miércoles, 29 de enero de 2025

Otra vez como en el ’73. No se le da bola a la líder.

Otro interesante artículo que trae Artemio aquí:

https://rambletamble.com.ar/somos-un-ex-pais/

[Según Rovelli] “Larry Fink (que dirige un fondo cuyo capital es 20 veces el PBI de Argentina) va a presionar a Trump y a Gita Gopinath para que hagan valer el 16,01% de acciones que posee en el FMI y proteja sus inversiones. Le van a dar plata pese a que este gobierno incumplió las metas de acumulación de reservas de los dos últimos trimestres del año pasado".

Bien Rovelli que entiende cómo es el juego. Parrili había señalado lo mismo antes para el caso del préstamo del FMI a MM. No es el gobierno norteamericano, esto es lo formal, es el que firma. Son los oligarcas que presionan tras bambalinas.

Según Rovelli Larry Fink controla un fondo que representa 20 veces el PBI de Argentina. Estamos hablando de "billones de dólares". Ya que tanto se habla de Musk (porque es muy fácil, está bajo las luces y la lupa de todo el mundo) como el "hombre más rico del mundo", ¿no se dan cuenta que a gente como L. Fink y sus secuaces les conviene que se diga eso de Musk, porque de paso esmerilan a su enemigo y, al mismo tiempo, eso contribuye a que pasen desapercibidos ellos?

En esta situación de profundo clivaje dentro del sistema oligárquico angloamericano, es un error político confrontar con Musk y Trump y dejarse arrastrar por Milei al terreno que a él le gusta. Lo que hay que hacer es poner a Trump y a Musk del lado nuestro (¡AUNQUE NO LO DIGIERAN LOS PROGRES NUESTROS!!!), porque de lo que se trata es de esclarecer y profundizar en la comprensión de la situación mundial de la que depende el futuro de la Argentina.

No se trata de confirmar y reconfirmar prejuicios e ideologías ni de ser oportunistas para aprovecharse de blancos fáciles. Cuanto más comprendamos lo que sucede mejores chances tenemos de mejorar la posición del campo nacional y popular. No importa si reconocer lo que sucede desafía nuestros arraigados prejuicios y preconceptos y nuestros aparentes axiomas ideológicos.

Vomitar cosas contra Trump y Musk es muy fácil porque están en la parte muy iluminada del escenario, pero mucho más difícil es lograr discernir y comprender los movimientos de los que están fuera del alcance de la luz, de los que están dentro del cono de oscuridad.

Las personas acostumbradas a deducir de axiomas y postulados deben considerar esto: la realidad no es solo lo que se ve, lo que llega a nuestros sentidos y percepciones. Si yo creo que un Iceberg flota como un corcho o un pedazo de telgopor, puedo pensar que puedo tirarme por debajo. Lo que va a ocurrir es que me voy a romper la cabeza.

La realidad política, económica y social mundial es como un Iceberg, siempre. Tiene una parte visible y otra invisible. Esta última se puede abordar con profundas indagaciones y de la generación de hipótesis o ideas, más allá de lo políticamente correcto, o las verdades establecidas.

Lo que hay que hacer, es profundizar en la línea que ya insinuó CFK cuando menciona a Trump en actos públicos, línea que indiqué hace ya no pocos años desde que arranqué con este Blog.

https://www.youtube.com/watch?v=_ylLK2yiang

https://www.youtube.com/watch?v=qO5VbNzYi9E

No volvamos a repetir los errores de los años ’60 y ’70 cuando JDP era una fuente notable y fuera de lo común en cuanto al conocimiento de la situación mundial y de Argentina y casi todo el mundo estaba en la suya, con sus pequeños intereses y fanatismos de derecha o izquierda.

Ahora, CFK es esa fuente notable y fuera de lo común de estas épocas, aunque no alcance la estatura de JDP, es de una importancia excepcional porque su capacidad está tan por encima de la de todos los demás, del mismo modo que la capacidad de JDP en relación a todos sus contemporáneos.

