Como a la izquierda y el progresismo en general no les interesa hablar del verdadero drama que vive el mundo, indico información relevante acá:
Esto es el llamado escándalo “Signaldate”.
Se trata de una operación, probablemente diseñada y
ejecutada por operadores de la inteligencia británica y estadounidense mediante
el hackeo de la agenda del asistente de un alto funcionario (cambiando, dentro
del mismo nombre agendado, un nro. de celular por otro nro. de celular).
El objetivo de la operación es derribar a la directora de inteligencia nacional Tulsi Gabbard, al director de la CIA John Ratcliffe y al jefe del FBI Kash Patel, que son todas personas que están haciendo una purga de los organismos que comandan a los fines de sustraerlos de la agenda de vigilancia interna y belicismo externo.
Al mismo tiempo que intentan sacar del medio a esos tres, están presionando para que Trump ordene un ataque a Irán. Los preparativos y la movilización de recursos bélicos, aquí:
https://israelnoticias.com/militar/ee-uu-despliega-en-secreto-bombarderos-b-2-spirit/
La guerra interna dentro del gobierno y el Estado “profundo” es feroz entre aquellos que quieren normalizar las relaciones con Rusia, China e Irán y que los organismos de inteligencia interior y exterior se alineen con esos objetivos y aquellos que quieren todo lo contrario a eso: seguir con la política anterior de Biden, en alianza con GB, Francia y Alemania y la OTAN, hasta forzar la guerra contra Rusia y China, al extremo de balancear decisiones de guerra nuclear por alguno de los contrincantes.
Es evidente, para el que quiera ver, que el trasfondo de esta guerra intestina y de facciones, se relaciona con el clivaje dentro de las oligarquías de origen estadounidense, que dividió aguas, con muchas contradicciones inter e intra clase oligárquica, entre la facción de Musk, Bezos y Zuckerberg y la facción que no tiene cabezas visibles en razón de la naturaleza de la camarilla hegemónica: los gestionadores de los fondos BlackRock, Vanguard, entre otros, con intereses dentro del complejo militar-industrial-financiero y mediático estadounidense (Raytheon, Lockheed Martin, etc., incluidos intereses británicos (Bae System, por ej.).
Esta última facción tiene en el bolsillo a Starmer en GB, a Merz en Alemania, a Macron en Francia, a Sánchez en España, etc., etc., por supuesto a Z (el narcisista comediante que llevó a su país Ucrania al desastre total).
No se puede analizar esto en términos de “grandes potencias”, “Estados nacionales”, etc., etc. Esta no es la unidad de análisis relevante. Eso son fachadas del poder que subyace que mueve sus fichas sin importar para nada los verdaderos “intereses nacionales” ni de Inglaterra, ni de Francia, ni de España, ni mucho menos Ucrania, etc. Los intereses nacionales no los pueden definir las doctrinas geopolíticas porque éstas fueron inventadas por aquellos que quieren encubrir y disimular sus manejos imperiales sostenidos por combinaciones oligárquicas.
Como la red oligárquica hegemónica, a pesar de perder influencia dentro de la agencia de la presidencia estadounidense, no tiene cabezas visibles porque, si así ocurriera, se revelaría su influencia tras bambalinas, queda fuera del foco de atención, pasando esta a centrarse en los actores fácilmente visibles (Musk, Trump, etc.). Tanto la “derecha” como la “izquierda” están haciendo esto, con lo que, al desenfocar a la camarilla hegemónica, les hace el juego y pisa el palito del belicismo, favoreciendo sus planes, al criticar continuamente a la facción que se opone a esos planes belicistas.
Como ya dije muchas veces, con los supuestos de análisis de la “derecha” y de la “izquierda”, nada se puede apreciar de este proceso en curso, cuyo desarrollo está lleno de peligros, aunque también de esperanzas.
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