jueves, 17 de octubre de 2024

Lo que produjo el 17/10/45 "no fue el pueblo" (!?).


Pongo el título provocativo solo para enfatizar aquello sobre lo que me gustaría que se prestara atención.

El acontecimiento del 17/10/1945 ocurrió sin que nadie se lo propusiera conciente y voluntariamente, ni siquiera por el mismo en ese entonces Coronel Perón.

Es evidente que JDP luchó entre 1943 y 1945 para despertar los intereses y aspiraciones de las clases trabajadoras. A medida que iba despertando la conciencia obrera iba sintiendo el apoyo de esos sectores, pero no imaginaba en forma concreta que una manifestación de semejante envergadura pudiera, finalmente, desequilibrar la balanza a favor de él y abrir el camino a su presidencia.

Si se dio cuenta de esta última posibilidad todavía no fue ese día en horas de la madrugada cuando lo sacaron de su prisión y lo llevaron al Hospital Militar. Se dio cuenta ya en la Plaza de Mayo, hacia las 11 de la noche, cuando vio a la multitud.

El detonante que movilizó a la multitud fue la prisión del Coronel Perón. Pero lo que creó las condiciones para que la manifestación ocurriera fue la actividad subjetiva especial que desplegó Perón durante el período en el que fue Secretario de Trabajo, un organismo creado por él mismo.

Ese raro Coronel, durante el desempeño de ese cargo, recibió y escuchó a cientos o miles de personas, tomando nota cuidadosamente de sus reclamos, intereses e ideas.

Incluso hizo un sistema clasificatorio de personas que tomaba como base el o los temas que interesaban a esa persona, para lo cual tuvo que confeccionar fichas de cada uno, donde consignaba los asuntos tratados. Cuando se repetían las visitas de la misma persona iba registrando la evolución de los intereses de esa persona y, finalmente, desentrañaba "lo que realmente quería" esa persona.

Uno podría decir: "¿a qué militar se le podía ocurrir semejante cosa?" o, incluso, "a qué persona se le podría ocurrir eso?". Bueno, se le ocurrió a él. Además de crear el organismo de la Secretaría de Trabajo y Previsión y pedir a sus camaradas que lo dejen a él presidir el mismo, después de eso, se le ocurrió clasificar personas. Todas cosas que, a los ojos de la mayoría del resto de los militares que habían tomado el gobierno el 4/6/43, carecían del menor interés y pensaban -por lo menos hasta el 17-10-45- que el Coronel era un chiflado, incluso algunos de sus amigos.

Ahí uno se da cuenta que para el Coronel JDP no regía la lógica de la ambición habitual. Porque, por esta lógica, no se necesitaba tomarse ese trabajo ni hacer esas cosas que él hacía.

El Coronel estaba poseído por una especie de "optimismo de la imaginación", siendo él una persona absolutamente empírica y realista debido a su formación militar.

En algún lugar de su mente sentía que la Argentina "estaba lista" para darle más poder a las clases trabajadoras y mejorar la producción y distribución del ingreso.

Pero, en realidad ese "estaba lista" era una idea de él, una idea que él quería que se haga realidad. Pero no se iba a hacer realidad sola, en forma automática. Al contrario, por los mecanismos del "mercado" y de la división internacional del trabajo de aquel tiempo, se iba a ir hacia todo lo contrario de dar más poder a la clase trabajadora y mejorar la distribución.

De algún modo, JDP, ya en aquellos inicios, era conciente de la necesidad del liderazgo de conducción que va creando los instrumentos de transformación de esa realidad en el sentido que él imaginaba de alguna forma.

Si ocurrió el 17/10/45 y, luego, su presidencia y, luego, los años más felices de los trabajadores y humildes de la Argentina, fue porque a JDP, que era militar, con rango de Coronel en ese momento, se le ocurrió, se le formaron ideas en su mente respecto de hacia dónde podía marchar la Argentina para modernizarse y que su pueblo mejore sus condiciones de vida. Y no solo eso, luego del golpe de Estado del 4 de junio de 1943, tuvo mucha capacidad de ejecución en el sentido de esas ideas que tenía.

Esto es lo esencial que hay que retener para entender por qué se abrieron las posibilidades que se abrieron. Fue el factor subjetivo, fue la mente de una persona y su capacidad de ejecutar y de hacer ejecutar. Eso marcó la diferencia porque abrió la posibilidad de crear lo colectivo-pueblo, superando lo colectivo-masas.

Esta es una constante en la historia de la humanidad. El factor subjetivo-creativo abre las posibilidades para nuevas direcciones y desarrollos que, luego de concretarse, toman forma objetiva, diluyendo u opacando el papel de la subjetividad que le dio origen.

El factor subjetivo actual es CFK. No hay otro. Puede haber buenos o mejores candidatos pero no superan -ni siquiera igualan- sus capacidades subjetivas.

Lamentable o felizmente, seguimos dependiendo por ahora, de la capacidad creativa de Cristina para abrir otras posibilidades que nos puedan conducir a la futura y rápida reconstrucción de la soberanía nacional en todos los órdenes y la integración y cooperación internacional con todos los países que quieren desarrollarse y mejorar las condiciones y calidad de vida de sus pueblos.

Si hay alguien mejor que ella que pase al frente, pero no porque diga “yo soy mejor”, sino porque logre transformaciones en la realidad que lo pongan al frente de forma natural. Y esta exigencia vale para Cristina misma, porque su liderazgo de conjunto depende de su capacidad creativa para transformar.