¿Les interesa a los nuestros que Milei no se salga con la suya? Bueno, dejen de alimentarlo inconcientemente. Admitan que muchas de las modas de análisis y las formas de pensar que caracterizaron durante mucho tiempo a la producción analítica e intelectual del espacio progresista, nacional y popular, muy a menudo está muy equivocada, desenfocada. No aprecia el proceso histórico y se contenta con descargas reactivas casi por acto reflejo.

Si queremos descubrir el poder que influencia al sistema solar, tenemos que estudiar al Sol y cómo se mueve por la Galaxia y cómo son las interacciones del espacio interior del sistema solar y el espacio exterior a él. Y también tenemos que estudiar el centro de la Galaxia misma, aunque no se vea. Todo eso no lo conseguiremos observando una Luna perdida de Saturno.

Bueno, con la situación geopolítica actual es igual. Hay que enfocar al centro de gravitación o los centros de gravitación, cómo es su estructura y naturaleza, cómo se mueven, cómo “curvan” el espacio para que todos los elementos giren a su alrededor. Hay que adquirir la facultad de poder relacionar inmediatamente un acontecimiento con un proceso y un proceso con un centro de gravedad.

Esa facultad se adquiere no solo estudiando mucho. Uno no estudia mucho para identificarse con algo. Eso es transitorio. Uno puede tener sus gustos y predilecciones, pero la finalidad de estudiar es conocer, es poder crear respuestas a los problemas. Crear y generar hipótesis es lo único que sirve al final de todo.

Puede sentirse cierta seguridad personal cuando nos basamos en algún autor prestigioso o la identificación con alguna escuela de pensamiento puede darnos “certezas”. Pero eso no resuelve los problemas. Estar de acuerdo con alguien o algo, no resuelve los problemas. Lo que resuelve los problemas es que se crea, produzca o genere un pensamiento que pueda ser veraz. Cada persona es una solución en potencia, solo que pocos o casi nadie lo sabe.

La manera de evitar la disolución de nuestra querida patria o sea, de que los patrocinadores de Milei se salgan con la suya, no es con reacciones por reflejo o con reafirmaciones de axiomas y postulados conocidos. La manera es que cada persona se haga cargo de sí misma, de la solución que contiene en potencia. De que logre sacar de sí, de lo profundo de su ser, la capacidad de crear, cualquiera sea la esfera de la vida en que esté, incluyendo la esfera política o de vocación política. Se necesita usar la mente pero, también, las emociones correctas.

Eso es lo que ayuda a generar lo colectivo, el gran movimiento social. No hay nadie que pueda hacer algo (en cuanto a la misión creativa) en lugar nuestro. La mente y las emociones de cada uno se tienen que involucrar.

Porque de lo que se trata es de que lo que crearemos se pueda compartir, no adoptar opiniones ajenas para reafirmar lo que ya pensábamos.

Una de las razones por las cuales tanto el 99,99 % de los políticos y los militantes no pueden debatir ideas ni entre ellos ni entre ellos y la sociedad es porque funcionan en base a identificaciones e ideas preconcebidas, sin crear nada. No necesitan crear para satisfacer sus ambiciones, sean pequeñas o grandes. Pero eso reproduce la crisis ideológica y política del campo nacional y popular.

Con las nuevas tecnologías y las redes sociales las posibilidades de comunicación e interacción aumentaron de forma exponencial, pero cada vez hay menos debate, porque no hay ideas (salvo la líder de conjunto). Para que haya ideas hay que generarlas. Para generarlas no se las puede copiar de otros, hay que sacarlas de la propia mente.

Ese es el problema, en gran medida del mundo. Como humanidad tenemos la gallina de los huevos de oro, pero nos comportamos (inconcientemente) de tal forma que impedimos que los ponga.

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