comentar en su blog pero no pude y le intenté enviar un mail (el que figura en su blog) pero no anda.
Sí, el desfiladero es muy finito, los riesgos son muy grandes. Pero creo que Cristina y Massa, a esta altura, manejan información que nosotros no sabemos. No noto grandes preocupaciones entre ellos, lo que me indica que algo bueno saben.
Respecto a la devaluación no es a las apuradas, ya estaba pensado. La reacción del "mercado" (especulación con el dólar) es de manual. Pero, pasado el chubasco inicial, creo que tienen margen para normalizar con medidas compensatorias y de control de precios que hagan, de aquí a las generales o el ballotage, que los ingresos le ganen a la inflación por lo menos en forma significativa.
Con eso hacemos que los nuestros vayan a votar y que Milei pierda votos a favor nuestro. En este sentido, la ventaja de Milei es muy endeble. Incluso no hay que descartar que, en las generales, se produzca la vuelta a la tendencia de polarización entre UP y Milei, pero con tendencia favorable a UP, porque, si se da este caso, los votos que pierda Milei, van a nosotros.
Obviamente que este escenario es posible si no se choca el barco (hiperinflación con 4 o más dígitos, recesión, protestas sociales graves, etc.) en cuyo caso el descalabro será mayúsculo.
Pero, así como el "mercado" conoce nuestras mañas, nosotros conocemos las de ellos, después de tantos años y experiencias fallidas. El control político y económico del ministro Massa es como un "enclave" adentro del gobierno. Lo que se deslegitimó es el gobierno de AF, a quien nadie toma en serio, por todas las tonterías que dijo y cómo se comportó él y sus 3 o 4 secuaces en la interna, antes de la formación de la UP.
Si el factor Cristina no existiera, hace rato que estaríamos en un gobierno de transición de "ultraderecha" o de "derecha" con miras a la "ultraderecha". Pongo entre comillas porque es el lenguaje de moda, pero nada significa, si no se lo conceptualiza.
Haciendo articulaciones con mis propuestas teóricas, la "derecha" sería el intento de las clases dominantes (oligarquías supranacionales) de continuar con el "neoliberalismo normal" (progre o conservador) de antaño (década del '90, Alianza, '99 a 2001, por ej.). Incluso algo de MM 2016/17.
Como eso no funciona, otras combinaciones de las clases dominantes (por ej, los Hnos. Koch), inventaron y financiaron a la movida libertaria en varios países. A nosotros nos tocó Milei. La lógica de esto es un cambio de régimen al neofascismo, que es, rigurosamente, una alternativa política de facciones oligárquicas "ex globales", a predominio angloamericanas, cuando está en riesgo sistémico las formas monetarias, financieras y geopolíticas que ellas gestionan y administran a través de las burocracias de la RF, BCE, UE, Bruselas, FMI, BM, BID, OTAN, etc., etc.
Esto por lo general no se entiende porque se cree que el fenómeno nazi y fascista es Italiano o Alemán, como si fuera el producto de una localidad. En realidad ahí se manifestó históricamente bajo formas concretas alemanas e italianas, pero eso no significa que su naturaleza sea local. Su naturaleza es imperial y angloamericana. Esto no hay que perderlo de vista nunca. El hecho de que le hayan hecho la guerra a Hitler y Mussolini no significa que no los hayan creado, como Víctor Frankenstein con su criatura.
De manera que los riesgos son enormes, pero seguimos teniendo posibilidades de luchar. Si el intento de magnicidio del año pasado contra Cristina hubiera tenido éxito, hace varios meses que esas posibilidades hubieran sido canceladas.
Muchos creen que porque Cristina no habla o no aparece o no hace campaña, entonces no influye, está apartada, etc. Esto es una ingenuidad. La centralidad que ella tiene no corresponde a la misma dimensión de los restantes dirigentes políticos y candidatos. Ella está todo el tiempo influenciando por acción u omisión, por lo que haga, diga, piense o no piense, o no haga, o no diga.
Desde hace casi 8 años Cristina se está dedicando a impedir que el sistema político argentino avale y haga lugar a la salida neofascista. Por eso la quisieron matar. Y la siguen queriendo matar, a pesar de que, por ahora, no vuelvan a intentarlo. Cristina la impidió vía MM con su intento de reelección. Ahora la está tratando de impedir vía Milei.
Pero no se puede tener a una líder de su calibre en una tarea negativa todo el tiempo (el impedir que los planes del contrario se realicen). En algún momento va a haber que usarla para las transformaciones económicas y sociales que hacen falta para que mejore la vida material y espiritual de 20 millones de personas.
Si no se hacen esas transformaciones siempre va a estar hirviéndose el caldo de cultivo para los experimentos neofascistas.
Saludos.
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