martes, 29 de octubre de 2024

El periodismo político y la “interna cristinista” (II).


Decíamos en el post anterior que la manera en que se entiende (o no entiende) el cortocircuito entre K y CFK no capta la profundidad del asunto. Ahora vamos a completar un poco esto.

En efecto, la cuestión central -que es muy difícil de explicar o hacer entender porque no se ve a simple vista- es que el establishment (local-supranacional) tiene identificado claramente como el enemigo a Cristina y opera contra ella en múltiples planos y simultánea y sucesivamente, incluso dentro de la interna peronista.

Esto último habitualmente, tanto histórica como contemporáneamente, no se lo introduce en la ecuación porque el sentido común, los factores ideológicos y los de intereses, lo excluyen a priori. Todo ocurre como si la “interna” o las contradicciones internas no formaran parte de las intenciones y de los objetivos del establishment.

Los militantes más jóvenes y varios no tan jóvenes, por lo general, se dejan llevar y obnubilar por cuestiones ideológicas y de sentido común, sin poder acceder al proceso subyacente, sin importar aquí si están o no del lado correcto.

Por ejemplo, vayamos a un caso histórico más nítido. A López Rega se lo entiende y se lo entendió exclusivamente como elemento de la interna peronista para perseguir a la izquierda peronista. Y nunca se lo entendió como una pantalla del partido militar para seguir operando, por detrás de ese personaje, en condiciones políticas adversas. Perón había logrado neutralizar a un gobierno del partido militar pero no al partido militar mismo y su poder asociado al establishment angloamericano. Perón mismo era conciente de esto, mientras que la mayoría no.

Las internas y las contradicciones no se dan nunca en un vacío de laboratorio. Para usar la palabra que Artemio usa mucho siempre existe una “sobredeterminación”. No se pueden disociar las contradicciones del proceso que las produce. Pero hay que saber entender bien ese proceso.

Así como en aquellos años se creía que López Rega era el dedo de Perón para combatir a la izquierda ahora se creen cosas formalmente parecidas, aunque con otro contenido. Pero ése es el mundo de las apariencias, de los envases, no del contenido real. Cuando podemos ver a través del envase, nos damos cuenta de un montón de cosas.

Las cosas no cambian por el hecho de que los envases o envoltorios sean distintos según cada época histórica. Realmente cambian cuando los procesos subyacentes lo hacen. El mismo proceso puede adoptar mil caras, lo que no significa que el proceso cambie mil veces. Puede ser exactamente el mismo con mil caras diferentes.

Muchos creen que todo consiste en ambiciones individuales y lineales, ya cantadas de antemano. Por ej., “Kicillof es el mejor candidato para presidente en 2027, es obvio”; “Cristina tiene que apoyar a Kicillof”; “si no lo apoya es una caprichosa, lo va a arruinar, bla, bla, bla”; etc., etc. Estas afirmaciones son producto de emociones, primero, y de percepciones espontáneas, luego.

En el trasfondo hay mucho más. Lo que pasa es que hay que pensar mucho para entender y, generalmente, los intelectuales y analistas o periodistas del mismo palo no se dan el tiempo para eso. Están metidos en una vorágine de la que les resulta muy difícil salir.

Mientras no se entienda que Cristina no es una “dirigente más”, no se va a entender mucho, se va a entender muy poco. No hay diferencias solo cuantitativas entre los dirigentes. Hay diferencias cualitativas. Cristina tiene en común con los demás que es una dirigente pero no tiene en común que es una “líder de conjunto”, que es una categoría superior de dirigente.

En tal carácter, representa la potencialidad de impugnación sistémica del establishment y, esto, el establishment lo tiene absolutamente claro. Lo que no lo tienen claro son muchos compañeros. Ningún dirigente excepto ella representa eso.

