miércoles, 23 de marzo de 2022

Realidad virtual, burbuja informativa, manipulación emocional, guerra de acción psicológica y el ridículo occidental vs. el realismo y profesionalismo de Rusia y China.

Para información de los ciudadanos de Occidente, lo que ocurre en Ucrania es una reacción Rusa a una geopolítica sistemática en su contra que, practicada por combinaciones oligárquicas angloamericanas que dominan en EE.UU. e Inglaterra, lleva por lo menos 15 años.

Pocos entienden las implicaciones del acoso geopolítico (en su aspecto técnico) que padeció y padece Rusia y que se iba a profundizar si no intervenía en Ucrania.

Ese plan angloamericano contra Rusia consistía (y consiste) en acercarse lo más posible a sus fronteras con los sistemas antimisiles modernos (Aegis) que pueden convertirse fácilmente en sistemas misilísticos ofensivos.

La intención de eso es que al estar tan cerca de Rusia este país carezca de tiempo suficiente para responder en caso de recibir un primer ataque nuclear. La ventana de tiempo para responder es muy corta y, en caso de demora, el país que demora la respuesta es destruido, desmembrado y sus pedazos sojuzgados.

Los ideólogos angloamericanos creen (o creían) que en el límite, ante ese rodeo estratégico, Rusia iba a ceder y aceptar un régimen interno subordinado a los intereses angloamericanos como sucedía en la década del ’90.

Bueno, eso no ocurrió. Y Putin venía avisando por lo menos desde su discurso en Munich, Alemania, en 2007, que eso no iba a ocurrir.

Sin embargo, los angloamericanos siguieron con su plan. Y eso terminó en lo que tenemos hoy.

¿Qué tenemos hoy?

Lejos de la construcción fabricada a nivel global por el establishment mediático occidental de la imagen “romántica” de la “resistencia ucraniana” y las súplicas de Zelensky, presidente de un inocente país, frente a la “barbarie” rusa, la verdad es que la gran mayoría del pueblo ucraniano no quiere pelear contra Rusia ni quería antes. La prueba de esto es que el comediante ganó las elecciones por amplia mayoría prometiendo en la campaña electoral que se iban a cumplir los acuerdos de Minsk (por los cuales se solucionaba+ el estatus de Lugansk y Donetsk).

Es sabido que, en una reunión cara a cara con los nazis y los paramilitares (envalentonados por el apoyo angloamericano) amenazaron a Zelensky con matarlo (“colgarlo de un árbol”). A partir de allí, el comediante entendió el mensaje y se dio vuelta como una media y avaló toda la línea rusofóbica y de genocidio contra las repúblicas rusoparlantes.

Otra prueba de que a la mayoría del pueblo ucraniano no le interesa pelear es el éxodo masivo en Kiev y otras ciudades hacia otros países europeos. Y los que se quedaron continúan con su vida.

La táctica de los rusos es muy diferente a la utilizada por las coaliciones angloamericanas cuando bombardearon Belgrado, ocuparon Afganistán, invadieron y destruyeron Irak, subvirtieron y destruyeron Libia, intentaron destruir Siria, etc..

En efecto, los rusos no destruyen infraestructura civil adrede, colaboran con la población local en los lugares que ocupan cuando no media la oposición nazi paramilitar. Los soldados ucranianos del ejército regular que se rinden son enviados a sus casas. Evitan entrar en las ciudades grandes y tratan de neutralizar las tácticas terroristas que utilizan los nazis cuando usan a los propios civiles (contra su voluntad) como escudo.

Es por esta última razón que casi todo el operativo ruso se dedicó a destruir materiales e infraestructura de guerra que el régimen ucraniano y los nazis con el patrocinio angloamericano habían montado para destruir a las Repúblicas de Donetsk y Lugansk, y está postergando el enfrentamiento con los nazis para evitar que mueran civiles inocentes usados como escudo por ellos.

Todas las noticias que hablan de “fuerzas rusas bombardearon teatro y hospital”, es pura manipulación emocional, porque ni en el hospital había enfermeros o médicos o pacientes ni en el teatro actores. Lo que había eran nazis pertrechados con armas, misiles portátiles, etc., que convirtieron esos lugares en sus guaridas y centros logísticos. Estos nazis se dan el lujo de montar plataformas de misiles en las terrazas de los edificios donde todavía viven civiles y a los cuales no dejan salir. A los que lo intentan los fusilan por la espalda.

Rusia solo deja pasar el tiempo porque esos nazis, mientras son idealizados por el sistema mediático occidental, son presa de la desesperación y el desprestigio acelerado frente a la población civil.

¿Cómo podría ser que una mezcla parecida a la patota de la dictadura militar del ’76 en Argentina y los oficiales y suboficiales estaqueadores de soldados conscriptos en Malvinas, que es lo que es la “resistencia” nazi en Ucrania, pueda representar los intereses legítimos de un pueblo en la lucha contra el “invasor”?. Esto es absolutamente descabellado, sin embargo nada es imposible para la construcción mediática occidental.

Más bien la situación se parece, en algunos lugares de Ucrania (Mariúpol, por ej.) a la toma de rehenes por una manga de facinerosos y un cuerpo de élite los tiene que rescatar, tratando de eliminar a los delincuentes sin provocar bajas entre los rehenes.

Mientras Rusia trata de resolver los problemas prácticos prestando atención a la realidad en el terreno, los angloamericanos se dedican a convencer al resto del mundo de que la nieve es negra.

Tal es la locura con la que tienen que lidiar, no solo Rusia, sino también China.

Necesitamos con urgencia un Sócrates moderno.

Él se dedicó en su tiempo, cuando percibió que Atenas sucumbía en algo parecido a la doctrina británica del “equilibrio de poderes” (en rigor, geopolítica oligárquica) y entraba en un período de decadencia signada por la justificación de guerras “permanentes”, a interpelar a sus ciudadanos y gobernantes, haciéndoles ver el error de concepción y de ejecución en el que caían una y otra vez.

Esa insistencia de Sócrates fue lo que lo condujo a su asesinato “judicial”.

Al deshacerse del mejor de los suyos, Atenas se perdió para siempre. Algo parecido le espera al imperio a predominio angloamericano si sigue insistiendo en lo mismo.

 

No hay comentarios: