lunes, 27 de febrero de 2023

Para que entiendan Navarro y Santoro.

 Ver aquí entre minutos 10:00 y 13:15.


El problema de la idea que subyace a lo que allí expresan es que se basan en una correlación estadística demasiado simple entre exportaciones y consumo interno o estabilización de variables macro y redistribución.

Para clarificar esto tengo que volver de nuevo sobre hipótesis que comencé a plantear hace 18 años. Parece un destino circular donde se da vueltas sobre lo mismo o como si todos los días hubiera que empezar de cero. Muchísimos economistas yerran en esto y hay políticos que adoptan los yerros de esos economistas creyendo que tienen la posta.

Las veces en que hubo correlación positiva entre exportaciones y consumo interno fueron presididas por grandes devaluaciones y redistribuciones regresivas del ingreso. Por ej., 1976 con la dictadura y, menos lejano en el tiempo, 2002 con la devaluación de Duhalde y el "mercado".

Vamos a tomar la del 2002.

Lo que sucedió allí fue una redistribución negativa del ingreso contra los asalariados y los trabajadores en general. Sin embargo, fue una de las pocas devaluaciones de la historia argentina que tuvo buena prensa y una mirada aprobatoria de la mayoría de los economistas.

El precio en U$S del salario se vino abajo, con lo que el costo laboral cayó drásticamente. El consumo interno se vino abajo durante ese año. La salida de U$S en concepto de pago de intereses de la deuda externa bajó sustancialmente por el default. Los precios de las materias primas exportables empezó a aumentar y la actividad económica e industrial también, junto con el empleo. La enorme capacidad industrial ociosa empezó a utilizarse de la mano de la caída del costo laboral y la no necesidad de hacer grandes inversiones.

El salario real cayó enormemente y la pobreza aumentó alrededor de más de 10 puntos porcentuales según mis propias estimaciones (de una 40 y pico % a un 50 y pico %).

Durante unos 3 o quizá 4 años aumentaron las exportaciones y el consumo interno (entre mediados del 2003 y 2007) y hubo saldo positivo de la balanza comercial y fiscal.

Presumo que Navarro lee esta correlación como positiva y que es posible aumentar el consumo interno y las exportaciones al mismo tiempo.

Es posible solo cuando se tiene como premisa semejante devaluación con las consecuencias descriptas arriba.

El sector privado tardó unos 5 años en recuperar el salario real de antes de la devalaución. El sector público tardó más todavía.

Dada esas premisas y esa lógica, a medida que el salario real recupera, el consumo recupera, los superávits disminuyen y se van generando las condiciones para que ocurran los cuellos de botella. Estas son cosas que se saben desde el primer y segundo peronismo histórico (1946-1955).

El caso de la carne fue bastante pronto. A los 2 años de asumir Néstor ya hubo que intervenir en el mercado porque los precios aumentaban descontroladamente de la mano del aumento de las exportaciones (año 2005/6).

Hubo una multitud de rubros alimentarios donde pasó lo mismo.

Hoy está pasando exactamente lo mismo con la diferencia que el salario real no recupera.

El incentivo a exportar genera un incentivo a producir para exportar. Es lógico esto. Pero la gente que tenemos que alimentar vive aquí, no en otro país a donde van nuestras exportaciones. Si creemos que si dejamos exportar mucho y luego va a sobrar para el mercado interno, entonces creemos en el "derrame" y eso ya no es peronismo.

La única manera de detectar este proceso (no siendo parte del gobierno) es viendo rubro por rubro producción medida en volúmenes, exportaciones en volúmenes, consumo per cápita en volúmenes y saldo interno per cápita en volúmenes más importaciones en volúmenes.

No hay otra forma de detectar la contradicción. Cualquier otro enfoque basado en grandes agregados en $ corrientes, $ constantes o U$S es incompetente para detectar el problema.

En un mundo ideal las exportaciones y el consumo interno van de la mano, pero en el real no es así. Si no lo creen investiguen.

Así como las exportaciones, por ej. de carne, medidas en tn. de res con hueso como proporción (%) de la producción total medida de la misma forma, son absolutamente excesivas (de esto se dio cuenta por ej. Samid, ya que exportar casi el 30% de la producción es un despropósito), lo mismo ocurre en muchísimos otros rubros, sean lácteos, frutas, etc., etc.

Perón ya lo tenía claro en 1952. Los dólares se pueden hacer a costa del hambre o el dolor del pueblo. Un gobierno peronista jamás debe hacer esto.

Los superávit y los dólares que tenía Néstor se terminaron con la tarea de reparación social que es imprescindible e ineludible.

Cuando la economía crece no se puede hacer un "fondo anticíclico" (mal que les pese a los economistas y los políticos que les creen) porque la pobreza en más de 40% de la población es insostenible. No sea cosa de "salir de las llamas para caer en las brasas". La prioridad es bajar la tasa de pobreza. No somos admiradores de Churchill, somos peronistas.

Sueño con el día en que cuando alguien pronuncie la frase "hay que aumentar las reservas del BCRA" (que es lo mismo que decir hay que encadenarse cada vez más al U$S y el Occidente pro guerra), los demás se rían un poco.

No es suficiente ver la foto o la serie de fotos para entender la realidad. A veces hay que ver la película, qué pensaba el director, los actores y el guionista.

Sin acceder a la dinámica de los procesos históricos, es muy fácil caer en el formalismo y en las fórmulas "certeras" que nos ahorran pensar.



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