La decadencia económica y política de los últimos 9 años se debe no a malas decisiones de ella sino a que ella se fue del gobierno el 9/12/2015 y el rumbo fue cambiado. Si ella hubiera continuado, supongamos, la Argentina no se hubiera endeudado, seríamos parte del Brics, y hubiéramos estado construyendo gran cantidad de infraestructura para mejorar la vida del pueblo, la distribución del ingreso no se hubiera tornado regresiva, etc., etc. La situación del pueblo hoy sería mucho mejor que el desastre actual. ¿A quién le cabe duda de esto?

Se podrá decir que el endeudamiento fue a causa de que Cristina eligió a Scioli y, por eso, Macri ganó y pudo hacer lo que hizo. Les recuerdo que la alternativa a Scioli era Randazzo quien se mostraba más evolucionado ideológicamente que Scioli. Pero Randazzo ya vimos dónde terminó y Scioli también. Lo determinante, entonces, no es si son progres o conservadores o moderados. La ideología es el envoltorio y muchos se engañan por eso. Además, Macri ganó por la mínima diferencia en balotaje porque mintió demasiado con un discurso neoliberal progre que engañó hasta varios intelectuales y analistas progre que hablaban de una “derecha moderna” que iba a durar mucho. ¡Si engaño hasta a los intelectuales imagínense al pueblo llano!

Podríamos hablar de lo de Alberto y Massa, pero me parece que no es de mucha utilidad dar argumentos. El camino del infierno está empedrado de “buenos argumentos”.

Lo importante es entender que la existencia del factor Cristina rompe las equivalencias dentro de la clase política en Argentina. Es ella la que puede juntar la fuerza, construir el dispositivo para enfrentar lo que hay que enfrentar que es una tarea enorme.

Todos los demás, incluido Kicillof, están en otros lugares que no les permite encarar la tarea que se necesita. La suma de ambiciones individuales es un juego de suma cero, no genera nada. La combinación de ambiciones no genera nada. La “ambición” de Cristina no es “llegar a un cargo”. Ya los tuvo, llegó a lo máximo que se podía. Y dos veces. La gran causa de ella es poder generar un poder que no solo sea capaz de enfrentar sino de, llegado el momento, construir (un gobierno eficiente y eficaz al servicio del pueblo).

Solo ella puede pensar esto. No hay otra persona que pueda, con las mismas o mejores capacidades que ella, pensar eso. Cuando ella da el primer paso de su movimiento en tal sentido, obvio que genera problemas y contra acciones o reacciones, porque la realidad era distinta antes de ese paso y movimiento.

Pero el primero que reacciona es el establishment utilizando a figuras internas del peronismo de modo indirecto. Esas figuras se dejan llevar inconcientemente porque están movidos no por una idea sino por una ambición.

Esa es la ventaja que tiene Cristina por sobre todos. Ella se mueve según una idea que surge en su mente y, luego, organiza en función de eso. Es decir que ella no responde a “estímulos exteriores” si no a la concepción y ejecución que ella concibe. Este es un trabajo mucho más difícil que el de los que se mueven solo por ambición. Porque Cristina tiene que lidiar con las realidades estratégicas reales, tras las apariencias. Y va a pagar un precio muy caro por eso. La mayoría no lo paga, ella sí porque está dando la pelea real no la imaginaria.

No es tarde para que Kicillof se dé cuenta de estas cosas. Los problemas de los que fue testigo Kicillof durante el gobierno de Alberto Fernández no lo debe llevar a sacar conclusiones apresuradas.

El problema de fondo es que las gestiones de gobierno que logran transformar aspectos importantes de la realidad se basan en la coincidencia entre la figura del o la líder y la del gobernante. Cuando no ocurre así son muy difíciles las transformaciones porque éstas no se logran por mera gestión o administración, hay que poner en juego todo un liderazgo simbólico y práctico para que ocurran.

Por más que Kicillof se vea Presidente a fines del 2027, haciendo una “proyección normal”, donde no ocurran crisis o discontinuidades, va a tener que lidiar con los mismos problemas de siempre. Y no se puede lidiar con eso en forma exitosa con los métodos habituales de los “dirigentes”. Se necesitan métodos de liderazgo, pero hay que ser líder para recurrir a ellos.

No hay comentarios: